La historia de una mujer que amó hasta el último día de su vida. Ella se quedó esperando a un amor que le juró que volvería, pero solo Dios sabe si cumpliría su promesa.
NovelToon tiene autorización de Maria Esther para publicar esa obra, el contenido del mismo representa el punto de vista del autor, y no el de NovelToon.
Al menos, déjame explicarte, por favor.
Héctor fue a la casa de Linda.
Oh, mi hermoso Héctor, ya sabía que vendrías.
¿Qué es lo que quieres, Linda?
Ay, no seas tan agresivo.
Entiende que lo que pasó entre tú y yo ya es pasado.
Claro que no, mi amor, para mí esto sigue pasando.
Esto ya no pasará. Estoy enamorado de Jimena y no pienso engañarla ni contigo ni con nadie.
Vamos, amor eso de la fidelidad solo existe en las novelas.
Y en la vida real también, Jimena y yo estamos enamorados.
¿Cómo puede ser eso posible si apenas ayer amaba a Marcelo?
Tú lo has dicho, lo amaba. Pero eso ya se terminó, ahora ella es mi esposa y los dos nos amamos.
Pues bueno, allá tú si quieres creer en esa estupidez del amor.
Linda, haz de cuenta que tú y yo nunca nos conocimos, por favor. No eches a perder mi matrimonio que apenas empieza.
Ay Héctor, Héctor, si tu matrimonio fracasa es por tu culpa porque no le dijiste la verdad a Jimena desde un principio.
Es que lo que pasó entre tú y yo no tiene ni pies ni cabeza, eso pasó antes de que yo la conociera.
Pues sí, pero debiste decírselo antes de casarte, cuando sepa que anduviste conmigo, se te va a armar la grande.
No lo sabrá, a menos que tú se lo digas porque yo no pienso hacerlo.
Pues más vale que inventes una buena coartada porque yo no creo que Jimena te vaya a perdonar algo así. Eso es sinónimo de una infidelidad.
¿De qué infidelidad estás hablando? Ya te dije que lo nuestro pasó antes de que yo conociera a Jimena.
Ella no lo verá así, estoy segura que no te perdonará.
¿Qué es lo que quieres, Linda?
Por lo pronto, ya sabes lo que quiero, que me hagas el amor como antes.
Lo siento, eso no va a pasar.
Por favor, Héctor, no puedes negar que me sigues amando.
Estás loca. Yo nunca he dicho que te amo, solamente dije que me gustabas.
Pues para mí viene siendo lo mismo, o me haces el amor en este momento o le diré a Jimena toda la verdad.
Qué bárbara, eres muy tóxica. Y, ¿qué pasó con Marcelo?
Ese estúpido es un bueno para nada.
¿Se te olvida que es el dueño de los modelos exclusivos que se venden en Fashion?
¿Y eso qué?, a mí no me interesa nada de eso, yo lo único que quiero es hacerle la vida de cuadritos a Jimena.
Pues eso tampoco se va a poder, ¿se te olvida que Jimena es mi esposa?
Tampoco me importa. Ella me ha humillado mucho en esa empresa.
Pero ha sido porque tú misma te lo has buscado.
Válgame, ¿de qué lado estás?
Obviamente, del lado de mi esposa. Y, no te voy a permitir que le hagas daño.
Por Dios, Héctor, tú y yo hemos sido muy buenos amigos desde siempre, ¿por qué ahora me sales con esas jaladas?
Corrección, fuimos amigos un tiempo hasta que dejé de verte. Después de 5 años te volví a encontrar, así que no es una amistad de toda la vida.
Veo que la estúpida esa, te tiene sorbido el seso.
Linda lo que pasó ante tú y yo fue bueno, pero ahora yo ya estoy casado y no te voy a permitir que ofendas a mi esposa.
¿Eso quiere decir que no me vas a hacer el amor?
Menos mal que lo entiendes. Hazle como quieras pero jamás volveré a estar contigo.
Bueno, no te pongas tan drástico al menos vamos a tomar una bebida, ¿quieres?
Está bien, es así te la acepto, pero nada más.
