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SEDUCCIÓN EN DOS ACTOS

SEDUCCIÓN EN DOS ACTOS

Status: En proceso
Genre:Romance / Comedia / Amantes pendencieros / Intrigante / Grandes Curvas / Juego de roles
Popularitas:8.2k
Nilai: 5
nombre de autor: Cam D. Wilder

En el elegante y misterioso mundo de los multimillonarios, una mujer se esconde detrás de una fachada de pura seducción. Nina es la dama perfecta, la musa enigmática que los hombres desean y las mujeres envidian. Nadie sabe que Nina es la heredera de una de las fortunas más grandes del mundo.

Su misión es infiltrarse en el círculo íntimo de su futuro legado, descubrir quiénes son sus aliados y quiénes son sus enemigos. Y lo hará usando su belleza, su astucia y su encanto.

Entre cenas de lujo, conversaciones envenenadas y caricias furtivas, Nina comenzará a desentrañar una red de secretos que cambiará su vida para siempre. Con un pie en la alta sociedad y otro en las sombras, tendrá que decidir hasta dónde está dispuesta a llegar.

"Seducción en dos actos" es una historia sobre el poder, el deseo y la lucha interna de una mujer que juega a un juego peligroso. Una mezcla perfecta de comedia, erotismo y misterio que te hará cuestionar hasta dónde llegarías por una fortuna… y por amor.

NovelToon tiene autorización de Cam D. Wilder para publicar esa obra, el contenido del mismo representa el punto de vista del autor, y no el de NovelToon.

Encuentro con Víctor

Cuando Sofía apareció en su campo de visión, los ojos de Victor, de un azul intenso que bordeaba lo peligroso, subieron lentamente desde el suelo hasta su rostro, deteniéndose en cada curva como si estuviera trazando un mapa de territorios que planeaba conquistar. Luego sonrió, una sonrisa tan deliberada que parecía el resultado de años de práctica frente al espejo.

—Sofía, un placer verte de nuevo —dijo, su voz baja, cálida y modulada, como un ron añejo deslizándose por un vaso de cristal.

Sofía, con el rostro perfectamente compuesto en una expresión de suave indiferencia, se acercó con pasos firmes, sus tacones resonando contra el suelo de mármol como un metrónomo que marcaba el ritmo de su control. El vestido negro que llevaba parecía moverse con vida propia, abrazando cada curva y deslizándose con un susurro que hablaba un idioma universal: el de la seducción.

—Victor, pensé que habías desaparecido tras tu última "gran aventura". ¿Cómo estuvo Mónaco? —preguntó mientras se sentaba con una elegancia que parecía desafiar la gravedad, su pierna cruzándose con la precisión de una bailarina.

Victor inclinó la cabeza, dejando escapar una breve carcajada. Luego se inclinó hacia ella, acortando la distancia de manera casi imperceptible, pero suficiente para que Sofía pudiera captar el aroma de su colonia: una mezcla de maderas, especias y algo indefinido, como un secreto que no se revela del todo.

—Aburrido —respondió, su voz descendiendo una octava, como si la palabra fuera un susurro hecho para ella sola—. Pero nada comparado con lo intrigante que resulta verte aquí esta noche.

Sofía dejó escapar una risa, un sonido suave y controlado que flotó entre ellos como una burbuja de champán. Sus labios, pintados de un rojo que parecía diseñado para ser notado, se curvaron en una sonrisa ligera.

—Espero que no me consideres otro entretenimiento pasajero, Victor.

—Tú, Sofía, no podrías ser pasajera ni aunque lo intentaras —replicó él, su mirada recorriéndola como una caricia invisible.

Sus ojos se deslizaron por su cuello, bajaron por la línea de su clavícula y se detuvieron apenas un instante en el escote perfectamente medido de su vestido antes de volver a subir. La tensión en el aire era palpable, un juego de ajedrez donde cada palabra, cada gesto, era una pieza moviéndose con cuidado sobre un tablero invisible.

Pero Sofía no era alguien que se dejara intimidar fácilmente. Apoyó un codo en la barra, inclinándose ligeramente hacia él, igualando la cercanía con un movimiento que era a la vez elegante y desarmante.

—Deberías tener cuidado con lo que deseas, Victor. Podrías encontrar más de lo que esperabas —dijo, dejando que sus palabras cayeran como una moneda lanzada al aire, sin revelar si lo que ofrecían era una advertencia o una invitación.

El juego de miradas entre ellos se prolongó un segundo más, un segundo que parecía contener todas las promesas y amenazas del mundo. Pero Sofía sabía cuándo retirarse. Con un movimiento fluido, se deslizó fuera del taburete, su vestido moviéndose como un río de seda negra.

—Disfruta tu noche, querido —añadió, girándose apenas lo suficiente para que él pudiera ver el arco perfecto de su espalda.

Victor la siguió con la mirada, sus ojos oscureciéndose mientras recorrían cada curva que el vestido delineaba con precisión quirúrgica. Por un momento, su atención se detuvo en los contornos apenas visibles de su ropa interior, una insinuación que el vestido dejaba entrever con descaro deliberado. Sus labios se curvaron en una sonrisa lenta mientras levantaba la copa de champán y la llevaba a sus labios, ocultando su reacción detrás del borde del cristal.

Sofía sintió el peso de su mirada incluso cuando ya se alejaba, y una sonrisa traviesa se formó en sus labios. Sabía exactamente lo que hacía, y esa era, después de todo, la clave de su poder.

Cerca de los salones privados, el ambiente del Club Artemis cambiaba. Las luces eran más tenues, el murmullo más bajo, como si incluso el lujo tuviera sus rincones de intimidad reservados para los secretos más oscuros. Allí, apoyada contra el marco de una puerta, Isabella parecía una visión que no pertenecía a este mundo. Su vestido esmeralda, ceñido y brillante como una joya líquida, destacaba entre los tonos oscuros del salón como un faro en un mar de sombras. Pero no era solo el color lo que llamaba la atención: era la forma en que lo llevaba, con una confianza felina que convertía cualquier espacio en su territorio.

Cuando Sofía se acercó, Isabella alzó una ceja, su expresión cuidadosamente compuesta. Su rostro, de líneas suaves y perfectamente maquillado, parecía un lienzo que podía pasar de la dulzura al veneno con un simple movimiento de los labios.

—Querida, parece que Victor está particularmente interesado en ti esta noche —dijo Isabella, su tono tan dulce que casi podía confundirse con sincero. Pero Sofía captó el filo escondido en esas palabras, como un cuchillo envuelto en terciopelo.

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Martina Peñuelas
me parece bien
Cam D. Wilder
Espero que esta historia les haya gustado hasta este capítulo. Apoyen con algún comentario, gracias
Eret Lopez
Excelente
Cam D. Wilder: Muchas gracias 😊 espero que sigas disfrutando de esta corta historia de seducción y doble rol. ¡Suerte! 😀
total 1 replies
ミ★ 𝘔𝘰𝘳𝘰𝘤𝘩𝘢-𝘤𝘩𝘢𝘯★彡
aún no lo voy a leer, voy a esperar un poco más ya que tengo más pendientes, pero la guarde en mi biblioteca🤣🤣🤣♥️♥️♥️♥️
Cam D. Wilder: Muy bien, 👍 espero que al leer la historia te agrade mucho, 🙂👍
total 1 replies
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