Casada Con El Ceo Cruel

Flor y Antonio intercambiaron miradas. Flor movió los labios como si quisiera decirle algo a Antonio, solo que él, movió sus cejas como una indicación que no era el momento.

Entonces, Flor, únicamente, puso su atención en Diana. Para luego decir.

__ ¡Bueno, Bueno!...

___ A llegado el momento de irnos...

Casi de inmediato, Diana soltó las manos de Flor, para luego darle un beso en la mejilla para despedirse.

___ No tienes por qué despedirte de mí, tú también bienes con nosotros... __ Aclaro Flor casi de inmediato.

___ ¿A dónde vamos?... __ Diana movió sus manos, tratando de preguntarle a Flor.

Al notar el gran esfuerzo de Diana, al tratar de que ellos le entiendan, Antonio se alejó de las dos mujeres, tomó una libreta, y una pluma de un cajón, y la llevó de regreso.

Se la entregó a Diana para que escribiera todo lo que deseaba decir, porque a él molestaba demasiado mirar a la chica mover solamente las manos.

Diana sonrió agradecida con el abuelo Antonio, de inmediato tomó el cuaderno de las manos de Antonio, y escribió.

___ 🗒 ¿A dónde vamos a ir?... _ A leer lo que Diana escribió, Flor acarició su mejilla.

___ Vamos a ir a la vieja mansión. Es un lugar muy hermoso, el cual te va a encantar...

___ Sin embargo, primero vamos a pasar a una tienda de vestidos. ¿Por qué no logró entender por qué no tienes ningún vestido en este departamento?... _ Flor preguntó con mucha curiosidad.

Como cualquier chica de su edad, Diana se emocionó al imaginarse que iba a tener muchos vestidos hermosos, y lo mejor es que todos iban a hacer nuevos, y sería ella, la primera en estrenarlos.

Diana no pudo evitar que sus lágrimas cayeran lentamente por sus mejillas. Flor estaba siendo muy linda con ella, se portaba como si en verdad fuera su abuela.

___ 🗒 Muchas gracias, señora Shop...

Flor volvió a recoger el cuaderno, para leer lo que Diana ha escrito. Al ver que la llama, Señora Shop, Flor hizo una mueca...

___ ¡No me vuelvas a llamar, señora Shop!... De ahora en adelante debes llamarme abuela Flor... ¿Si me entiendes, verdad?...

Diana movió la cabeza, emocionada de tener una abuela... Acto seguido, abrazó a Flor con todas sus fuerzas...

Antonio, que se encontraba a su lado derecho de las dos mujeres, observo, silenciosamente, cada acción por parte de Diana.

Quería saber si ella solo estaba mintiendo para ganarse la simpatía de su esposa. Sin embargo, no quería pensar que Flor, fuera una mujer que se dejaba engañar con tanta facilidad...

Al notar la sinceridad absoluta por parte de Diana, Antonio se alejó de las dos mujeres, para que Flor, pudiera conocer un poco más a la chica.

Antonio tomó asiento en la silla más alejada de las dos mujeres y luego comenzó a jugar con su móvil.

__ Cariño, deja ese aparato del demonio a un lado, es momento de irnos...

___ Este departamento es tan cálido, al igual que mi amado nieto, no hay nadie más que Edwin viviendo en este lugar.

__¿No entiendo cómo es que él puede vivir en tanta soledad?... __ Flor habló con sarcasmo...

Antonio levantó la mirada, amaba y respetaba demasiado a su esposa, sin embargo, no tolerará que ella quisiera meterse en la vida de su nieto.

Edwin ya era un hombre de 35 años, por lo cual, sabía tomar sus decisiones.

__ Cariño, debes a prender a no meterte en la vida de Edwin... Él es solo tu nieto, y por lo cual, es mejor que no te metas en cosas que no son de tu incumbencia, y tampoco en la vida de su esposa...

Flor se molestó demasiado, era la segunda vez que Antonio le hablaba de esa manera. Miró a su esposo, y luego, agarró la mano de Diana para empujarla lejos de Antonio...

Al ver a la mujer enojada, Antonio golpeó ligeramente su cabeza. Estaba consiente de que no fue la manera adecuada de decirle a su esposa que no interviniera en la vida personal de su nieto.

___ Cariño, vamos a comenzar esta mañana así... __ Dijo Antonio, sabiendo que Flor le iba a retirar el habla por varios días.

Flor levantó su mano, evitando hablar con Antonio. Solamente, caminó con Diana fuera del departamento de Edwin, hasta que llegó abajo, subió a auto, ordenándole al chofer irse sin Antonio.

__ Vámonos...

__ Señora, el señor Antonio todavía no llega... _ El chofer miró a Antonio caminar al auto...

__ ¿Qué importa si ese viejo gruñón todavía no ha llegado?... __ Flor regaño al chofer.

El chofer rápidamente se dio cuenta de que los dos ancianos han vuelto a pelear. Cada vez que lo hacían, los empleados tenían que estar bajo mucha presión.

Ya que los dos ancianos se comportan como niños pequeños, y ninguno da su brazo a torcer por no más de una semana.

Al llegar al auto, el chofer bajó para abrirle la puerta a Antonio. El anciano subió al asiento trasero junto a las dos mujeres.

De inmediato, Flor ignoró a su esposo. Algo que fue muy gracioso para Diana. Ya que sus dos abuelos, parecían un par de niños peleando.

___ ¿A la vieja mansión?... ___ El chofer le preguntó amablemente.

___ Al centro comercial. ___ La respuesta de Antonio alegró a Flor.

En poco tiempo el auto se estacionó en la entrada del más grande centro comercial de la ciudad.

Al mirar por la ventana, Diana estaba muy sorprendida. Nunca había estado en un lugar tan grande y lujoso como ese, miraba personas caminar de un lado para otro, con muchas bolsas entre sus manos, y todas tenían grandes sonrisas dibujadas en sus labios...

___ ¿Te gusta?... __ Flor se dio cuenta de que Diana nunca había estado ahí.

Inmediatamente, Diana movió la cabeza muy emocionada... Sus labios tenían una enorme sonrisa.

El chofer abrió la puerta trasera para que las dos mujeres bajaran del auto, sin embargo, Antonio continuó sentado, y tenía sus ojos puestos en el móvil en sus manos.

Antonio mandó investigar todo sobre Diana. Al ser un viejo que ha vivido demasiado, no se podía confiar en cualquier mujer como esposa de su nieto.

Tenía que tener la certeza de que Diana pertenecía a una familia del mismo nivel que ellos, y no iba a tratar de dañar a su familia en el futuro.