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Caminos De Escape

Caminos De Escape

Status: Terminada
Genre:Acción / Completas / Traiciones y engaños / Esclava / Sirvienta / Amor en la guerra / Escena del crimen
Popularitas:2.4k
Nilai: 5
nombre de autor: Grez19.14

Oscar Cooper, un talentoso luchador de UFC, se encuentra en fuga tras un violento altercado con su ex representante que lo ha dejado marcado como un fugitivo. Con documentos falsos en mano, escapa a una nueva ciudad con su actual representante donde espera encontrar refugio. Sin embargo, su vida da un giro inesperado cuando conoce a una chica que le roba el aliento y rápidamente se enamora de ella. Pero la felicidad se ve amenazada cuando descubre que ella está atrapada en un gran problema. Sin pensarlo dos veces, Oscar se lanzará a la batalla no solo por su amor, sino también por su libertad, dispuesto a arriesgarlo todo para protegerla.

NovelToon tiene autorización de Grez19.14 para publicar esa obra, el contenido del mismo representa el punto de vista del autor, y no el de NovelToon.

Cap 15: Mas allá de la pelea

Oscar yacía en el suelo tras aquel brutal rodillazo, su visión comenzaba a volverse borrosa y la sangre manaba de su boca. Cada respiración era un recordatorio del dolor que lo invadía.

Mientras tanto, Frank celebraba su pasajero triunfo con una sonrisa despectiva.

—¡Soy el mejor de esta ciudad! —gritó con euforia—. Si tan solo hubiera gente aquí para apreciar mi gran habilidad...

Oscar parecía no escuchar sus palabras; todo se había convertido en un eco distante. Cerró los ojos, tratando de bloquear el ruido que lo rodeaba. Pero aún podía oír la voz burlona de Frank.

—Otro que se hace llamar “campeón" derrotado por mí —escupió al suelo con arrogancia—. No son más que payasos.

—¿Qué sucede? ¿Ya no te vas a levantar? —le gritó Frank, su tono impregnado de burla—. Entonces te moleré los huesos.

La provocación resonaba en los oídos de Oscar, despertando algo dentro de él. A pesar del dolor y la confusión, una chispa de determinación comenzó a arder en su interior.

Miranda y sus peleas pasadas atravesaron la mente de Oscar en ese momento, como sombras fugaces. Imágenes de ella, su fuerza y determinación, se entrelazaban con recuerdos dolorosos: la cara de su ex representante, cubierta de sangre, y la promesa que se había hecho a sí mismo: “No volveré a luchar como antes”.

Cada recuerdo era una punzada en su corazón. Si perdía esa pelea, ¿qué sería de él y Miranda? La duda lo consumía.

Momentos con Dios también cruzaban su mente, imágenes de esperanza y fe que contrastaban con el caos que lo rodeaba.

“Quizás deba pelear con todas mis fuerzas; Miranda confía en mí”, pensó con determinación.

Escuchaba la risa burlona de Frank a lo lejos, cada carcajada resonando como un recordatorio de su arrogancia. Esa imagen se le grabó en la mente, alimentando su frustración.

Finalmente, Oscar abrió los ojos, una nueva chispa de determinación brillando en su interior. Estaba dispuesto a levantarse y luchar; no se daría por vencido.

Apretando los dientes, sintió cómo la furia renacía dentro de él. Agitó la cabeza tratando de recomponerse, golpeó el suelo con sus manos, dejando salir toda su frustración y enojo. Y lentamente, aunque adolorido, se levantó una vez más.

Oscar estaba de pie, la sangre manando de sus labios. Su expresión era un mix de furia y determinación; la llama de su espíritu había vuelto a renacer con fuerza.

Frank lo observó, una sonrisa arrogante en su rostro mientras comenzaba a aplaudir.

—Eres un estúpido —se burló—. Esta vez te tumbaré y no te levantarás más. Te romperé el hueso de la pierna, así no volverás a caminar.

Oscar sintió cómo la ira burbujeaba dentro de él, como un volcán a punto de erupcionar.

—¡A ver si puedes tumbarme otra vez, idiota! —respondió Oscar, colocándose en guardia, listo para devolverle cada golpe.

La tensión en el aire era palpable; ambos hombres estaban listos para desatarse en un combate feroz.

