El Barón Y La Plabeya

Noah está en una casa bastante grande, espera pacientemente que la esposa del almirante baje, se llevó una gran sorpresa al saber que se había casado en su lecho de muerte.

-Estara embarazada?

-Quieres esperar afuera, a veces dan ganas de darte un golpe.

-Que genio ya me voy.

Mientras arriba Sandra respira y se calma, si quería volver a Noah Pero no así, por qué tenía que venir

-Oh! Por dios, por qué estoy tan nerviosa, vamos Sandra, es solo el Barón, -Se da golpe en las mejillas y retoca su maquillaje - Tengo los ojos rojos, rayos, bueno no importa.

Noah está en la sala, sale al jardín, el sol está por ocultarse, solo escucha unos tacones bajar las escaleras, el voltea lentamente y no puede creer lo que ve, su sorpresa es mas que grande.

Aquella mujer camina hacia el, haciendo una reverencia perfecta.

-Baron, buenas tardes, me dicen que quiere hablar conmigo.

El intenta acercarse mas, pero ella con su mano le indica que no, mas bien no puede.

-Perdón, Sandra... -Aclara la garganta- Sra. Collins, buenas tardes, yo... Vine a darle el pésame, lo siento mucho.

-Gracias barón, entremos a la sala.

Él toma asiento en la sala y la doncella está al lado de las escaleras.

-Señora, como es que? Disculpa, Sandra que paso, como conoces al Almirante.

-Barón, no puede llamarme por mi nombre, mi relación con el almirante es de hace años.

Ella voltea a ver a la doncella y le indica que traiga algo.

-Si pero...

-Barón, lo conocí hace cuatro años, cuando me fui, él fue especial, una cosa llevo a otra y aquí estoy.

Él solo ve como la doncella baja cargando un pequeño niño, con cabello negro y piel blanca, se parece a Collins, se parece a ella también.

-Él es?

-Si es Philip Collins de la Vera, mi hijo, estábamos juntos, pero él salía mucho, estábamos juntos y el matrimonio era irrelevante, hasta ahora.

-Pero como es posible que fueras su amante? -Le decía molesto -

-Baron no pierda la compostura, le recuerdo que no somos cercanos, solo nos conocimos, jamás llegamos a tener una relación, me disculpo por lo que ocasione, lo digo de corazón.

-Ja, bien no diré nada, tu padre sabe de él -Se refería al niño-

-No, aún no, Barón nos pensábamos casar y viajar para verlo, pero ahora iré a casa, iré al Ducado Cárter**entre más lejos del puerto mejor**.

-Te vas a ir.

-Philip me dejó, nos dejó suficiente dinero, estaremos bien, mañana saldré al marquesado, y de ahí a la capital, posteriormente a casa.

-Esta es tu casa no, por qué tanta prisa por irte.

-Aqui estaré sola, no quiero eso, quiero que mi hijo crezca con un figura paterna, ese sera mi padre.

-Bien te escoltare al Marquesado, debo ir a la capital también.

-No es necesario.

-No le estoy preguntando Señora, prepare sus cosas saldremos pero no mañana, será en dos días, debo preparar todo.

-No puede obligarme.

-Si puedo, lo sabes. -Noah no sabe por qué está enojado, pero lo está, está muy molesto.-

Ella le entrega el niño a la doncella.

-Súbelo, déjame hablar a solas con el Barón.

-Pero señora...

-No pasará nada.

La doncella sube y los deja, ella solo ve como ella da vuelta en el pasillo, siente que es jalada del brazo fuertemente, era Noah quien queria una explicación, ella en su peinado lleva escondidas dos dagas filosas, de un movimiento Noah termina boca abajo con una daga en el cuello.

-Pero que?

-Mira Noah, no soy la niña débil y berrinchuda de hace cuatro años, no me amenaces por qué no soy facil de amenazar, podrás ser un Barón, pero no tienes ningún derecho sobre mí, saldré mañana por mis propios medios, no necesito escolta y tú sigue con tu vida, yo seguiré con la mía.

-Bien bien, me romperas el brazo, dios, que has hecho estos años, aparte de ser la amante de Collins, si sabes que tenía más amantes.

-Si y yo soy la madre de su hijo y su esposa, ahora vete, también has cambiado, por qué estás enojado.

-Yo no estoy enojado, suéltame ya!

Sandra lo suelta, él solo la ve, jamás imagino que ella podría atacarlo de esa manera.

-Me voy, con permiso SEÑORA.

-Que le vaya bien BARÓN.

Sandra solo ve como sale, y se desploma en el piso.

-Pero que demonio le pasa, está loco, por qué se comportó así.

Noah sale enojado

-Se fue para ser la amante de alguien más, alguien que la engañaba y que solo se casó con ella por el niño.

-Que te pasa? De que hablas? Conoces a la viuda.

-No, ella no es nadie, vamos.

-Necesitamos ir al puerto uno de los caballeros rescatados está haciendo escándalo, dice que no está dispuesto a esperar al duque.

-Que, que se cree ese idiota, vamos.

Aquel caballero, era un traidor, un traidor que dejó sola a la persona que debió proteger, fue comprado con oro, oro que se hundió en el barco, ahora debe regresar a Terán para que le den el resto del dinero, pero si lo hace, será descubierto.

Sandra se cambia y prepara todo, ha mandado un mensaje a la marquesa, saldrá ahora.

-Pero no podemos viajar así con el niño que paso.

-El barón me ofreció escoltarme, pero sabemos que cuando llegue el duque ordenara que todos los caballeros de ese barco vayan a la capital, si viajo con ellos pueden reconocer al niño.

-Pero a caballo es muy pesado para su edad.

-No importa.

-Si importa, es muy pequeño

-Entonces que hago.

-Hoy sale un barco al Ducado, es el de víveres, vamos en ese, mánda un mensaje al Marquesado, es mejor ir ahí.

-De acuerdo.

Ambos salen de noche, ella carga al niño y lo cubre, el doctor va con ella, él conoce al capitán del pequeño barco y al saber quien es la dama acepta llevarlos, solo así alejarán al niño del puerto.

Noah habla con los caballeros y solo uno es el que no está de acuerdo en esperar órdenes.

-A ti, te recuerdo que aquí no eres nadie, si te quieres ir vete, pero será sin nada, sin armas y sin uniforme

-Es mi espada.

-Si, y tu insignia en el saco indica que eres caballero de primer rango, yo me preguntaría por qué estás vivo, los demás son solo caballeros que peleaban por defender a su señora y tú, deberías estar herido o mejor aún muerto con ella y en ese barco en el fondo del mar.

Aquel hombre no podía pedir nada, el Barón es joven, pero es un noble, sus compañeros sin decirlo se hacen la misma pregunta, por qué no estaba con la princesa.

-Yo estaba defendiendo el pasillo, y la explosión que causó el fuego hizo que me desmayara.

Noah en tono de burla solo le contesta.

-Si tu lo dices...

Se retira, ha indicado que cualquiera puede irse pero sin uniforme y sin sus espadas, otro caballero se le acerca para pedirle un favor

-Barón, yo soy solo un simple caballero, pero quiero pedirle que me ubique en el barco que busca los restos de mi señora.

-Será difícil que la encontremos.

-Solo déjeme.

-A mí también

-Y a mí

-yo también quiero ir.

Le decían los demás caballeros.

-Solo déjenos ir, sin uniforme, sin armas, solo como marineros, no solo es ella, es el pequeño, el capitán del barco, nuestros compañeros.

-Bien, el barco sale en un rato, llévenlos, que suban y si intentan huir los avientan al agua y que mueran como debió ser