Esta es la historia de 6 lobos, que con ayuda del buscador de mates Nolan Suche, parten en busca de sus parejas destinas, llegando a lugares a los que nunca se imaginaron visitar y experimentando todo tipo de experiencias que los podrán a prueba, pero para estos 6 lobos, ninguna prueba es lo suficientemente difícil, si la recompensa es esa personas que estuvieron esperando toda la vida.
Esta es la continuación de mi historia “La Buscadora de mates” espero que les guste.
Esta historia se concentrara en los hijos de Susana y Malik, los de Donia y Kalil, y los de Elizabeth y Julian.
NovelToon tiene autorización de Maria Guadalupe Vazquez para publicar esa obra, el contenido del mismo representa el punto de vista del autor, y no el de NovelToon.
Capítulo 14
VICTOR
No tengo ni idea de lo que está haciendo Tara, se supone que solo limpiaría la cocina, pero la oigo mover de todo allí abajo, y aunque en más de una ocasión quise bajar y averiguar que estaba haciendo, sobre todo cuando subió a la habitación de al lado, no me moví de donde estaba, si ella me pidió que subiera a la habitación, seguramente fue para mantener lo que sea que esté haciendo en secreto, y sería muy desconsiderado de mi parte bajar y arruinar, sé lo que sea que esté haciendo.
- Amor, necesito tu ayuda – oigo que me llama, y ansioso por saber que es lo que ha estado haciendo, bajo las escaleras de dos en dos y al llegar me quedó mudo.
Allí parada sobre una mesa, en medio del lugar esta Tara, luciendo un hermoso conjunto de lencería, que si bien es parecido a los que suele usar para bailes en el club, a la vez es muy diferente, puesto que el estilo y el color no son para nada estridente ni exagerado, sino que es algo más sencillo, de acuerdo a la personalidad de mi mate.
- Sabes amor, he notado que en todo el tiempo que hemos salido, nunca he bailado para ti y solo para ti, y creo que es momento de remediar eso – me dice, mientras prende la música y comienza a bailar de manear sensual.
Como hipnotizado me acerco a ella, embobado por lo que veo, Tara es hermosa, y muy sensual, y con cada movimiento que hace, yo quedo más fascinado y hechizado, y sin pensarlo mucho estiro mi mano para acariciar su piel.
- Solo ver, nada de tocar – me dice, mientras se aleja de mí y comienza a quitarse su ropa lentamente, algo que hace que mi excitación crezca inmensamente.
Frustrado, excitado, fascinado y feliz, eso es lo que siento ahora mismo, al ver a mi mate bailando para mí y solo para mí, esto es el cielo, en eso, veo como Tara me hace una seña para que me siente en una silla que coloco cerca de la mesa en donde está bailando, por lo que obedientemente hago lo que ella me dice, y una vez estoy sentado, Tara baja de la pequeña mesa y comienza a bailar alrededor mío, perdiendo poco a poco, las pocas prendas que lleva, quedando solo con la parte inferior de su ropa interior, y se sienta a horcadas sobre mí.
- Ahora, si cariño, puedes tocar – me dice, mientras paso los brazos alrededor de mi cuello y me besa.
Sin perder tiempo, la acerco a mí tomándola de la cintura y comienzo a acariciar su espalda desnuda, mientras que ella, sin romper el beso, comienza a quitarme la ropa, por lo que, para facilitarle el trabajo, me levanto de la silla, y voy hacia la cama improvisada que hizo mi mate.
Separo mis labios de los suyos y comienzo a besar su cuello, acercándome cada vez más sus pechos, los cuales comienzo a tocar sin pudor alguno, arrancándole a mi compañera sonidos de placer.
- Creí que nunca habías estado con una mujer – me dice, mientras acaricia mi cabello.
- Y nunca he estado con una, pero mi padre, en contra de nuestra voluntad nos habló sobre como complacer a muestra mate – le digo, mientras sigo bajando, dejando besos por todo su cuerpo, hasta que llego a esa última prenda que aún lo cubre, lentamente y acariciándola en todo momento, se la quitó.
- Pues recuérdame que le lleve un regalo a tu padre, porque lo estás haciendo increíble – me dice Tara, quien me aparta un poco, y con un movimiento que no vi venir intercambia los papeles, quedando encima de mí – ahora es mi turno – me dice.
Tara, como yo lo hice hace un momento con ella, recorre mi cuerpo con sus labios, la única diferencia es que ella tiene que deshacerse de más prendas de las que tuve que deshacerme yo, pero esto no parece importarle mucho, puesto que puedo ver en sus ojos lo mucho que disfruta desnudarme.
Una vez ambos quedamos completamente desnudos, una bella danza comenzó, una danza íntima en la que nos demostramos lo mucho que nos amamos, y cuando al fin nos hacemos uno, el placer que sentimos es tal, que nos perdemos en esas nuevas sensaciones.
- Márcame, deseo unirme a ti – me dice Tara, mientras me muevo en su interior.
Al oír sus palabras mi corazón se llena de alegría, al saber que desea unirse a mí.
Ambos no movemos en perfecta sincronía, y cuando siento que Tara está a punto de llegar al clímax, me acero a su cello y la muerdo cerca del hombro, dejando así mi marca en ella, no pasa mucho tiempo, cuando Tara, guiada por sus nuevos instintos me muerde en el mismo lugar en el que yo la mordí a ella, dejándome así su marca en mí, provocando que ambos lleguemos juntos al final.
- Wow, esto se siente increíble – me dice ella, quien se mueve sobre mí para despertar mi virilidad – me siento llena de energía, tan llena, que creo que podría seguir toda la noche – me dice mientras besa mi torso.
- Podríamos intentarlo – le digo, a la vez que le doy la vuelta y entro en ella de un solo movimiento.
- Eso para mí sería un placer, intentarlo – me contesta y nuevamente volvemos a caer presas de la pasión.
No sé cuántas veces lo hicimos, pero cuando al fin paramos, el sol ya se asomaba por el horizonte, iluminando nuestros cuerpos cansados.