Sin Rumbo

Al llegar a casa me duche y me puse cómoda tenía que comenzar a cocinar.

- Recuerda Sarah sin comino.-

La practica estaba por comenzar, Lucía no estaba muy interesada pero sabía que iba para acompañarme y le compre comida para que no se aburra.

- No vino con Sarah.-

- Pero si con Lucía no? La he visto con ambos y dijo que mañana irá con ambas a la fiesta.-

- Mañana estarán en nuestro territorio y eso chico guapo será tuyo.-

- No vayas hacer nada tonto, no quiero problemas con ninguna.-

- Esta bien no haré nada pero si necesitas ayuda o algo me avisas.-

- De acuerdo, gracias ahora formación!-

Lucía veía sus golosinas, Aron veía tanto a Cinthia como a Exequiel y Sara veía el reloj revisando y preparando todo para la cena habían pasado un par de horas ya y en cualquier momento llegaría la profesora hasta que por fin sonó el timbre de la entrada.

- Ahí voy.-

Antes de abrir se ve en el espejo, vestía unos jeans oscuros, una blusa color durazno tenía el pelo recogido y estaba apenas maquillada.

- Buenas noches Bianca.-

- Profesora, esta muy guapa.-

Ella llevaba un abrigo, un suéter con cuello de tortuga y una falda con un par de botas.

- Bueno gracias tu también.-

- Yo? De entre casa, por favor pase.-

- Gracias, con permiso.-

- Déjeme su abrigo, lo guardare.-

- Aquí tienes.-

- Pase, mi casa es su casa.-

- Traje vino, fue la opción más adecuada creo.-

- También lo creo, quiere una copa?-

- No quieres dejarlo para la comida?-

Sarah va hacia una estantería donde le muestra muchas botellas y un mueble donde... había muchas más botellas.

- Yo no me preocuparía por eso.-

- Vaya, entonces si quiero, me acompañas?-

- Aquí tiene, debe disculparme pero aquella copa es mía profesora.-

- No pasa nada, creo que ahora que estamos en tu casa podríamos ser un poco más informales no crees? Bianca?-

- Me gustaría mucho...?-

- Gabriela.-

- Gabriela, es un nombre encantador.-

- Bueno gracias, Bianca también es un nombre muy bonito.-

- Se lo agradezco, siéntese donde quiera yo seguiré por aquí.-

- Bien y... te madre?-

- Estara fuera el fin de semana por trabajo.-

- Creí leer que era abogada no es asi?-

- Así es, pero no de esos abogados buitres mamá es una buena abogada como las que salen en la tele.-

- Ya veo y tu padre?-

- No tengo, Bueno si hubo un hombre pero cuando se entero de que mi mamá me esperaba nos dejó.-

- Lamento Oír eso Bianca.-

- No, por favor descuide mamá ha hecho un gran trabajo siendo ambas cosas en mi vida.-

- Debe ser una mujer muy valiente.-

- Lo es, es la mejor del mundo... y su hijo?-

- A esta hora ya debe estar en casa o por llegar.-

- Parece un buen chico, y su padre?-

- El esta en el extrajero, también trabajando.-

- Otro padre ausente , hablando de valentía usted no se queda lejos.-

- Tratamos de hacer lo mejor para nuestros hijos.-

- Ya lo creo, Salud por las madres.-

- Y por los hijos.-

Brindaron.

- Ahora si quiere hablar de lo que paso hoy?-

- Tu quieres?-

- Claro que si.-

- Quieres comenzar tu?-

- Que puedo decirle, no me gusto que nos interrumpieran pero lo hicieron, yo no quiero ocultarle nada... espero no lo tome a mal pero usted me gusto desde el momento en el que la vi afuera de la oficina del director.-

- Pero esa fue la primera vez que nos vimos.-

- Así es, desde ese momento.-

- Bianca nose que decirte.-

- Lo que le salga, hoy no habrá respuestas equivocadas.-

- A mi tampoco me gusto que nos interrumpieran.-

- N-no?-

Ambas sonríen.

- Creo que la salsa ya está, quiere probar?-

Gabriela se acerca a Sarah, ella levanta el cucharón con sumo cuidado, sopla y le ofrece el contenido a lo que la profesora no lo toma si no que directamente prueba la salsa.

- Esta deliciosa.-

- Si pues me al... tiene un poco de salsa en el labio.-

Sarah retira la salsa desubicada con el pulgar y la consume sin dejar de mirar a Gabriela.

- Ya esta.-

- Bianca, espera.-

- Si?-

- Te ayudare a emplatar.-

- Como guste, todo está listo en la mesa, solo debo sacar la carne del horno y ya esta.-

- Yo la sacaré.-

- Se lo agradezco, Gabriela que... cree que hubiese pasado si no hubiese sonado su teléfono?-

A veces la sutileza no era su fuerte, esa pregunta hizo que una corriente pasara por mi espalda.

- Tu que crees? Más bien que te gustaría que hubiese pasado?-

Sarah suelta el utensilio, se dirige a su profesora, toma su mano, la mira para luego besar su palma y esa mueca arriba de la muñeca para sorpresa de su portadora no fue un picó si no que un verdadero beso de esos que son ansiosos, esos que te abren una puerta para mucho más.

- Eso me hubiese gustado, profesora.-

Sarah vuelve junto a la Olla y no dice una palabra al igual que su invitada quien está claramente sonrojada.

- P-puedo usar tu baño?-

- Por supuesto, es el que está pasando la escalera.-

- Gracias.-

Rápidamente se va, una vez que Sarah la pierde de vista bebe todo el contenido de su copa y respira.

- Tranquila Sarah no la espantes, vas bien.-

En cuanto a Gabriela.

- Por el amor de dios que le pasa a esa muchacha.-

Ve su mano.

- Que estas haciendo aquí gabriela, debi haberla besado? Por que le pedí para usar su baño?-

Mojo sus mejillas esperando a que con eso, bajara el calor.

- Eres la adulta aquí gabriela, deberías ser quien dirija todo esto.-

Decidida sale del baño y vuelve a la cocina donde Sarah ya no se encontraba.

- Sarah?-

- Aquí en el comedor, espere podr...-

Ambas se cruzan, chocandose.

- Esta bien?-

- Si...-

- Le decía que si podía trae...-

Es interrumpida.