En las oscuras calles de San Fernando, Chile, cinco hermanos luchan por salir de la pobreza y se enfrentan a un destino que los llevará al mundo del crimen. Belén, la hermana mayor, ha sido siempre la protectora de la familia, aunque sin mucha visión, cuidando con dedicación a sus hermanos menores: Brayan, Marco, Jonathan y José.
Nacidos y criados en El Naranjal, un barrio humilde, la muerte de sus padres los deja desamparados. Buscando nuevas oportunidades, se mudan a San Fernando. Sin embargo, la situación no mejora, y desesperados, deciden adentrarse en el crimen. Marco, un policía retirado, se convierte en el cerebro de las operaciones. Jonathan, el más problemático, maneja las finanzas. Brayan, un fiestero apasionado por el fútbol, y José, amante de la música y los videojuegos, se encargan de la protección.
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Capítulo 14: La Ventas y Compras de Armas
Escena 1: Preparativos para la Compra
Después de enfrentar las amenazas recientes, los hermanos deciden que es hora de reforzar su arsenal. La guerra por el poder en San Fernando está lejos de terminar, y necesitan armamento de calidad para mantener su ventaja. Belén, como la líder estratégica, organiza una reunión con un conocido traficante de armas, Alejandro "El Lobo", quien es conocido por sus conexiones y su discreción.
Belén, revisando un mapa en la mesa, comenta a sus hermanos: "Alejandro es nuestra mejor opción. Tiene acceso a armamento de primera y es confiable... en su medida."
Marco, siempre el pragmático, añade: "Debemos ser cuidadosos. No podemos permitir que la información de esta compra se filtre a nuestros enemigos."
Jonathan, con una sonrisa confiada, dice: "Déjamelo a mí. Me encargaré de que la seguridad sea impenetrable."
Escena 2: La Reunión con Alejandro
La reunión con Alejandro se lleva a cabo en un almacén abandonado en las afueras de la ciudad. El lugar está fuertemente custodiado por los hombres de Alejandro, armados hasta los dientes y con miradas vigilantes.
Alejandro, un hombre de mediana edad con cicatrices que cuentan historias de su vida peligrosa, saluda a los hermanos con un gesto cordial. "Belén, es un placer verte de nuevo. Veo que los negocios te han tratado bien."
Belén responde con una sonrisa firme: "Alejandro, necesitamos el mejor armamento que puedas ofrecer. La situación en San Fernando se está calentando y no podemos darnos el lujo de estar mal preparados."
Alejandro asiente, sacando un catálogo de armas y equipos. "Tengo lo que necesitas: rifles de asalto, pistolas automáticas, granadas de mano, y algo de equipo táctico avanzado. Todo de primera calidad."
Escena 3: Inspección del Armamento
Mientras Alejandro y Belén negocian los términos, Marco y Jonathan inspeccionan el armamento. Cada arma es revisada meticulosamente para asegurarse de que funcione perfectamente y cumpla con sus estándares.
Jonathan, sosteniendo un rifle de asalto, comenta: "Este es un buen equipo. Podría marcar la diferencia en nuestra próxima confrontación."
Marco, verificando la precisión de una pistola automática, añade: "No podemos permitirnos fallos. Todo debe ser perfecto."
José, quien ha estado observando en silencio, toma una de las granadas y la estudia con interés. "Con esto, podremos desmantelar cualquier emboscada que nos preparen."
Escena 4: La Transacción
Después de revisar el armamento y acordar un precio, los hermanos y Alejandro sellan el trato. Se realiza una transferencia electrónica, asegurando que ambos lados cumplan su parte del acuerdo.
Alejandro, satisfecho, dice: "Un placer hacer negocios con ustedes. Espero que estas armas les sirvan bien."
Belén, estrechando su mano, responde: "Lo harán. Gracias, Alejandro. Mantendremos el contacto para futuras transacciones."
Escena 5: Distribución del Armamento
De vuelta en su base, los hermanos comienzan a distribuir el armamento entre sus hombres. Cada uno de los miembros clave de su organización recibe armas nuevas y equipo táctico.
Brayan, supervisando la distribución, dice: "Estas armas nos darán una ventaja significativa. Asegúrense de que todos sepan cómo usarlas correctamente."
Jonathan, dando instrucciones a los hombres, añade: "Entrenaremos duro. Quiero que cada uno de ustedes sea un experto con este equipo."
Escena 6: La Amenaza Latente
Mientras los hermanos fortalecen su arsenal, sus enemigos no permanecen inactivos. Ramírez, el despiadado líder del cartel rival, se entera de la transacción y planea un ataque para debilitar a los hermanos antes de que puedan utilizar sus nuevas armas.
En su escondite, Ramírez reúne a sus hombres y les dice: "No podemos permitir que los hermanos dominen el mercado de armas. Atacaremos su base y destruiremos su nuevo armamento antes de que lo usen contra nosotros."
Escena 7: Preparativos para el Ataque
De vuelta con los hermanos, José, siempre alerta, intercepta una comunicación que revela los planes de Ramírez. Con rapidez, informa a sus hermanos sobre el inminente ataque.
José, con seriedad, dice: "Ramírez planea atacarnos esta noche. Debemos estar preparados."
Belén, con determinación, responde: "No permitiré que nos tomen por sorpresa. Nos prepararemos para su ataque y les daremos una lección que no olvidarán."
Marco, afilando su cuchillo, añade: "Esta será nuestra oportunidad para demostrar que no somos presas fáciles. Nos defenderemos con todo lo que tenemos."
Escena 8: La Batalla
Esa noche, las fuerzas de Ramírez atacan la base de los hermanos. La batalla es feroz y despiadada. Las nuevas armas de los hermanos demuestran ser decisivas, permitiéndoles repeler el ataque y causar graves bajas en las filas enemigas.
Jonathan, liderando el contraataque, grita: "¡Defiendan nuestra base! ¡No dejen que pasen!"
Brayan, con un rifle en mano, dispara con precisión, derribando a los atacantes uno por uno.
Belén, coordinando la defensa, ordena: "Manténganse juntos y no cedan terreno. Esta noche demostramos nuestra fuerza."
Escena 9: La Victoria y la Reflexión
Al final de la batalla, los hermanos emergen victoriosos. Han repelido el ataque de Ramírez y protegido su arsenal. Sin embargo, saben que esta victoria es solo un paso en una guerra mucho más larga.
Belén, con la mirada fija en el horizonte, dice: "Hemos ganado esta batalla, pero la guerra está lejos de terminar. Debemos seguir fortaleciendo nuestras defensas y preparándonos para lo que venga."
Marco, limpiando su arma, comenta: "Ramírez no se detendrá. Debemos estar siempre un paso adelante."
Jonathan, con una sonrisa, añade: "Esta noche fue una advertencia para nuestros enemigos. No somos fáciles de derribar."
José, revisando las comunicaciones, concluye: "Seguiremos vigilantes. No permitiremos que nos tomen por sorpresa de nuevo."