Bruna es una mujer luchadora que enfrenta un dilema: invertir en su carrera sin descuidar a su hija Melissa, y vive el gran desafío de ser madre soltera.
Daniel Colatto, heredero de la mayor constructora del país, reacio a los niños y al matrimonio, ve su vida marcada al conocer a una persona que cambia sus convicciones y su destino...
NovelToon tiene autorización de Quel Santos para publicar essa obra, el contenido del mismo representa el punto de vista del autor, y no el de NovelToon.
Capítulo 15
Daniel:
Bruna va a la cena y yo me giro para buscarla. La niña ya la encuentro saltando sobre mi cama.
—¿Por qué estás haciendo eso?
—He estado por ahí y no encontré nada divertido que hacer, así que decidí jugar a saltar, ya que no hay juguetes.
—Y no trajiste nada para jugar.
—No.
Me pongo a pensar en buscar papel y lápices de colores para que ella dibuje. Ella se quedó en la mesa de centro dibujando mientras yo decidí revisar algunos correos y repasar algunos proyectos; sin embargo, el dibujo duró solo 30 minutos y ella ya se cansó.
—Ahora entiendo por qué eres aburrido, porque todo aquí es aburrido. No hay nada para que un niño haga.
—¿Quieres ver televisión?
Ella asiente, así que enciendo la televisión. Ella pasa más de 10 minutos cambiando de canal y revisando la tele.
—No hay nada que se pueda ver aquí, solo hay problemas de adultos. Tú no entiendes nada de niños.
—No tengo hijos, por eso no hay nada infantil. ¿Qué quieres que haga?
—Pon el canal de las princesas y de Mickey. Mi mamá lo paga con tarjeta.
Por lo que entendí, debe ser alguna plataforma de streaming. Así que fui a investigar y descubrí que es el tal Disney Plus. Ni yo creo que voy a hacer una suscripción solo para que ella lo vea. Sin otra alternativa, contrato el canal y el tipo empieza a cambiar a todos lados; hay muchos dibujos, al menos eso la mantendrá entretenida.
—Tío Daniel, pon la película de la reina de hielo.
—No sé qué película es esa.
Ella me mira incrédula, como si fuera un extraterrestre.
—La película de Anna y Elsa.
Ella toma el control remoto y sigo buscando hasta que ella señala la película, y ella comienza a ver. Estaba acostada en la alfombra, moviendo las piernas hacia arriba con los codos en el suelo y el vientre hacia abajo. A veces desvío mi mirada hacia la pantalla de la televisión; quién sabe lo que enseñan esas películas. Veo a una niña quedarse con otra porque quiere casarse con alguien que acaba de conocer.
—Pero, ¿dónde se ha visto querer casarse con alguien que acabas de conocer?
—Hasta yo, que soy una niña, sé que no se debe confiar en extraños.
—Tienes razón, pero ¿ella se va a casar con él?
—No, él no es quien ella piensa.
—¿Por qué la reina huyó?
—Ella tiene miedo de hacerle daño a su hermana. ¿Por qué no dejas de preguntar y miras conmigo?
La niña es un poco revoltosa, pero acabo cerrando el portátil y golpeo el sofá para que ella se siente a mi lado; le digo que voy a empezar la película de nuevo y que debe mirar para entender esta historia de la reina huyendo y alguien que quiere casarse con un desconocido.
—¿Pero qué profesión más idiota, cortador de hielo?
—Él es amable.
Y así fue toda la película, yo comentando y ella rebatía.
—Hasta que estuvo bien, el amor verdadero es el de las hermanas.
—El príncipe Hans se parece a ti.
—Yo no soy el villano, soy un príncipe diferente.
—¿Hay una parte 2? ¿Vamos a verla?
—No tienes clase mañana, pequeña.
—Por favorcito.
Ella junta las manos y me mira con ojos tristes.
—Está bien, ¿tienes hambre? Voy a hacer algo para comer.
Mientras fui a la cocina a hacer jugo y sándwich, ella terminó durmiéndose. Como mi sala era caliente, la tomé en brazos y la llevé a la cama, pero miré su ropa. Tengo que hablar con Bruna, los jeans no son buenos para una niña pequeña, son muy ajustados. No podrá dormir con esa ropa, ¿qué voy a hacer?
Camino de un lado a otro y no veo otra alternativa; bajo el zipper y desabotono los pantalones. Luego la cubro con una manta y, por los pies, la hago un poco de esfuerzo, pero finalmente logro quitárselos sin ver nada. Luego termino de cubrirla con un poco de aire acondicionado para que esté fresca y cómoda, coloco las almohadas alrededor de la cama y regreso a la sala. Una hora después, suena el timbre y Bruna entra en la sala.
—Perdóname, amor, la reunión duró más de lo que imaginé.
— No hay problema, estamos bien. Ella pidió que firmara un canal de streaming de Disney y nos pusimos a ver una película de princesas. Ella terminó durmiéndose. Debo admitir que no debería ponerle ese tipo de ropa a la niña; los jeans son muy apretados, especialmente para dormir. Tuve que quitárselos. Pero te juro que no la miré. La cubrí primero y luego los quité por los pies.
— ¿Eres feliz con la suscripción a un streaming por culpa de Melissa?
— Mi casa es de adultos, no había nada que hacer, pero la próxima vez que venga será diferente.
— ¿Próxima vez?
— Pareces un grabador que repite lo que digo.
— Bueno, ya es tarde. Voy a buscarla para llevármela.
— Pero claro que no, vas a dormir aquí con ella. Ya está durmiendo cómoda y calentita en la cama. ¿La vas a sacar al frío? Toma una de mis camisetas y duerme a su lado. Yo dormiré en la habitación de huéspedes. No sería mala idea que durmieras conmigo, pero ella podría despertarse asustada por estar en una casa extraña.
Ella me da un beso y sonríe, y se dirige a la habitación. Ahora que fui a meterme, tengo que preparar esta casa para recibir a una niña. Si necesito quedarme con ella nuevamente, no puede aburrirse...