Damián Blackwood, es un Alfa dominante que ha construido un imperio oculto entre humanos, jamás pensó que una simple empleada pondría en jaque su autocontrol. Isabella, con su espíritu desafiante, despierta en él un deseo prohibido… pero lo que comienza como una peligrosa atracción se convierte en una amenaza cuando descubre que ella es su compañera destinada. Una humana...
Bajo la sombra de antiguas profecías y oscuros secretos, sus destinos colisionan, desatando fuerzas que nadie podrá contener.
NovelToon tiene autorización de @ngel@zul para publicar esa obra, el contenido del mismo representa el punto de vista del autor, y no el de NovelToon.
Negación
Cuando Damián Blackwood hizo su entrada al lugar, el aire pareció cambiar abruptamente. Los asistentes no pudieron evitar fijar su mirada en el imponente CEO que llegaba a la celebración. Los murmullos de las mujeres no se hicieron esperar, la apariencia del hombre era imponente, parecía un ser místico sacado de alguna historia de la antigüedad.
Marcus al verlo se acercó a su amigo luciendo una amplia sonrisa en su rostro.
—Pensé que no ibas a venir —le dijo casi como una burla.
—Como si hubiera tenido chance de no hacerlo —replicó él sin que se le notara lo fastidiado que estaba.
—Y... La verdad es que no la tenías —dijo Marcus —Alfa Aldrich y Alfa Lamar ya estaban preguntando por ti.
—Esa es la principal razón por la que he venido, hubiera sido un deshaire para ellos si no lo hacía. Solo espero que ambos puedan encontrar a sus parejas así podré escapar sin tener que dar explicaciones.
Y luego de esa charla para nada peculiar, ambos hombres se dirigieron hacia la barra de bebidas ubicada en un lateral del salón, donde los otros dos Alfas esperaban por el anfitrión.
La puerta principal del hall se abrió con suavidad, y por un instante, el murmullo de la fiesta pareció menguar, como si los sentidos de algunos invitados captaran algo más allá del bullicio, de las copas y de la música.
Selene entró con paso firme, aunque por dentro sentía que las piernas le temblaban. Jamás había estado en un sitio que la deslumbrara tanto.
Llevaba un vestido negro de tela suave, sin escotes provocativos ni brillos exagerados, pero el corte abrazaba su figura con una elegancia inesperada. Su cabello suelto caía en ondas sutiles sobre sus hombros, y un delineado simple destacaba su mirada. No llevaba tacos altos (porque no los soportaba) sus zapatos eran cómodos, y no desentonaban con su atuendo. Había hecho todo lo posible por no llamar la atención… y, sin embargo, desde el instante en que cruzó la puerta, fue imposible no verla.
—¡Maldición!… —murmuró uno de los Alfas invitado, el cual estaba de pie frente a Damián, interrumpiendo la conversación— ¿Ustedes ven lo mismo que yo?
Damián, que hasta entonces hablaba con él y con Alfa Aldrich, sobre los movimientos de alianzas territoriales, se giró con una ceja apenas arqueada.
Y entonces, la vio.
Selene avanzaba entre la gente con una pequeña cartera en la mano, sus ojos escaneaban el salón como si buscaran un rincón seguro donde pasar desapercibida. La luz cálida del lugar dibujaba reflejos dorados en su piel, y por un segundo, el tiempo pareció diluirse.
*Mía* —La voz gutural de su lobo resonó en su interior, directa, posesiva, tan clara como si hubiera hablado en voz alta.
Damián cerró el puño.
—¿Y esa belleza de donde salió?—comentó Alfa Lamar, sin dejar de mirarla— No sé quién sea, pero si esta noche la Diosa no me bendice con mi pareja destinada, no me molestaría que ella fuera mi pareja elegida.
Al oír estás palabras, Damián apretó la mandíbula. Su lobo gruñó con fuerza dentro de él, agitado por una furia que no se correspondía con la calma de su rostro.
—Es humana —dijo Damián con frialdad, como si eso resolviera el asunto. Y dejara sin opción al Alfa.
El Alfa más joven soltó una carcajada suave.
—¿Y qué tiene que ver eso? —preguntó —No sería el primero que elige en lugar de encontrar.
—Así es —replicó Alfa Lamar — De hecho no está prohibido hacerlo, Damián.
—Lo sé, aunque eso no es tema de conversación —respondió el CEO, clavando una mirada helada sobre ambos.
El silencio se hizo por unos segundos. Los otros dos lo observaron con atención, notando el cambio súbito en su tono. Finalmente, el mayor alzó las manos con gesto pacificador.
