La Novicia

ANNIE

No podía consentrarme todo la noche pensé que debía engañarlo después de todo el eres un desgraciado que me había hecho sufrir, todavía no podía borrar de mi cabeza la imagen de hace 5 años cuando Verá tenía se pene en su boca, aveces deseaba ser yo la que estuviera en su lugar,que tonta me repetía, deja de pensar en eso, ya que sentía furia, celos y porque no un poco de excitación de imaginar lo que podía hacerle.

Estaba decidido seguiría mi plan de vestirme de monja y hacerlo sufrí.

FERNANDO

Tenía que vela decirle que dejara ese horrible hábito que debía ser mia. Nosé si sea egoísta pero solo la quiero para mí.

Ahí estaba tan linda revisando a los pasientes en el hospital, no podía creer todo el tiempo que perdí, yo sabía que me equivoqué al estar con Verá ese dia, y que ella nos había visto,

no dejo que le explicará solamente se fue.

ANNIE

Para llevar acabo mi engaño tuve que convencer a la hermana Carmen que me prestará uno, ella no quería ya que si se enterará la madre superiora la reprenderia, la logré convencer que solo serían unos días.

Para mí mala suerte llegó la madre superiora justo en el momento que revisaba a los pasientes, cuando la vi salí corriendo a otro lugar para que ella no me pudiera ver, entro a una zona restringida y oh sorpresa!...

FERNANDO

La estoy viendo, no puedo apartar mí vista de ella, doy la vuelta y una de las enfermeras me tira un medicamento el cual es muy pegajoso, me retiro a las regaderas que están en el hospital para el personal es una zona restringida por suerte en mi casillero tenía otro cambio de ropa.

ANNIE

Ahí está el, desnudo en las regaderas, se nota que se ejercita sus músculos son mucho más grande y que decir de su paquete estaba muy apetecible y grande estaba idiotizada con el, que doy un paso en falso cayendo hacia tras dándome un gran golpe.

FERNANDO

Me estoy duchando, oigo un gran golpe a pesar de la niebla, logro verla se ha caído pero porque está aquí, cierro la llave, me pongo una toalla que solo me cubre la zona de abajo, me dirijo hacia ella para ver si está bien, ella se resiste y trata de levantaste pero vuelve a resbalar cayendo en mis brazos olfateo su cabello, respiro muy cerca de su cuello haciéndola estremecer me doy cuenta cuando la piel se le eriza, empiezo abrazarla, darle un beso en los labios, levantó la falda para tocar sus piernas, el deseo me está consumiendo, poco a poco voy llegando más arriba, puedo sentir su humedad en sus bragas, pero me detengo estoy cometiendo un sacrilegio ella está prohibida, ella es mi fruta prohibida, por la que me iré al infierno, pero este deseo me está matando. Le pido disculpas, le pregunté que si estaba bien, si no tenía dolor, que me espere en lo que me cambio, pero que voy hacer con esta erección ni modo primero me cambio espero que no haya sufrido algún golpe.