Chris es un pequeño que para su cumpleaños número 4 no quiere ningún obsequio. Su padre se preocupa al verlo triste.
-¿Hijo que deseas éste año?
-Lo que deseo no sé si puedas dármelo- las lágrimas en sus ojos lo conmovieron
-Tendras lo que desees Chris, ¿Que quieres?- preguntó confundido
-¿Lo prometes?- secó sus lágrimas y esperó ansioso
-Si hijo- afirmó con seguridad
-Quiero una mamá- su padre tragó grueso
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Capítulo 3 NACIMIENTO
...XAVIER AMERY...
El embarazo continuó y con ello los problemas cada vez peores en mí matrimonio. Algunas personas me decían que esto era una depresión pero yo no comprendía por qué. Si lo que le preocupaba era su figura podía ayudarla al nacer nuestro hijo a volver a la normalidad.
Pensé en instalarle un gran gimnasio en casa junto a un personal trainer y además le pagaría cirugía si la necesitaba como por ejemplo en sus pechos después de la lactancia pero nada saldría como esperaba.
-No pienso darle pecho, ¿Por quién me tomas?- estaba más que ofendida y rabiosa
-Pero amor, el médico dijo que era lo mejor para el bebé porque así...- me gritó que me callara
-Pero amor nada, si me amaras lo entenderías pero claro... lo único que quieres es arruinarme para que después nadie me mire y además tenerme aquí encerrada, yo se que eso quieres pero no sucederá- me quedé atónito
-¿Qué? Dime qué estás bromeando, ¿Arruinarte? ¿Encerrarte?- estaba estupefacto
-Yo quiero volver al trabajo y éste niño no lo impedirá ni tu tampoco. Me importa poco lo que mí pecho le produzca, para mí sería el final de mí carrera. Se me caerían y nadie volvería a contratarme. ¿Sabes cuantos abdominales y tratamientos tendré que hacer para tener mí abdomen plano?- ¿De eso se trataba todo? ¿Y nuestro hijo?
-Amor serás madre, para mí seguirás siendo igual de hermosa. No te preocupes por nimiedades. Voy a amarte igual cielo- intenté que razonara, jamás fui superficial lo que argumentaba no tenía fundamentos de ningún tipo
-Yo quiero ser hermosa pero tu me cambiarás por otra. Maldita la hora en la que me dejé embarazar, ni siquiera el sexo era tan bueno- dijo con fastidio y la miré sin saber que decir
Me fui a mí trabajo y pasé más tiempo en la oficina. Otra queja sobre mí desempeño sexual pero esta vez de mí mujer, vaya maldición. Le di amor, cariño, comprensión y fui súper abierto para hablar de todo lo que hiciera falta, ¿Que más podía hacer?
Mí ego estaba destruido, muerto y enterrado. Fui cariñoso con ella, la llené de besos y caricias, hice todo lo que le gustaba. Entonces ¿Todos los gemidos fueron falsos? No podía creerlo. Esto no tenía que ser así.
Además del problema de su figura y de notar que su vientre ya no crecía tanto como debía nuestra relación se estaba acabando. Dicen que las hormonas del embarazo producen cambios anímicos importantes pero ella cambió radicalmente y jamás volvió a ser la misma. No hubo días buenos.
Cuando llegó el momento del nacimiento de nuestro hijo se negó rotundamente a una cesárea así muriera nuestro hijo porque eso sería mí culpa. Lo único que quería era el bienestar de mí mujer e hijo, ¿Por qué hacer todo ésto más difícil?
Fue un momento crítico de mucha tensión pero ella acabó diciéndome que una cesárea arruinaría su vida como modelo y hasta actriz anhelaba ser después de recuperarse.
Estaba siendo egoísta y llevándome al límite de la paciencia. Finalmente nació nuestro hijo con bajo peso porque ella no se alimentaba correctamente y lloró al levantarse de la cama y verse al espejo mientras que yo cuidé al bebé con dedicación porque ella no quería ni mirarlo.
-¿No vas a alimentarlo? ¿No te gustaría cargarlo?- pregunté con esperanza de que se le ablandara el corazón
-No, déjame dormir, ya lo tuve nueve meses, ahora cuídalo tu o contrata alguien- miré a nuestro hijo y luego a ella con pena
Mí familia llegó a conocerlo y notó la tristeza que yo sentía, no podía disimularlo de ninguna forma. Mi madre se quedó un rato con ella y nuestro hijo para que yo fuera a casa a darme un baño y cambiarme. Necesitaba respirar, quería despejarme así fueran diez minutos.
Cuando llegué a la habitación mí madre estaba disgustada con mí esposa y su falta de cariño hacia nuestro hijo.
-Xavier aquí tienes la razón por la que no deseaba que ella formara parte de nuestra familia pero no nos escuchaste- estaba muy seria, molesta
-Yo la amo mamá, tal vez solo es depresión- quise justificarla
-¿Depresión? eres un hombre inteligente y tu esposa carece de instinto materno. Espero y hagas lo correcto- advirtió y quiso retirarse pero la tomé de la mano
-Aconsejame madre te lo ruego- pero como una súplica
-Divorciate y lucha por la tenencia completa de mí nieto. ¿Cuántas pruebas más necesitas para darte cuenta de que ella no te conviene?
esta 2da parte muy bella! me encantó. Bendiciones escritora