Allegra debe tomar el lugar de su hermana Destiny para casarse con Mauricio. Un hombre rico y poderoso, pero homosexual.
Siendo que su familia estaba en una situación económica apremiante, a punto inclusive de quedar en bancarrota, Marcos Lombardi, su único posible salvador, les propone una solución.
Jamás pensó que la solución resultaría en casarse con el hijo de Marcos Lombardi, ¡Ocupando el puesto que originalmente le hubiera correspondido a su hermana!
Ambos, conducidos por obligaciones impuestas por terceros, deberán afrontar la situación.
¿Podrá el amor surgir entre ambos, en un matrimonio pactado por obligación?
¿Podrá ella conseguir la felicidad, siendo llevada contra su voluntad por mentiras?
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Capítulo 14 BODA DIFERENTE
Allegra Marie
Mí corazón se rompió tantas veces en estos días que ya imagino que los pequeños pedazos de el se han pulverizado. Engañada por mis padres, entregada a un extraño, engañada por la persona que más amé y con quién visualizaba un futuro que jamás tuvo oportunidad de ser y para colmo mí esposo gay, ¿Algo más puede sucederme? Mí hermana siempre ganando todo aquí, mientras que yo pagando lo que no debía. Ella me lo ha quitado todo de más jóvenes pero ahora no puedo sentirme peor.
Varias personas irrumpieron en mí cuarto dónde estaba durmiendo seguidas de mí madre que me arrancó las sábanas. También me quitaría la posibilidad de dormir el día de mí boda.
Siempre consideré que hay que pensar y analizar fríamente cada situación así que me concentré en descansar porque si creían que hoy me verían derrotada pueden irse al mismísimo infierno, eso no sucederá.
Mí madre dió mil órdenes de como debo lucir, colores de maquillaje, los ojos como, labios, delineado, rubor, hasta las uñas de mis pies pero ¿Quien las verá? Nadie, para que perder el tiempo con algo que nadie ve porque seguramente el estúpido vestido lo lleve arrastrando por todos lados.
Me bañé tomándome mí tiempo, con la puerta con seguro porque con mí madre cerca todo puede ocurrir como que me saque desnuda y con shampoo en la cabeza de la ducha, como mujer prevenida vale por dos, yo tendría que ir un paso por delante y tal como pensé, ella intentó entrar.
Secaron mí cabello, me maquillaron como mí madre quien parecía un sargento ordenó mientras yo pensaba en mí próxima novela, ahora más que nunca necesito escribir porque sino enloqueceré pronto.
Me ayudan a poner el dichoso vestido blanco que me gustó porque encontré que tiene bolsillos, lo único bueno de él y además lo único cómodo que posee. Lo cierto es que con la cantidad de tela que tiene ésto tranquilamente podrían hacer varios juegos de cortinas y que si no tuviera éste peso seguro no podría llevarlo porque es en extremo pesado.
Me dan un ramo de flores blancas y rosas que no me gustó nada, ¿No saben que prefiero las flores de otro color y no rosa? Lo cierto es que poco me conocen y no se esfuerzan en cambiar eso tampoco.
Sin que mí madre lo vea me llevé el teléfono a la boda, bendito bolsillo, ojalá y sonara en plena ceremonia. Al menos podría jugar cuando más aburrida esté en la fiesta.
Llegamos a la iglesia, la música comenzó a sonar y abrieron las puertas para que mí padre quién vestía elegante me entregue a Mauricio quien estaba de espaldas pero mis ojos se posaron en el hombre guapo que estaba al lado de él. Lo más hermoso que vi en mí vida sin dudar.
-Vamos- me dijo mí padre y quiso agarrar mí brazo
-Sostenme esto- le di el absurdo ramo y luciendo mis bolsillos comencé a caminar de una forma imponente por el centro de la alfombra que había para que mí padre se quedara atrás. Enderece mis hombros y miré al frente.
Llegué al lado de quién era mí futuro esposo y le sonreí a su padrino que estaba para comerselo, no podría mirar nada más. Mí padre vino a dar un discurso por mero formalismo para hacer de cuenta que entrega algo valioso bla bla bla. Pero lo frené en seco.
-Te entrego...- comenzó a hablar
-Vaya que me entregaste, ahorrate tus palabras y hazme un favor y vete a la mierda y éste ramo te lo puedes perder- continuaría hablando y dándole instrucciones a quien me dio la vida y la arruinó pero fui interrumpida por el novio quien me giró para que vea al frente. Mí padre rojo de fue a su lugar con el ramo de flores
El sacerdote se veía sorprendido, seguramente jamás vio una novia más mala leche que yo así que suavice mí gesto y con voz firme le dije -Puede comenzar
Tuve mis manos en los bolsillos toda la ceremonia hasta que llegó el momento de los votos y los anillos. Dimos el más estúpido si acepto y llegó el momento del beso donde tomé a Mauricio del rostro y puse el pulgar de mi mano izquierda entre nuestros labios para evitar el contacto. Cómo la gente estaba en el lugar opuesto creyeron que era una novia súper enamorada, ilusos.