Frank sonrió, sintiéndose desafiado, y sin pensarlo dos veces, lanzó un salto en el aire, girando para propinarle una patada. Oscar reaccionó rápidamente, moviéndose a un lado y esquivando el ataque con agilidad. Pero Frank no se detuvo ahí; con su otra pierna, lanzó otra patada hacia él. Esta vez, Oscar se cubrió con ambos brazos, sintiendo el impacto vibrar a través de su cuerpo.

Aprovechando la caída de Frank, Oscar se preparó para contraatacar. Frank cayó a su lado y comenzó a lanzar puñetazos con furia. Oscar amortiguaba los golpes con sus manos abiertas, sintiendo cada uno como un latido en su pecho. En medio del intercambio, lanzó un golpe cerrado que chocó contra el puño de Frank, generando un sonido sordo que resonó en el aire.

Frank no se rendía; continuaba lanzando sus golpes como si fueran balas. Oscar se movía con rapidez, esquivando cada ataque. En un instante crítico, utilizó su codo para bloquear un puñetazo de Frank. El impacto resonó en la muñeca de Frank, haciendo que este sacudiera su mano con una expresión de dolor.

Aprovechando el momento, Oscar lanzó un derechazo rápido que impactó con fuerza en el rostro de Frank. Sin darle tiempo a reaccionar, lo tomó de los hombros y lo obligó a mirar hacia abajo. Ambos quedaron así, atrapados en un forcejeo, con la mirada fija en el suelo.

Oscar comenzó a propinar rodillazos con su pierna derecha en las costillas izquierdas de Frank, mientras este respondía con su pierna izquierda, golpeando las costillas derechas de Oscar. Rodillazo tras rodillazo resonaban en el aire, mezclándose con los sonidos ahogados de dolor que escapaban de ambos hombres.

Buscando una salida rápida, Oscar ejecutó un movimiento astuto: colocó su pie detrás del de Frank y lo hizo tambalear, provocando su caída. Sin pensarlo, Oscar cayó sobre él, listo para lanzar un derechazo que sonó como un latigazo cortante.

El impacto hizo que Frank se defendiera instintivamente, levantando los brazos para proteger su rostro. Aprovechando esa defensa, Oscar comenzó a atacar sus costillas, alternando golpes a izquierda y derecha con precisión.

Tras recibir varios impactos dolorosos, Frank encontró una oportunidad; apartó los brazos de Oscar usando sus piernas y le propinó una patada en el pecho que lo hizo retroceder y caer al suelo. Ambos se levantaron rápidamente, listos para continuar la pelea con renovada determinación.

Oscar corrió hacia Frank, intentando derribarlo con una táctica de tackle. Sin embargo, Frank mostró resistencia y ambos quedaron de pie, forcejeando con todas sus fuerzas.

Aprovechando la posición, Frank agarró a Oscar del cuello, llevándolo a la altura de su estómago, y comenzó a propinarle codazos en la espalda, cerca de la columna. Cada golpe era como una tortura, y Oscar sintió cómo el dolor se acumulaba en su cuerpo mientras buscaba una salida desesperada.

Con un movimiento rápido, Oscar se escurrió con fuerza, logrando liberarse del agarre de Frank. Se colocó detrás de él y le propinó un patadón en la espalda que resonó en el aire, causando un grito ahogado de dolor de Frank.

Este se dio vuelta rápidamente, con furia reflejada en sus ojos. Pero Oscar ya estaba en el aire, girando con agilidad; su pie impactó violentamente contra la cara de Frank. El golpe fue tan contundente que hizo que este escupiera sangre, el sabor metálico llenando su boca mientras tambaleaba hacia atrás.

Oscar vio su oportunidad mientras Frank tambaleaba tras el impacto del patadón en su cara. Con determinación, se acercó a él, decidido a aprovechar el momento. Se colocó frente a Frank y, dando un giro rápido, pasó el brazo de Scott por encima de su hombro, lanzándolo con fuerza al suelo.

Con Frank tendido, Oscar se aferró a su brazo derecho, aplicándole una llave con precisión. Frank se retorcía con desesperación, buscando cualquier forma de liberarse, pero Oscar no lo dejaría escapar tan fácilmente. Con una mueca de esfuerzo, estiró el brazo de Frank hacia sí mismo, apretando los dientes mientras ejercía toda su fuerza.

Un crujido resonó en el aire; era el sonido del hombro de Frank siendo dislocado. El grito desgarrador que escapó de sus labios llenó el ambiente, pero Oscar no mostró compasión. Rápidamente lo soltó y se posicionó sobre él mientras Frank se agarraba el brazo herido.

