En el corazón de lo que alguna vez fue una ciudad vibrante, solo quedan sombras y ecos de una humanidad extinguida. Hace meses, un brote inexplicable convirtió a la población en una horda de seres desalmados, impulsados únicamente por un insaciable deseo de cazar a los pocos sobrevivientes.
Las calles, antes llenas de vida, ahora son un laberinto de ruinas, donde los edificios se inclinan bajo el peso del tiempo y del silencio. Los habitantes que quedan luchan por sobrevivir en un mundo donde la esperanza es un lujo y cada día podría ser el último.
Nadie sabe con certeza cómo comenzó el brote. Se rumorea sobre un experimento fallido, una maldición liberada, o un simple error humano que desató el caos. Lo único seguro es que la ciudad, que alguna vez simbolizó el progreso, ahora es un monumento a la desesperación y al fin de los tiempos.
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Celos
Lia y Erick sabían que atrapar un ciervo en un bosque nevado no sería fácil, pero estaban preparados. Utilizaron una estrategia astuta basada en el comportamiento natural del animal y las condiciones del entorno. Primero, rastrearon cuidadosamente las huellas frescas del ciervo en la nieve, manteniéndose siempre a favor del viento para que el animal no detectara su olor. Luego, se dividieron estratégicamente: Erick avanzó en silencio para rodear al ciervo, mientras Lia se mantuvo en una posición elevada, observando desde un escondite.
^^^Cuando Lia detectó al ciervo, dio una señal a Erick, quien lentamente comenzó a acercarse desde el lado opuesto, guiando al ciervo hacia una trampa improvisada que habían preparado previamente: una red camuflada entre los arbustos. El ciervo, sintiendo la presencia de Erick, comenzó a moverse en dirección contraria, exactamente como lo habían planeado. Al acercarse a la trampa, el ciervo quedó atrapado en la red, permitiendo a Lia y Erick capturarlo sin causarle daño.^^^
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Después de asegurarse de que el ciervo estaba bien sujeto, Lia y Erick regresaron a la base. Al llegar, notaron que una camioneta estaba a punto de partir. Dentro, vieron a Tania, la drogadicta, quien evidentemente estaba cumpliendo un recado para el Anfitrión. La situación no les sorprendió, pero Lia se sintió incómoda al pensar en lo que el Anfitrión podría estar tramando.
^^^Lia decidió tomarse un momento para relajarse y se dirigió a las duchas de la prisión. Apenas había entrado cuando se encontró con un hombre que la había acosado anteriormente. El tipo no perdió tiempo en dejar claro que la presencia de Lia en la base le resultaba indeseable.^^^
...Hombre: "Tu presencia aquí no es bien recibida, Lia. Desde que llegaste, todo ha ido de mal en peor. No necesitamos a alguien como tú para traernos problemas."...
Eli, que ya estaba cansada de lidiar con actitudes hostiles, lo miró fijamente y respondió con desdén: "El sentimiento es mutuo. Tu asquerosa presencia me provoca náuseas. No estoy aquí para hacer amigos, así que si te molesta, mejor hazte a un lado."
El hombre, visiblemente enfurecido por su respuesta, le dio un puñetazo en el estómago, haciendo que Lia se doblara de dolor. Sin embargo, ella no se dejó intimidar. Recuperándose rápidamente, le dio un rodillazo certero en sus partes íntimas, seguido de un golpe en la cara que lo dejó inconsciente en el suelo.
^^^Justo en ese momento, Erick entró a las duchas con una toalla para Lia y se encontró con la escena. Sorprendido, se disculpó rápidamente y, sin decir nada más, agarró al hombre que se estaba despertando y lo arrastró fuera del baño haciendo caso a sus quejas, dejando a Lia para que se recuperara en paz.^^^
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La tensión se sentía en el aire mientras Erick, un hombre de 26 años con una mirada decidida, salió apresuradamente del baño, arrastrando al hombre que había acosado a Lia. El acosador, un tipo robusto de 42 años con una notable panza y aspecto rudo que había estado detrás de Lia.
^^^El pasillo resonó con el primer golpe que Erick le propinó al acosador, una puño directo hizo eco en el estrecho espacio. El acosador, sorprendido por la rapidez y fuerza de Erick, apenas tuvo tiempo de reaccionar antes de recibir un segundo golpe que lo hizo retroceder, tambaleándose hacia los pasillos.^^^
Los internos comenzaron a asomarse desde sus celdas, atraídos por el estruendo. Mujeres, ancianas, hombres rudos, solitarios, y hasta algún drogadicto, todos se detuvieron a observar la pelea. Las opiniones se dividían mientras los murmullos crecían:
..."¡Por fin alguien le pone en su lugar a ese desgraciado!" exclamó una mujer con evidente satisfacción....
^^^"Erick va a destrozarlo si sigue así," comentó un anciano con voz temblorosa.^^^
"Este lugar se está volviendo un caos," se quejó un hombre solitario
Etham siguió avanzando, empujando al acosador por los pasillos con cada golpe. El hombre intentó devolver algunos golpes, pero la furia y la fuerza de Erick lo superaban fácilmente.
^^^Finalmente, llegaron al comedor, donde el acosador, sintiéndose acorralado, vio un cuchillo sobre una mesa y, en un desesperado intento de defensa, lo agarró con rapidez. Erick se detuvo por un momento, evaluando la situación, sus ojos fijos en la mano que sostenía el arma.^^^
Fue entonces cuando el Anfitrión hizo su aparición. Su entrada fue tan inesperada como teatral. Caminó lentamente hacia los dos hombres, su presencia calmando el alboroto, aunque no sin un toque de diversión en sus ojos. Una sonrisa juguetona se dibujó en su rostro mientras observaba a los combatientes.
"Vaya, vaya… parece que ambos tienen interés en la misma gata," dijo el Anfitrión, con un tono lleno de ironía, refiriéndose a Ali. El comentario arrancó risas nerviosas de algunos de los espectadores, aunque Erick apenas reaccionó, con la mirada fija en su oponente.
^^^El acosador, sudando y con el cuchillo temblando en su mano, retrocedió un paso, confundido por la situación. El Anfitrión continuó, dirigiendo su mirada al hombre:^^^
^^^ "Pero tú, amigo mío, es mejor que te des por vencido. No la acoses, no hables de ella, ni siquiera pienses en ella. Porque, sinceramente, no sabes con quién estás tratando.^^^
"Las palabras del Anfitrión eran suaves pero cargadas de amenaza. Dio un paso hacia el acosador, su sonrisa desapareciendo mientras su tono se volvía más frío. "Cuando tengas pruebas de lo que dices… estaré dispuesto a escucharlas. Hasta entonces, mantente al margen.
^^^"El Anfitrión no necesitó decir más. El acosador, sintiendo el peso de la advertencia, dejó caer el cuchillo al suelo, la derrota claramente visible en su rostro. El hombre se mantuvo en silencio, pero su postura relajada indicaba que había recibido el mensaje. La multitud, comprendiendo que el espectáculo había terminado, comenzó a dispersarse, algunos murmurando entre ellos:^^^
"Esos dos se iban a matar," comentó uno de los hombres rudos.
"El Anfitrión siempre sabe cómo calmar las cosas… a su manera," respondió otro con una sonrisa.
^^^Erick observó cómo el acosador se retiraba, todavía temblando. Sabía que la lección había sido aprendida, al menos por ahora. El Anfitrión, satisfecho con el resultado, dio una última mirada a Erick, dejándolo solo en el comedor, donde el eco de la pelea aún parecía resonar en las paredes.^^^