Linda era muy astuta y no iba a permitir que Héctor se fuera así tan tranquilo.
Sin que él se diera cuenta le puso un somnífero a la bebida.
De vez en cuando ella se tomaba algunos para poder dormir.
Pues salud, mi querido Héctor, y espero que no me olvides.
Salud, mi querida Linda. Espero que me olvides pronto.
Con una sonrisa, Linda probó la bebida y Héctor lo mismo con la suya bebiéndosela hasta el fondo.
Bueno, ahora sí me voy.
Está bien, no olvides que aquí voy a estar siempre que me necesites.
Gracias, no lo olvidaré, adiós.
Héctor dio dos pasos hacia la puerta y después, cayó fulminado al suelo.
Linda lo observó unos minutos con una sonrisa en sus labios.
Como pudo, lo llevó hasta la alcoba, lo desnudó completamente y lo puso en su cama.
"Estás muy hermoso, por eso Jimena está loca por ti, sabe muy bien lo que eres", pensó Linda.
"Pobre, va a sufrir mucho cuando vea que tú la engañas conmigo".
Y sin una pizca de pudor se desnudó también.
Había puesto una cámara para poder grabar todo lo que harían en ese momento.
Claro, la prendió cuando ella se hubo desnudado para que no se viera que hizo lo mismo con Héctor.
Y así, ella abusó de Héctor, hizo todo lo que le dio su gana quedando todo grabado.
Después, ella se vistió dejándolo solo. Y, aprovechando la situación fue a buscar a Jimena a su casa.
¿Qué haces aquí?, ¿cómo diste con mi dirección?, dijo Jimena un poco asombrada.
Vengo de parte de Héctor.
¿Qué tienes tú que ver con mi esposo?, Jimena estaba muy molesta por la osadía de Linda de venir a molestarla justo en su casa.
Uy, querida, estás muy atrasada en noticias. ¿A poco no sabías que Héctor es mi amante? Justo el día de hoy acabamos de estar juntos. Se quedó dormido y no quise despertarlo, pobre fuimos muy intensos y eso lo fatigó demasiado.
Estúpida, (la cachetada fue muy intensa). Obvio, eso es una mentira. Estás loca.
Por supuesto que no, todo lo que te digo es verdad.
Y sacando su cel le mostró el video.
Lárgate de mi casa, eres una zorra, p...ta desgraciada.
Yo solo quería que lo supieras, para que no vivas engañada.
Linda se fue, su habitual sonrisa de triunfo afloró en su rostro.
.
.
Héctor despertó con un fuerte dolor de cabeza.
Ay, ¿qué me pasó?, ¿por qué estoy desnudo en la cama de Linda?, Héctor reconoció el cuarto, no era la primera vez que estaba allí.
Se vistió y observó a su alrededor. Todo indicaba que Linda no estaba.
"¿Qué me has hecho, estúpida?", pensó. "¡Dios, Jimena!, tengo que llegar antes de que Linda haga una locura".
Desgraciadamente, llegó tarde, Linda había soltado su veneno.
Jimena estaba en un mar de lágrimas cuando Héctor llegó.
Él no fue a su trabajo por temor de que Linda le hubiera hecho algo a Jimena.
Mi amor, ¿qué te pasa?
Jimena lo vio, el rostro cubierto de lágrimas. Luego, sin poder evitarlo lo propinó una bofetada marca "Agme".
¿Cuándo pensabas decírmelo? ¿De manera que todo fue una trampa? Querías vengarte de mí por tu amante, ¿no? Pues vaya que sí me has engañado, me he creído todo eso del amor. ¿Qué sigue ahora? Dímelo, Jimena golpeó el pecho de Héctor hasta que ya no pudo más.
Héctor la abrazó. La dejó desahogarse completamente.
Tranquila, amor, todo tiene una explicación.
Tú mejor que nadie sabe de lo que es capaz esa mujer. Soy inocente de todo lo que te haya dicho ella. Al menos, déjame explicarte, por favor.
Jimena no dijo nada, ella permaneció abrazada a él y lo dejó hablar. Ya estaba tranquila.