Ziva es una escritora de romances, pero a pesar de ello, nunca ha tenido una relación en la vida real.
Vivir sola, sin sus padres, la volvió aún más cerrada al amor… o tal vez simplemente insensible.
Un día, uno de sus romances está a punto de convertirse en película, pero le piden a Ziva que agregue un personaje secundaria para darle más picante a la historia.
Un incidente cambia todo. Después de ayudar a una actriz famosa, entra en coma, dejando un signo de interrogación en lo más profundo de su conciencia.
Extrañamente, despierta y se encuentra dentro del romance que estaba escribiendo, convirtiéndose en la desgraciada figurante sobre la que había escrito esa noche.
Se encuentra en una situación extraña: transportada a la casa de ese personaje secundaria, viviendo una noche ardiente con el antagonista masculino.
¿Cómo terminará todo esto? Sigue la historia para descubrirlo…
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Capítulo 8
Agnetta siguió caminando hacia la oficina del rector, donde recogería su carta de permiso.
Agnetta llamó a la puerta y entró después de recibir una respuesta desde el interior.
"Con permiso", dijo Agnetta suavemente.
"Ah, sí, por favor, Agnetta", dijo una mujer mayor, indicando a Agnetta que se sentara en la silla.
La mujer se ajustó las gafas, tomó una hoja de papel y la leyó con atención.
"Solicitando un permiso", le dijo la mujer, que era la rectora allí, a Agnetta.
"Correcto, señora", respondió Agnetta educadamente.
"¿Por qué te tomas un permiso? Debe haber una razón definitiva", dijo la mujer.
"Quiero... casarme, señora", dijo Agnetta sonriendo.
"Ah, casándose joven, entonces", dijo la mujer sonriendo.
"Correcto, señora", dijo Agnetta de nuevo.
"Bueno, en ese caso, espero que todo vaya bien, Agnetta, me alegro por ti", dijo la rectora.
"Gracias, señora", dijo Agnetta sonriendo.
"Muy bien, esto ya está firmado, así que toma tu foto y entrégasela a tu asesor, pídele que la firme también", explicó la mujer.
"Claro", respondió Agnetta.
Después de pensar que había terminado, Agnetta pidió permiso para salir y se dirigió directamente a la oficina de los miembros del BEM (Consejo Estudiantil Ejecutivo).
Porque casualmente esa oficina tenía un lugar adecuado para fotos formales, después de llegar llamó a la puerta y entró.
"Ah, Agnetta de la facultad de administración, ¿qué te trae por aquí?", preguntó una chica, Clara, secretaria del BEM, así como amiga cercana de Michelle.
"Quiero una foto formal, para este formulario", dijo Agnetta mientras entregaba su formulario.
"Solicitud de permiso, eh", dijo Clara.
"Sí", dijo Agnetta sonriendo.
"Ok, yo te ayudo, siéntate ahí", dijo Clara sonriendo.
No había razón para que Clara odiara a Agnetta, la chica guapa, amable y amigable era una de las favoritas en este campus.
"Ok", dijo Agnetta sonriendo.
Se sentó en una silla con un fondo de pintura simple detrás de ella.
"Ok, vamos a empezar", dijo Clara sonriendo.
Agnetta asintió con la cabeza, posó formalmente para la foto en su formulario más tarde.
Clara sonrió satisfecha al ver los resultados de sus fotos, Agnetta ya era guapa, ¿qué más se podía hacer?
"Listo", dijo Clara.
"Gracias por tu ayuda", dijo Agnetta sonriendo feliz.
"De nada, no dudes en buscarme", dijo Clara sonriendo.
Agnetta sonrió y asintió con la cabeza suavemente, luego pidió permiso para salir.
"Huh, también estoy cansada", murmuró Agnetta en voz baja.
Miró el reloj en su mano, ya marcaba las 09:00, aparentemente, parecía que acababa de caminar de un lado a otro.
No es de extrañar que estuviera débil, porque el desayuno era solo un poco, como resultado, ahora decidió ir a la cantina.
Agnetta caminó hacia la cantina, después de llegar había muchos estudiantes también, aparentemente.
Agnetta pidió comida y se sentó en una silla, miró a su alrededor, cada vez más estudiantes llegando.
Tal vez de aquellos que acababan de terminar la clase, y algunos que estaban esperando la hora de la clase.
"Aquí está, señorita, su pedido", le dijo una señora a Agnetta.
"Ah, gracias", dijo Agnetta sonriendo dulcemente.
Frente a ella ya había una porción de albóndigas y su zumo de limón favorito, no hay problema, ¿verdad?
Si estuviera en su mundo, tendría que comer arroz primero como acompañamiento del desayuno.
