La Luna Del Beta

Ambos guardaron un silencio algo incómodo luego de aquello. El Alpha Kinnaman no solo era el Alpha al cuál respondía Jay Jarvis, también eran amigos, los mejores amigos desde que eran prácticamente unos cachorros, nadie lo conocía mejor que él, sabía de lo que podía ser capaz cuando se lo proponía. Él pensó en sacar charla sobre Kyle, sobre las parejas destinadas, intentar que Akela tomé confianza ya que era claro que estaba muerta de miedo con el asunto.

- Trece años, un año menos para tu primer transformación, te emociona pensar en ello?.- Jay sacó la charla buscando encausarla por aquel lado, hablaría de la primer transformación, la posibilidad de encontrar a tu mate y de unirte a tu pareja destinada. Él se había propuesto quizás, hacerle algo de buena prensa a su Alpha y amigo. Al oír aquello Akela se sintió algo triste, un año menos para su transformación, también significaba un año menos para saber si definitivamente aquel presagio era cierto o no.

- Mm no, no lo sé señor.

- No te emociona poder encontrar a tu mate?.- Jay preguntó ésto y Akela solo pudo esbozar una sonrisa algo amarga, él suspiro no necesitaba explicaciones para entender la razón.- Akela, sé que quizás la noticia de que tú y el Alpha Kinnaman sean pareja destinada no te alegre mucho, pero... dale una oportunidad, no es.. no es tan malo como parece. Y encontrar a tu pareja destinada por la Diosa Luna es algo muy importante, es encontrar a tu alma gemela, tú otra mitad, tu complemento.

- No creo que el Alpha Kinnaman lo considere así.- Akela dijo ésto apenas en un susurro y Jay no pudo evitar suspirar.

- Kyle puede ser algo duro, pero debes entender que suscaminos cruzados no empezaron de la mejor manera. Su padre, el Alpha Jackson, y él eran muy cercanos. Jackson se enorgullecía de su primogénito y único hijo, un Alpha de pura cepa, que incluso vislumbraba sería mejor que él mismo. Y Kyle sentía orgullo de lo poderoso y valiente que era su padre, de cómo lideraba la manada y bueno.. de cómo siempre ganaban...

- Las guerras?.

- Los conflictos armados.- Jay hizo una pausa, no quería usar aquella palabra, que de todas formas mencionó Akela, él quería ser algo más diplomático, ya que después de todo, en una de esas guerras fue que encontró la muerte el padre de Akela y se extermino la manada a la cuál pertenecía.

- De todas formas... no creo que sea lo que él esperaba.

- Y tú? Qué esperabas Akela?.

- No sé, no .. no esperaba esto, eso es claro.

- Aún tiene tiempo de conocerse, creo que deben pasar algo de tiempo juntos. Los hechos del pasado no deben marcar su futuro, sobre todo si éste determina unirlos. Quizas pueda decirle que venga a visitarte en alguna ocasión.- Jay dijo ésto en un tono amable y creyendo realmente que aquello era lo mejor, la única forma de que empiecen a vincularse era relacionandose y eso no sucedería si jamás se veían. Akela por lo contrario, sintió pavor al oír aquello.

- No por favor! Preferiría que no venga, no me gusta estar con él.

- Akela..

- No podríamos solo esperar hasta que cumpla dieciocho?.

- Podríamos, pero.. con toda la historia que tienen podría ser que se rechacen y no puedan unirse como mates.

- No es qué el sentimiento es instantáneo?.

- Por lo general si, pero verás Akela.. Kyle es un Alpha muy fuerte, muy poderoso. Tiene un control absoluto sobre todos sus sentidos, casi diría que hasta sobre su lobo, lo cual es algo casi imposible. Que un Alpha pueda controlar su lado salvaje, no es algo de todos los días, y por un lado es mejor ya que...

- Ya qué?.

- Su lobo es una bestia.

- Más que él?.- Akela preguntó ésto con miedo y Jay no pudo evitar una risa.

- Kyle no es tan malo Akela, solo deben conocerse. Arreglare una cita, tú puedes ir a la manada o él venir aquí, como quieras, pero deben verse, no habrá otra forma.- Jay dijo ésto y Akela sintió que le estaba cerrando los grilletes en los pies y la llevaba a su muerte, podía ver al verdugo y no era otro que el mismo Kyle. Compartieron un poco más y Jay se marchó de la pequeña casa, prometiendo regresar pronto. Akela lo saludo con una sonrisa incómoda ésta vez, la idea de tener un encuentro con el Alpha Kinnaman le generaba un terror que le recorría el cuerpo entero, pero al parecer al Beta se le había metido aquella idea en la cabeza y nada se la sacaría.

Una vez en la manada, Jay se dirigió al despacho del Alpha. Tenían una extrema confianza y junto con Ezra, el Delta, eran los únicos dos que podían ingresar sin golpear la puerta. Así lo hizo y se encontró con una escena por de más jocosa. Una joven desnuda con la mitad de su cuerpo boca abajo en el escritorio, y Kyle entre sus piernas follandola. Ella gemia exageradamente y al oír la puerta abrirse levantó la cabeza y cubrió sus senos algo desesperada. Kyle salió del interior de la mujer con una sonrisa en su rostro y subió sus pantalones.

- Vete.- Le dijo a la mujer y le dió un pequeño golpe en su trasero a modo de jugueteo. La mujer tomo la ropa del piso y se cubrió como pudo y salió corriendo del lugar. Al pasar junto a Jay, éste no pudo evitar una sonrisa, ya que pudo sentir la extrema vergüenza de aquella joven.

- Por qué hiciste eso? Sé muy bien que sabías lo que estaba haciendo aquí.- Le dijo Kyle relajado y con una sonrisa en su rostro, mientras se acomodaba la ropa y tomaba asiento en su sillón. Jay entró y cerro la puerta y tomo asiento frene a él.

- Justamente por eso, quería cortarte el polvo.- Dijo éste y estalló en una carcajada.

- No me importa, conseguiré otra luego.- Kyle dijo ésto sin enojarse, más bien le divertía aquello ya que sabía que su amigo lo hacía a propósito.

- Vengo de ver a Akela.- Jay dijo ésto y él buen humor de Kyle se esfumó en un segundo.

- No me interesa nada que tenga que ver con ella.

- Kyle..

- Fui claro Jay.

- No puedes tomar ésta postura, si aquella profecía es realmente cierta y ella es tu pareja destinada..

- Pues lo veremos cuando tenga su primer transformación, mientras tanto, no quiero saber nada de ella.

- Creo que debes verla.

- Qué? Jay.. acaso oyes lo que te digo? Porque sería raro que mi Beta sea el primer lobo con mala audición.

- Te oí muy bien Kyle, pero de todas formas debo insistir en ésto. Debes verla, debes.. frecuentarla, así más no sea una visita de media hora. Si ella llega a ser tu mate, no puedes rechazarla, perderías tu fuerza, incluso podrías llegar a morir y lo sabes. Al ser un Alpha puro de sangre, tu lazo con tu pareja destinada será aún más fuerte que el de cualquier otro Alpha ordinarios. - Kyle recostó su cuerpo sobre el respaldo de su sillón, suspiro pesado y paso las manos por su rostro, escuchar aquello lo disgustaba, pero Jay no estaba diciendo más que la verdad.