Un corazón tan marchito y podrido solo existía en el cuerpo de Teresa Novac. Emperatriz malvada que odia y humilla a su propio hijo. Sin embargo, el alma de una borracha poseé a ese personaje cruel. Dando se cuenta que el corazón de esta emperatriz es oscuro y perverso
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capitulo 14: El peso del deber.
Tras pasar varias semanas el aniversario del imperio llamado Erzerbet había llegado. Los preparativos se hicieron con anticipación y con orden. Cada año era un desastre que se podía disimular con los festivales, sin embargo, está vez, con la ayuda de Teresa en la corona, es un éxito garantizado que será los siguientes días.
Aunque para el imperio es una semana entera de celebración, para el palacio solo habrá una gran ceremonia en el templo seguida de la noche de un baile para abrir los festejos en todo el país.
______ al mediodía, en el palacio.
— majestad. Ya está listo el conjunto que me pidió para la familia imperial.— mencionó Marlene.
Teresa terminó de sellar algunas cartas. Y con gran expectativas se fue junto con la modista. La marquesa expresa la siguiente palabras.
— le he preparado ese y otro para esta noche. Le quedará a par con su majestad. Semanas llena de trabajo valdrán la pena. Lo sé. Sé que usará este vestido para su presentación de la ceremonia, por eso, lo hice como me pidió, majestad, sencillo y elegante, que resaltará el honor familiar del imperio.
— eres muy buena tomando las ideas. Estoy ansiosa de ver tú trabajo.
— ha... También le hice uno al joven albino. Le haría bien un atuendo bonito para el baile.
— ¿A Constantine?
— sí. Tal vez él me mate con la mirada; es muy serio y perfecto y yo un desastre. Pero no es malo. Al contrario, se encargaba de que las sirvientas me dejen la comida. De lo contrario, se me olvidaba alimentarme. Me gustaría darle la gracias pero siempre está muy ocupado, así que le dejo ese vestuario.
— podrías ir al baile. Todos están invitados. Darle la gracias en persona a Constantine, el lo apreciaría mucho.
— gracias por la invitación, pero tengo planeado dormir hasta por una semana.
Teresa tocó su hombro e hizo que se detuvieran. La emperatriz observó y notó el cansancio absoluto que tenía Marlene. Ella se merecía un buen descanso y una paga que fuese generosa por su trabajo.
— yo, me siento afortunada de esta oportunidad. Necesito pagar la deuda de mi tío. Él me dejó el marquesado en quiebra, dejó todo a mi nombre y me converti en jefe de la familia. De todas formas, mi tío no tenía más herederos.
— entiendo.
Teresa, miraba a Marlene con una mezcla de admiración y comprensión. La modista, con esfuerzo y dedicación, deseaba lograr equilibrar las finanzas del marquesado. Un peso que fue puesto en sus hombros siendo tan joven.
— tu arduo trabajo no ha pasado desapercibido, Marlene.— dijo la emperatriz, con una voz que resonaba como un susurro de gratitud. Marlene sonrió humildemente, sintiendo que sus sacrificios estaban finalmente siendo reconocidos.
Al llegar al taller, con un gesto elegante, Teresa hizo un movimiento hacia una mesa adornada con delicados bordes de patrón dorado. Sobre ella reposaban los vestuarios que Marlene había preparado para la familia imperial. Los tonos de azul se entrelazaban con hilos dorados, creando un espectáculo visual que evocaba elegancia. Cada prenda, confeccionada con esmero, reflejaba la luz de manera cautivadora, mientras los bordes de patrón daban vida a cada diseño.
— son simplemente deslumbrantes— exclamó Teresa, viéndolo en el maniquí, de un azul profundo con aplicaciones doradas que destellaban como estrellas.
Marlene, emocionada, explicó los detalles de cada atuendo, destacando la historia y la simbología detrás de los patrones elegidos.
— como esto se lo pondrá en la ceremonia de aniversario en el templo, son los patrones de los primeros emperadores que gobernaron el imperio con algo más moderno. Investigue y observé los vestuarios que ellos portaron y me inspire.
— tu talento es un verdadero regalo para nuestra casa— continuó la emperatriz, sus ojos brillando con gratitud.— estoy ansiosa por ver cómo quedarán Gael y Howard en ellos.