Pero de vez en cuando quería probar algo nuevo, también tenía muchas ganas de comer albóndigas, añoraba el sabor.
Agnetta mezcló las albóndigas hasta que quedaron rojas, luego las comió, el primer bocado fue satisfactorio.
El sabor picante, sabroso mezclado en uno, este es un paraíso culinario para Agnetta.
Ella felizmente siguió comiendo sus albóndigas, miró su teléfono que estaba sonando, una señal de notificación llegando.
Ella verificó, era un mensaje de su amiga Agnetta, Priska Wilson era su nombre.
'¿Qué estás haciendo, Ta?' el contenido del chat de Priska.
"Estoy en el campus, ¿por qué?", preguntó Agnetta.
'Nada, pero te echo de menos', dijo Priska.
Agnetta se rió al ver la respuesta de Priska, la chica parecía muy mimada con ella.
Ahora Priska está de permiso y acompañó a sus padres que están trabajando en el extranjero.
Priska pidió un permiso de 2 meses, y ya hace un mes que la chica está en tierras extranjeras.
"Entonces no te demores mucho allí", se burló Agnetta.
'Sí, me arrepiento, lo sabía', respondió Priska con un emoji triste.
"No hay problema, todavía falta un mes, ¿verdad", dijo Agnetta sonriendo.
'Sí, ah, ya he comprado muchos recuerdos para ti', dijo Priska con un emoji orgulloso.
"¿En serio, quiero bocadillos", dijo Agnetta sonriendo.
'Ok, yo te traigo, ah, ya me voy, mi padre me está llamando, adiós Agnetta, siempre te echo de menos', el contenido del chat de Priska enviando emojis de amor.
Agnetta se rió al ver esto, ah, tener amigos es muy bueno, Agnetta está feliz.
Ella que antes estaba sonriendo cambió su rostro a una mueca, al sentir su hombro mojado y dolorido.
Miró hacia atrás, allí estaba una chica que se quedó en shock porque su comida se derramó en la ropa de Agnetta.
"Uh, lo siento, no fue a propósito", dijo la chica, ella era Michelle.
Detrás de ella estaban Clara y también Silas y sus dos amigos, ellos también estaban igualmente en shock.
"Shh, no hay problema", dijo Agnetta, ella no quería causar problemas.
Se levantó y sacudió el resto del caldo caliente que parecía haber entrado en su ropa.
'Suerte que estoy usando el uniforme académico', pensó Agnetta.
Pero aún así, el dolor comenzó a sentirse en su hombro, Agnetta no sabía por qué.
Será que había una herida allí que la hacía sentir dolor, maldita sea sus ojos estaban llorosos, el dolor era como una herida abierta siendo regada con agua caliente.
"Maldita sea, lo siento, realmente no lo hice a propósito", dijo Michelle.
"Está todo bien", dijo Agnetta.
La chica miró su formulario que todavía estaba encima de la mesa, afortunadamente no fue alcanzado por el agua.
Agnetta inmediatamente lo puso en su bolso y salió de allí para limpiarlo en el baño.
"Agnetta, ¿estás enfadada?", preguntó Michelle mientras tiraba de la mano de Agnetta que estaba a punto de salir.
"Shh, no tires", dijo Agnetta suavemente.
Mucha gente estaba prestando atención en ella, ellos también estaban haciendo muecas al ver a Agnetta sufriendo.
Ellos podían ver claramente, el cuello esbelto y blanco, quedando rojo hasta el hombro, y probablemente entrando.
"No la tires", dijo Silas mientras soltaba la mano de Michelle de Agnetta.
Agnetta tenía miedo, será que Silas quería reprenderla porque los estudiantes del campus estaban susurrando sobre Michelle.
"Me voy primero", dijo Agnetta mientras curvaba su cuerpo.
Es mejor que ella se vaya y no se mezcle mucho con los personajes de su novela.
Para ser honesta, después de lo que ella pasó por 2 días viviendo en esta novela, ella eligió vivir una vida en paz.
Junto con su futuro hijo, ella no quiere tener nada que ver con ellos, especialmente Silas.
Deje que el mundo sepa que Agnetta está embarazada y su marido murió, en lugar de ser acosada por Silas por saber que Agnetta está embarazada del hijo de él.
Agnetta inmediatamente salió de la cantina y caminó en dirección al baño, dejando a las personas aún paralizadas mirando a Agnetta irse.
"Qué pena, cuando ella vino aquí para tomarse un permiso", dijo Clara mientras se sentaba en la silla.
"¿Permiso?", preguntó Silas sorprendido.
"Sí, permiso de 1 mes, ella dijo que se va a casar", dijo Clara de nuevo.
'Maldita sea', pensó Silas con rabia.
***
