Después de caer inconsciente Valeria, una exitosa cirujana de 34 años, despierta en el cuerpo de una joven noble llamada Mu Wanru, en una distancia ficticia inspirada en la antigua China. Mu Wanru ha sido envenenada por sus hermanastras.
Ahora atrapada en un cuerpo frágil y en una corte plagada de intrigas. Valeria deberá usar su mente moderna y sus conocimientos médicos, su carácter fuerte para sobrevivir. Sin intención de convertirse en la concubina de nadie y menos de un emperador cruel.
Pero un general frío y distante con oscuros secretos, se interpondra en su camino y en su corazón.
¿Qué hará Valeria para poder sobrevivir?
¿ Quién será ese General?
Te invito a leer esta increíble historia, llena de intriga, romance y pasión.
NovelToon tiene autorización de Claudia Reveca Díaz para publicar esa obra, el contenido del mismo representa el punto de vista del autor, y no el de NovelToon.
El sabor de la sopa y el peso del deber
La luna se alzaba sobre los tejados de la mansión Xie, derramando su luz plateada sobre los patios silenciosos. Dentro del ala norte, donde se encontraban los aposentos del joven general Xie Liangchen, el ambiente era calmo, aunque su mente no lo estaba.
Sentado junto a la ventana, con la armadura ya guardada y solo una túnica sencilla cubriendo su torso, Laingchen giraba lentamente una copa de porcelana entre sus dedos. No había vino, solo agua, pero sus pensamientos estaban demasiados agitados como para beber.
Los ojos de esa joven... esos ojos lo perseguían.
Venía de regreso a la ciudad capital cuando decidió tomar un pequeño desvío en el bosque buscando aire fresco, solo para terminar con una joven encima de él, sus miradas atrapadas, por lo que pareció una eternidad. Su cabello oscuro, su piel clara, el rubor en sus mejillas. No era como ninguna de las que estaba acostumbrado a tratar.
¿Quién será esa joven?, pensó frunciendo ligeramente el ceño, algo en ella le resultaba familiar, aunque estaba seguro de no haberla visto antes.
--- Laingchen\, te traje sopa\,---- dijo Gao An\, entrando con una sonrisa tímida
El general alzo la vista, ella traía consigo un cuenco cubierto con tapa de plata. El aroma del caldo caliente lleno la habitación.
--- Gracias\, Gao An\,--- dijo Liangchen
La joven se acercó con pasos suaves, dejando el cuenco sobre la mesa.
--- Hermano Liangchen\, lo hago con gusto\, sé que en las noches te agrada algo caliente después del entrenamiento\,--- comento Gao An su voz teñida de afecto.
Él asintió levemente, antes de que pudiera responder, otra presencia cruzo el lumbral de la puerta.
--- Señorita Gao\, no es necesario que le traiga sopa a mi hijo. A partir de ahora\, yo me ocuparé de eso\,--- dijo con firmeza la señora Xie \, el tono de la señora Xie no dejaba lugar a discusión\, su expresión era imperturbable\, su porte majestuoso\, como correspondía a una princesa.
Gao An vacilo, sorprendida, abrió la boca para hablar, pero la matriarca levanto la mano interrumpiéndola.
--- Mi hijo es un hombre comprometido\, y usted\, señorita\, ya no tiene cabida en su vida personal. Las visitas nocturnas de una joven soltera están mal vistas. Incluso si su hermano es su comandante\,--- dijo la señora Xie
---Señora Xie\, yo solo\,--- comenzó Gao An\, pero su voz se quebró ante la autoridad de la dama.
--- Eso ya no es un campamento militar\, señorita Gao\, está en la capital imperial\, en la casa de la familia del gran general del norte\, mi hijo es sobrino del emperador\, sus acciones no solo afectan su nombre\, sino el de toda la familia imperial.--- dijo la señora Xie
Liangchen suspiro, cruzando los brazos,--- Madre, An no está acostumbrada a este entorno. Solo intentaba ser atenta, no hay malicia en ella,---
--- No se trata de malicia\, hijo\, se trata de conciencia\, y pronto todos en la ciudad sabrán que tú eres el prometido de la señorita Wanru de la mansión del ministro Mu. Es una unión ordenada por tu tío\, el emperador\, no hay espacios para malos entendidos\,--- respondió la señora xie
Sin esperar respuestas, Gao An se giró y salió con pasos rápidos. En su interior hervía de furia, vieja metiche.
La puerta sé cerro tras ella, dejando un silencio espeso.
Liangchen paso una mano por su rostro, sabía que su madre había sido dura, pero también comprendía el motivo. Desde la muerte de su padre, su madre se había vuelto obligada a manejar la familia Xie sola, tenía que cuidar cada paso que daba, crear alianzas políticas que apoyaran a la familia Xie, la política se había vuelto parte de su vida.
--- ¿De verdad había que humillarla así?\,--- pregunto Liangchen
La señora Xie camino hacia él con calma, pero su mirada no perdió severidad.--- No la humille, te protegí,¿tú crees que los ministros y nobles no miran cada paso?. Eres el único hijo del gran general del norte, heredero de nuestra línea de sangre y sobrino del emperador. El palacio ya susurra tu nombre con suspicacia cada vez que te alaban más que al príncipe heredero.
Liangchen apretó la mandíbula, no era la primera vez que oía eso, desde niño había sido comparado con su primo, el heredero más fuerte, más sabio, más popular entre los soldados. Cualidades que, en lugar de beneficiarlo, lo colocaba en peligro.
--- No pedí ser su sombra\, ni tampoco que me comprometieran con una desconocida\,--- murmuro Liangchen
--- Pero lo aceptaste\, como aceptaste la espada que cuelga en tu sala\, y esa joven Wanru\, no es una desconocida cualquiera. Es la nieta de la dama Mu\, es una aliada poderosa de nuestra familia antes de tu nacimiento. Su sangre\, su temple y su inteligencia serán escudo y espada a tu lado\, es una unión digna.--- respondió la señora Xie
Liangchen permanecio en silencio , su madre rara vez hablaba de alianzas familiares, pero cuando lo hacia, era con absoluta conviccion. El aunque era joven, ya sabia que las desiciones de los poderosos rara vez eran personales.
Aun asi, no podia borrar la imagen de la joven del bosque.
--- Entonces\, ¿ debo aceptarla ciegamente? ¿casarme sin conocerla porque asi lo dicta la estrategia?\,-- pregunto sin mirarla.
Su madre lo miro por un momento, y por primera vez esa noche, su voz se suavizo. --- No te pido que la ames, hijo, pero conocela. Dale una oportunidad, hay algo en ella, que me recuerda a alguien muy importante para mi,----
---¿ A quien?\,--- pregunto Liangchen
La señora Xie se quedo en silencio por largo rato, luego solo murmuro,--- a tu padre, el tambien tenia esa mirada, justa y firme. Y tambien aprendi que el corazon se despierta cuando uno menos lo espera,---
Sin decir mas, giro sobre sus talones y salio dejando tras de si el suave aroma del incienso que siempre la acompañaba.
Liangchen quedo solo otra vez, miro la sopa humeante en la mesa, no la probo.
Solo cerro los ojos y volvio a ver ese rostro, la caida torpe , el roce de sus manos y esos ojos, que parecian conocerlo desde siempre.