La hora avanzaba, y con un gesto de la mano, Teresa ordenó a los sirvientes que llevaran los vestuarios al emperador y al príncipe.
— asegúrese de que lo reciban con la misma devoción con la que han sido creados— añadió, mientras se dirigía hacia su habitación. — haré que más reconozcan tú trabajo, se nota que lo ama y lo hace a la perfección. Ahora me iré a preparar para la ceremonia.— dijo la emperatriz, sonriendo a Marlene una última vez antes de desaparecer entre las cortinas doradas de su alcoba.
Las sirvientas se llevan el vestido de la emperatriz para asistirla en la vestimenta. La marquesa por fin puede respirar. Todo la ropa que encargo Teresa ya está lista. Y como muestra de afecto ante tal trabajo, Marlene cae al piso en un intento de caer sobre la cama. Pero aún así se quedó dormida ahí.
Después de una hora, llega Constantine. Tocó repetidamente la puerta del taller de la marquesa. Al no ver respuesta, él entró de todas formas.
— marquesa. La emperatriz dijo que tenía algo que entregarme. ¿Marquesa?
Constantine se agachó suavemente, sus ojos se posaron en Marlene, que yacía en el suelo. Los ligeros ronquidos que escapaban de sus labios le confirmaron que estaba en un profundo sueño, ajena al caos que la rodeaba; un desastre de tela. Él, con su obsesión por el orden y la perfección, no podía evitar sentir una mezcla de frustración y aprecio por ella. A pesar del desorden de su vida, Marlene era una buena mujer, llena de vida y locura.
Con un suspiro resignado, se inclinó y la levantó en sus brazos. Su peso, aunque no lo parecía a simple vista, era palpable y le hizo pensar que ella pesa más que su trabajo. La llevó con cuidado hasta la cama, donde la acomodó. Mientras la observaba, notó la belleza en su rostro, a pesar de lo loca e imperativa que es. Sin embargo, la familiaridad cruzó su mente, como si la conociera de algún lugar, pero se desvió de esos pensamientos, sabiendo que debía centrarse en sus quehaceres.
Al levantarse, su mirada se detuvo en un maniquí que adornaba la habitación. Un traje impresionante en tonos azules y blancos, con un emblema imperial que brillaba bajo la luz tenue. Era un trabajo excepcional, un reflejo del talento de Marlene, que le había capturado la atención, y mucho. Sin saber que aquel atuendo había sido creado especialmente para él, Constantine salió de la habitación.
Más tarde, en la capital, la familia imperial avanzaba hacia el templo, caminando juntos por el bullicioso camino. La ceremonia del aniversario estaba a punto de comenzar, y el aire se llenaba de expectativa y alegría. Tanto como Teresa, Howard y Gael caminan en los adoquines.
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El príncipe reía con emoción. Pues era la primera vez que iban combinado los tres.
— este año, el sumo sacerdote dará la bendición para este imperio.— comentó Howard, mientras caminaba con Teresa a su lado—. Cada año se debe de hacer para que la abundancia y la buena suerte siempre esté en este imperio. Aunque es muy importante, aveces me quedaba dormido. Tú me despertaba con un golpe en el tobillo.
— ah, cierto. Pero ya no pasará. Te veo más energético.
— por supuesto. Gracias a que este año me has ayudado, no estoy tan cansado.
— bueno, es difícil el puesto de una emperador tanto como una emperatriz. En cambio tú, los años anteriores cargabas con ambos pesos. Lamento haber sido tan egoísta.
— no tienes de que lamentarte. Ahora debemos ser mejores que antes. Vamos. Debemos ser lo primero en llegar.
Teresa asintió y le tomó la mano a Gael y Gael el príncipe se la dió a su padre. Al entrar al templo, tomaron asiento en sus puestos correspondientes y a los minutos fueron llegando los habitante de la capital. Cuando se llenó, el sumo sacerdote llegó para comenzar con el inicio de la ceremonia.
Realmente las palabras del sumo sacerdote daba sueños. Un hombre mayor, con una voz suave, inducía a Teresa en un sueño. El cansancio era tan pesado para ella que se quedó dormida en hombro de Howard.
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“la vida da tanta vuelta. Ahora eres tú quien duerme del cansancio. Te dejaré descansar. Conozco como es el peso de la corona."
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Muchas gracias por leer. No olviden dejar su preciado me gusta en el capítulo 💕