—Está bien, está bien. Relájate. Era solo un comentario.
Pero Damián no se relajó. De hecho, su espalda estaba tan rígida como una barra de acero. Observó cómo Selene se dirigía hacia la zona de bebidas, saludando tímidamente a un par de compañeros del departamento de diseño. Ella no lo había visto aún.
*Contrólate* —le dijo a su lobo internamente.
*¿Qué? ¿Vas a dejar que otro se le acerque? ¿Así de fácil? ¿Después de todo lo que sentiste apenas la viste?*
*No es una loba* —replicó mentalmente, molesto.
*Eso no importa. Ella es... nuestra*
*¡Cállate! *
Después de eso, Damián respiró hondo y volvió la vista hacia sus interlocutores, intentando recomponer su expresión. No quería levantar sospechas. No ahora.
Y luego de ese momento demasiado tenso, los dos Alfas invitados se alejaron a saludar a los ancianos de la manada. Damián quedó de pie, con una copa en la mano y la mirada perdida.
—¿Vas a comerte a alguien o estás practicando tu cara de póker para una partida que no existe? —escuchó, la voz de Marcus se deslizó a su lado con la naturalidad de quien ya no teme meterse en la boca del lobo... literalmente.
Damián no despegó la vista del punto exacto donde Selene estaba conversando con uno de los chicos del área de Recursos Humanos. Su copa de whisky, aún sin estrenar, se balanceaba entre sus dedos.
—¿No tienes nada mejor que hacer que entrometerte en mis asuntos?
Marcus alzó una ceja mientras se acomodaba a su lado, también observando la sala.
—Te recuerdo que esta fiesta es mi responsabilidad. Y también te recuerdo que esa cara que tienes ahora es la misma que pusiste cuando te dijeron que el gobierno iba a inspeccionar las operaciones en Sudamérica. Así que… sí, estoy entrometiéndome. Porque es evidente que algo te molesta. O mejor dicho... alguien.
Damián bufó.
—No empieces.
—Tarde —dijo Marcus, con una sonrisa socarrona—. ¿Qué pasó ahora? ¿Tu lobo empezó a hacer comentarios incómodos cuando la vió?
Damián no respondió.
La falta de respuesta fue todo lo que Marcus necesitó. Giró el rostro, y con un leve codazo lo miró con intensidad.
—Te lo dijo, ¿verdad? ¿Lo dijo otra vez?
Damián cerró los ojos brevemente. No respondió, pero su mandíbula tensa habló por él.
—¡Mierda! —susurró Marcus, divertido y, al mismo tiempo, asombrado— Años sin que dijera nada y justo esta noche...
—¡No es suya! —gruñó Damián por lo bajo— Es humana. Y no tengo tiempo para esto.
—No tienes tiempo para respirar y aún así lo haces —replicó Marcus con tranquilidad— No estoy diciendo que le declares tu amor bajo la luna llena, pero tampoco puedes ignorarlo para siempre. Algo está pasando. Lo estás sintiendo. Él lo está sintiendo.
—Eso no significa que deba actuar en consecuencia —su tono era firme, pero no tan convencido como pretendía.
—No, claro que no. Pero tampoco deberías actuar en su contra. O forzarte a tratarla como si fuera un mal necesario. Porque no lo es. Selene es brillante, honesta, y tú lo sabes. Por eso te irrita tanto.
Damián bebió un trago largo, como si necesitara silenciar tanto a su amigo como a sí mismo. Sus ojos volvieron a posarse en ella, que ahora sonreía tímidamente mientras recibía un cumplido de alguien que no era él.
Su lobo gruñó otra vez.
—Esto no puede pasar —dijo, más para sí que para Marcus.
—¿Acaso no ves que ya está pasando? —le respondió el Beta— ¿Y si la única elección real que tienes es decidir si vas a resistirte o a permitirte sentirlo?
Damián lo miró de reojo.
—¿Desde cuándo te convertiste en filósofo?
Marcus sonrió ampliamente.
—Desde que descubrí que las cabezas más duras, como la tuya, necesitan más lógica que romanticismo para entender lo obvio.
Y sin esperar una respuesta, se alejó hacia la barra, dejándolo solo otra vez.
Damián inspiró profundamente. La noche recién comenzaba, pero para él, la verdadera tormenta estaba ocurriendo dentro de su pecho.
¡Mis felicitaciones y agradecimiento por este nuevo regalo de tu fértil imaginación!
👏🏼🌪️👏🏼
💥🐺💖💥💖👧🏼🔥