Sin piedad, Oscar comenzó a golpear su rostro con puñetazos intercalados; izquierda, derecha, golpe tras golpe. Cada impacto dejaba huellas de sangre en el rostro de Frank, transformando su cara en un mapa de dolor.

Finalmente, Oscar atrapó el cuello de Frank en el suelo, sintiendo cómo su corazón latía con fuerza mientras los ojos de Frank se abrían desmesuradamente, llenos de terror. Con determinación, Oscar alzó su puño derecho, apretándolo con fuerza y preparándose para dar el golpe final.

En ese momento, una imagen atravesó la mente de Oscar como una flecha: el rostro de su ex representante, cubierto de sangre en una situación similar. "Me arrepiento de haber hecho eso", resonó en su mente, junto con otros recuerdos que aparecieron como flashes, uno tras otro.

De repente, Oscar volvió a la realidad. Allí estaba Frank, tendido bajo él con una expresión de terror en su rostro. Con un suspiro profundo, bajó su puño y, apretando los dientes, lo soltó del agarre que tenía en su cuello. Frank respiró con alivio, sintiendo cómo el aire volvía a sus pulmones.

Oscar se levantó y observó a Frank, cuya cara estaba llena de sangre y cuyo brazo dislocado colgaba inútilmente a su lado. Suspiró; había sido una pelea difícil y el dolor comenzaba a hacerse notar en su propio cuerpo.

—Vete de aquí —dijo Oscar, respirando entrecortadamente—. Será mejor que busques ayuda con Brown.

Con esas palabras, se dio la vuelta y se alejó del lugar, apoyándose levemente en su columna mientras caminaba rengueando hacia su departamento cercano.

Frank se levantó con dificultad, cada movimiento era un recordatorio del dolor que sentía por todo su cuerpo. Se agarró el brazo herido y comenzó a alejarse del lugar, luchando por encontrar a alguien que pudiera ayudarlo. La humillación lo invadía; no podía sacudirse la sensación de haber sido derrotado sin recibir el golpe final. Su orgullo y reputación estaban hechos trizas.

—Se supone que nunca pierdo —murmuró Frank mientras abandonaba el lugar, con la voz cargada de rabia y desilusión.

1
lismelys castillo
está buena la novela pero que pasa que no pusiste imágenes de los personajes
Martha Diaz Paredes
Excelente
RINA DEL CARMEN ROJAS
excelente trabajo,una novela corta pero muy bien escrita, me tuvo en suspenso en casi todo la lectura.
Fácil de entender, felicitaciones autora, recomiendo ésta novela 100%🇨🇱
RINA DEL CARMEN ROJAS
excelente trabajo,una novela corta pero muy bien escrita, me tuvo en suspenso en casi todo la lectura.
Fácil de entender, felicitaciones autora, recomiendo ésta novela 100%🇨🇱
RINA DEL CARMEN ROJAS
Que bueno que Miranda lo fue a visitar a la cárcel, así Oscar no siente tan defraudado por lo que hizo, apesar si no tiene los mismos sentimientos que él. Aparecer siénte los dos lo mismo
RINA DEL CARMEN ROJAS
muy buena la novela autora te felicito 👏 👍
RINA DEL CARMEN ROJAS
levántate Oscar!!, no lo mates pero dale su merecido
RINA DEL CARMEN ROJAS
No estoy de acuerdo de tomar la justicia por nuestras propias manos, pero aveces sucede sin ser esa la intención, lo digo por Oscar el a ver asesinado a su representante que lo traicionó.
RINA DEL CARMEN ROJAS
Espero que en los capítulos que vienen Oscar sea el ganador y Krank se lo lleve en calidad de bulto al acosador de la chica
RINA DEL CARMEN ROJAS
Que se cuide Oscar, y que a Brown no le salga bien sus planes, porqué también es un vicioso de hacer lo que no es correcto = a delincuente y corrupto
RINA DEL CARMEN ROJAS
buena historia autora, tiene suspenso, la duda y como enfrentar las situaciones que aparecen el el camino.
Ojalá Oscar y Miranda, encuentren juntos la solución a sus problemas. 🥺🥺🥹😔
RINA DEL CARMEN ROJAS
Hola Autora, estoy comenzando a leer tu novela y me esta gustando mucho, felicitaciones, muy clara la lectura 👏👏👏👍
Isabel
me la voy a leer se ve interesante
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