El Despertar De La Reina Elfa

Al llegar a la fiesta de té, me di cuenta de que no era una fiesta de té normal, era más como una fiesta entre los jóvenes nobles, pues estaban todos los herederos e incluso el Conde Condul, el único con su título propio.

- Bienvenida Alteza.

- Señorita Parker, gracias por la invitación, pero ¿no era una fiesta de té?

- Jaja, quisimos hacer algo diferente esta vez.

-Así veo.

Me dirigí hasta la mesa donde estaban los invitados.

- Alteza, Bienvenida.

Los chicos presentes hacen una revencia. Las chicas se acercan para hablar con Elaria.

- Alteza, a pesar de que era sorpresa, usted viene vestida para la ocasión.

- Gr-Gracias, no quería nada muy formal.

De hecho fue Melissa quien le eligió el vestido, porque ella quería uno negro, pero Melissa le dio uno turquesa que le quedaba mejor para la ocasión.

- Sé ve muy hermosa Alteza.

Me tense al escuchar su voz, ¿acaso me lo encontraré a donde sea que vaya?.

 Tanto las chicas como los chicos presentes hacen una reverencia.

- Bienvenidos, altezas.

- Príncipe Eldric.

Dije sin más.

- Oh, Alteza es un honor que haya asistido.

La Señorita Parker hace una reverencia, pero se notaba que intentaba llamar la atención de Eldric, el cual, no le era indiferente.

Suspire y me puse a caminar por el jardín.

- oh prima, no sabía que también venías.

- Ah, sí, sería de mala educación no acudir a una invitación.

Kael estaba caminando cerca, al verme me saluda con la mano y sigue su camino.

- Que bueno que hayas venido, por casu...

- Lo siento, debo atender algo.

Me dirigí en busca de Kael, quería algo de compañía, y él es una buena compañía.

- Que estoy pensando.

Dije sacudiendo la cabeza, al llegar una esquina cuando iba a cruzar me choque con alguien y caí al suelo.

- Oh por Dios princesa, ¿se encuentra bien?

Asentí.

- No se preocupe Príncipe Kael.

Cuando intente levantarme volví a caer por un fuerte dolor en el tobillo.

- Auch!!.

- Y-yo lo lamento tanto, déjeme ayudarla.

Antes de decir algo, Kael me cargo en sus brazos y me llevó hasta una fuente que estaba cerca.

- ¿Le duele mucho?

-N-no sé preocupe, estoy bien.

- Intente levantarse

Dijo mientras me agarraba la mano. Lo intenté pero dolía mucho.

- Espéreme un momento por favor.

Kael se alejó, pero no mucho tiempo hasta que regreso.

- Ya viene un doctor para revisarla, no se mueva.

Kael se quedó de pie junto a mí.

- Príncipe Kael, escuche por mi padre que irán de visita al palacio este fin de semana.

- Así es Alteza, nos enteramos sobre las negociaciones del Marqués Flauder, y queremos investigar con quien era que hacía los negocios de nuestro reino.

- Ya veo, pero...

Lo dude por un segundo, Kael me miró con curiosidad.

- ¿Está libre el domingo Alteza?

Kael me miró, se noto que estaba sorprendido por mi pregunta.

- ¿a que se debe Princesa?

- Quería saber si...¿Le gustaría ir a comer conmigo?

-U-una ci-cita?

dijo Kael en apenas un susurro, mientras voltea a otro lugar, sin embargo, sus orejas estaban rojas. Sonreí

- Hace unos días fui a comer algo en e restaurante de la Señora Rosa y me preguntó por ti.

-Y-ya veo.

dijo algo cabizbajo.

en ese momento llego el doctor, y Kael ayuda al señor.

- Señorita, seria mejor ir a casa y descansar, tiene un esguince, trate de no apoyar ni forzar el movimiento del pie, tómese estas medicinas, la ayudarán con el dolor, Y pídale a su médico le cheque el día mañana para que le cambie la venda.

Sin más hace una reverencia para ambos y se retira.

- Alteza déjeme la acompañe a su carro, no creo que sea buena idea quedarse más en la fiesta.

- Gracias por su preocupación Príncipe, pero deseo quedarme un poco más, y luego me retiraré, mandare a llamar a mi caballero para que me ayude.

- De ser así, no es necesario que llame a nadie, yo la ayudaré, claro, si usted me lo permite.

- Sería todo un honor.

Dicho eso Sonreí, Kael es muy lindo cuando se pone tímido y se ve muy sexy cuando se pone sobreprotector.

Me ayudó a ponerme de pie y fuimos juntos de nuevo al jardín principal.

- Pero Alteza, ¿qué le ocurrió?

grito la Señorita Parker al verme llegar con una venda en el pie y siendo casi cargada por Kael.

- Tuve un pequeño accidente, pero no se preocupen ya reviso un doctor, todo está bien ahora.

Kael me ayudó a sentar en una silla y así pase un rato, cuando empezó a anochecer me despedí de todos y me dirigí a casa con Kael ayudándome.

No supe nada de Ariandel y Eldric desde que volví a la fiesta, supongo que están juntos, mejor, son el uno para el otro.

No se en que momento me quedé dormida, solo recuerdo haber despertado al llegaba casa, estaba apoyada en Kael, y él me tenía abrazada, supongo para no caer.

- Esta bien Alteza, debe volver, es tarde.

- Por favor, déjeme llevarla adentro y luego me iré.

Accedí, cuando estábamos entrando nos encontramos con papá de frente.

- Elaria, hija ¿estás bien?

- Buenas noches Majestad.

Dice Kael haciendo una leve reverencia.

- Príncipe Kael, muchas gracias por ayudar a mi hija.

- no es nada Majestad, después de todo es mi culpa.

- Papá, estoy bien, ayúdame, para que el Príncipe pueda irse.

- ¿qué dices? claro que no.

Mire confundida a papá, no entendía que quería decir con eso, y creo que se notaba mi confusión porque volvió a hablar.

- Príncipe Kael, ¿Le gustaría quedarse a cenar?

Mire a papá sorprendida, y luego a Kael que tenia una leve sonrisa al verme sorprendida.

- Sería un honor, pero no se si le agrade la idea a la princesa.

- P-para nada, quédese Alteza.

Sentí la mirada de papá, tuve que actuar rápido.

- Entonces será un honor.

Entre ambos hombres me llevaron hasta el comedor y allí justamente se estaba preparando todo para la cena, papá pidió pongan otro plato más pues tenemos un invitado.

La noche paso entre risas y charla entre papá y Kael, yo solo comía en silencio, hablaba cuando me preguntaban algo y ya, pues se veían muy contentos hablando entre ellos.

- No recuerdo que papá se llevase bien con Eldric en el pasado.

- ¿dijiste algo hija?

- No padre, no me haga caso.

- A todas estas, ¿dónde está Ariandel? me enteré que fueron a la misma reunión.

- E-eso no lo sé padre, de un momento a otro la dejé de ver, así que no sé dónde se encuentra.

- Esa niña, le pedí que regresaran juntas, pero no hace caso.

- No debe preocuparse Majestad, probablemente esté con mi hermano, como saben ambos se llevan muy bien.

- Ya veo.