Hace años, Ilán le mintió a su exmarido, Damon, diciéndole que el bebé que había dado a luz había muerto. Lo hizo por la profunda decepción que sentía hacia él, quien lo había abandonado en el momento más vulnerable, cuando estaba a punto de dar a luz.
Ahora, Ilán se ve obligado a enfrentarse nuevamente a Damon, ya que su hijo/a necesita desesperadamente un donante de médula ósea.
¿Cómo reaccionará Damon al descubrir que su hijo/a sigue vivo y está gravemente enfermo debido a la enfermedad que padece?
—Cásate conmigo otra vez, Ilán —dijo Damon, su voz impregnada de autoridad, mientras las feromonas alfa llenaban la habitación, abrumando a Ilán con una mezcla de tensión y deseo reprimido.
—Acepto... —respondió Ilán, conteniendo la respuesta instintiva de su cuerpo al poder que emanaba Damon—, pero después de que quede embarazado y dé a luz, nos separaremos.
El aire cargado de feromonas hizo que la atmósfera se volviera insoportable, incrementando la tensión entre ambos...
NovelToon tiene autorización de Josh27 para publicar esa obra, el contenido del mismo representa el punto de vista del autor, y no el de NovelToon.
15
Hoy debía ser el día más feliz para Damon, al fin había logrado volver a casarse con Ilán, su exesposo. Pero mientras Damon disfrutaba del momento con una sonrisa en los labios, Ilán sentía cómo su pecho se comprimía bajo el peso de la situación. Había aceptado casarse nuevamente, no por amor, sino por la desesperación de salvar a su hijo, Gio. El nudo en su garganta era constante, como una trampa de la que no podía escapar.
La boda, aunque planeada con prisa, había sido lujosa y ostentosa. Los invitados llenaban el salón, felicitando a la pareja con sonrisas y palabras dulces, pero para Ilán, todo era una niebla distante. Sus feromonas, cargadas de angustia, se mezclaban con el ambiente, creando una tensión que solo él parecía notar. Las poderosas feromonas de Damon, un Alfa dominante, llenaban la sala con un aroma profundo y cálido, intentando calmar el ambiente. Sin embargo, para Ilán, ese aroma solo le recordaba la jaula en la que se encontraba atrapado.
Cuando llegaron finalmente a la habitación, Gio, con su energía habitual, corrió hacia ellos.
—¡Papá! —gritó emocionado—. ¡Estoy tan feliz de que tú y papá estén juntos otra vez!
Gio sabía que sus padres se habían separado, pero le habían explicado que ahora estaban juntos para ayudarlo a sanar. Para el pequeño, la enfermedad que padecía no era más que un motivo para unirlos de nuevo, y eso lo hacía sentir afortunado, aunque no comprendía del todo la gravedad de la situación.
—¿Eres feliz, Gio? —preguntó Ilán, obligándose a sonreír mientras acariciaba con suavidad la cabeza de su hijo.
Gio asintió con entusiasmo, sus ojos brillando con alegría.
—¡Sí! —respondió, abrazando a su papá—. Ahora tendré a los dos conmigo. Papá dijo que jugará conmigo y que dormirá a mi lado. ¿Verdad que sí, papá?
Damon, sonriendo, asintió mientras una ligera oleada de sus feromonas calmantes llenaba la habitación, intentando estabilizar la ansiedad latente de Ilán.
—Es tarde, campeón. Vamos a dormir —dijo Damon, levantando a su hijo en brazos y llevándolo a la cama.
Ilán observó en silencio cómo Damon colocaba a Gio entre las sábanas. Sabía que esa noche era crucial, la primera noche de su nuevo "matrimonio", y que deberían estar cumpliendo con la razón de esta unión: darle un hermano a Gio. Pero el solo pensamiento de ello hacía que su cuerpo se tensara.
—Damon... —murmuró Ilán, con una mezcla de incomodidad y frustración—. ¿No deberíamos... hacer lo que vinimos a hacer?
Damon lo miró con aparente confusión.
—¿Hacer qué? —preguntó, como si no entendiera la insinuación.
Ilán apretó los labios, la frustración burbujeando dentro de él. ¿De verdad fingía no entender? Sentía la presión de las feromonas de Damon intentando tranquilizarlo, pero no podía evitar el enojo. Sin decir más, se dirigió al baño, cerrando la puerta de golpe.
Gio, desde la cama, observó a su padre con una mezcla de preocupación y curiosidad.
—¿Por qué papi está molesto? —preguntó con su vocecita, mirando a Damon.
Damon suspiró y acarició suavemente la cabeza de su hijo.
—No te preocupes, campeón. Papi solo está cansado. Vamos a dormir, ¿de acuerdo? —respondió, mientras él mismo comenzaba a sentir el peso del día sobre sus hombros.
La boda había sido agotadora, y aunque había sido una celebración lujosa, Damon sabía que, en el fondo, Ilán no la había disfrutado. Quizás había intentado compensar demasiado por su matrimonio anterior. La primera vez que se casaron, todo había sido sencillo, pequeño, casi sin importancia. Esta vez, Damon había querido que fuera especial, un símbolo de que las cosas serían diferentes, aunque sabía que para Ilán solo era una obligación.
"Espero que te haya gustado nuestra boda, Ilán" pensó mientras cerraba los ojos, dejándose llevar por el agotamiento.
Cuando Ilán salió del baño, se sintió un poco más relajado, aunque la situación seguía pesando en su mente. Se detuvo en seco al ver la escena en la cama. Damon y Gio ya estaban dormidos, abrazados uno al otro como si no existiera ningún problema en el mundo. Un suspiro escapó de los labios de Ilán, y, sin poder evitarlo, una sonrisa triste se formó en su rostro.
Esto es lo que siempre quiso, pero ahora...
—Antes deseaba tanto esto... —susurró para sí mismo, sin poder terminar la frase. Pero ya nada era igual.
Se deslizó silenciosamente en la cama, tomando su lugar al otro lado de Gio. Mientras abrazaba a su hijo, las feromonas protectoras y cálidas de Ilán envolvieron al pequeño, dándole seguridad. Damon, del otro lado, aún desprendía su aroma amaderado y denso, creando una atmósfera de falsa calma entre los tres. Aunque físicamente estaban juntos, Ilán no podía evitar sentirse separado, como si una barrera invisible lo alejara de Damon.
Ilán cerró los ojos, sintiendo el calor de Gio contra su pecho y preguntándose cuánto tiempo podría soportar esta situación antes de que todo se desmoronara
....