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BELLE MI AMOR DE LA INFANCIA

BELLE MI AMOR DE LA INFANCIA

Status: En proceso
Genre:Malentendidos / Traiciones y engaños / Reencuentro
Popularitas:37.3k
Nilai: 5
nombre de autor: Adriánex Avila

Una amor cultivado desde la adolescencia. Separados por malentendidos y prejuicios. Madres y padres sobreprotectores que ven crecer a sus hijos y formar su hogar.

NovelToon tiene autorización de Adriánex Avila para publicar esa obra, el contenido del mismo representa el punto de vista del autor, y no el de NovelToon.

Cap. 13 Bien, comencemos

En la sala de estar, la tensión era tan espesa que se podía cortar. Belle ayudó a Diego a sentarse con sumo cuidado en el sofá. El joven estaba seguro de que tendría que ir al hospital después de esto; sentía que cada músculo de su espalda protestaba con un dolor agudo.

Pero antes de que pudiera procesar el alcance de sus futuros moretones, la puerta se abrió y entraron Raúl y Angie. Raúl, con el rostro sombrío, evaluó la escena de un vistazo: su hijo, hecho un desastre, y Alexander, que parecía un volcán a punto de entrar en erupción.

Angie, en cambio, ignoró por completo la tensión masculina y se dirigió directamente a Bernarda con los brazos abiertos.

—Hermana —dijo con una sonrisa cálida, sellando el saludo con un abrazo fuerte.

Era un recordatorio silencioso para todos: por más problemas que hubiera, ellas eran hermanas, después de todo. Y esa alianza era, a menudo, la fuerza más poderosa en la habitación.

Con la elegancia de una diplomática tomando el control de una cumbre internacional, Bernarda tomó a Angie de la mano y se sentaron a un costado, como dos reinas observando el tablero de juego. Mientras se servían jugos y se terminaban de acomodar las botanas en la mesa, un despliegue de café y refrigerios preparado para una larga noche de negociaciones, Bernarda inició la reunión.

—Bien, comencemos —dijo, con una calma que contrastaba brutalmente con la electricidad en el ambiente. Ni siquiera miró a los involucrados principales.

Su estrategia era clara: dejar que los machos alfa desahogaran su parloteo y botaran toda esa energía acumulada. Sabía, por experiencia, que si no les permitían ese desfogue, la testosterona reprimida haría la situación mil veces más difícil de solucionar. Era mejor dejar que el volcán hiciera una pequeña erupción controlada antes de intentar negociar en sus faldas.

—¡Te lo digo! —rugió Alexander, señalando a Diego con un dedo acusador.

—Este muchacho no me ha tenido ningún respeto desde siempre. He estado tratando de que aclare esta situación con mi hija, pero él siempre venía con el cuento de que “era su hermanito”, que “la quería tanto”, que “era su princesa, su pequeña hada” y bla, bla, bla. ¡Y ahora resulta que están más enredados que un ovillo de lana! ¡Pero no aclaran las cosas!

Raúl asintió, sintiendo la misma frustración, bullir en su propio pecho.

—Yo también pienso lo mismo —apoyó, pasándose una mano por el rostro.

—Desde hace tiempo esto se debía haber resuelto. Si los dos sentían algo, ¡que lo dijeran de una vez! No estar en estas idas y venidas. Que se pelean, que uno se va al otro lado del mundo, que la otra lo sigue, que vuelve... ¡Todo este descalabro me está volviendo loco! —bufó, exasperado.

Mientras los dos hombres descargaban su furia, creando una nube de quejas en el centro de la sala, Angie y Bernarda permanecían en su burbuja de paz. Angie le pasaba suavemente una bandeja de bocadillos a su hermana. Ambas mascaban con delicadeza, sus miradas serenas, pareciendo totalmente desconectadas del torbellino de testosterona e incomprensión masculina. Eran la calma en el ojo del huracán.

Y ahí, en el sofá, atrapados en el campo de batalla, estaban Diego y Belle. Sentados uno al lado del otro, se habían convertido en estatuas de la incomodidad, mirando fijamente el patrón de la alfombra como si sus vidas dependieran de descifrarlo, sin tener la más remota idea de qué decir o hacer para apaciguar a los dos titanes enfurecidos.

Antes de que la situación escalara hasta el punto en que los dos hombres sacaran los cinturones para "ajustar cuentas" con sus respectivos hijos, Bernarda decidió intervenir.

Hasta ese momento, había sido la espectadora serena. Pero cuando alzó la cabeza, algo cambió en el aire. La dulce esposa y la madre comprensiva se desvanecieron. En su lugar, sentada con la espalda recta como un acero, estaba la CEO. La negociadora. La mujer que, en realidad, siempre había tenido el poder y el control absoluto de la situación.

—Bueno —comenzó, y su voz, aunque calmada, tenía una cualidad cortante que silenció de inmediato el resto de los sonidos en la habitación—. Ahora que han descargado su... frustración, y las cosas han llegado hasta aquí, vamos a ir al grano. A lo que es realmente importante.

Los hombres se callaron de golpe, mirándola con una mezcla de sorpresa y un respeto instintivo. Bernarda no les prestó atención. Su mirada, fría y calculadora, se clavó en los jóvenes.

—Bien, ustedes dos —dijo, sentándose con la majestuosidad de una reina antigua reclamando su trono

—Quiero saber, ahora mismo, qué han decidido hacer con esta situación.

El peso de su autoridad cayó directamente sobre Diego y Belle, quienes, de repente, sintieron que el suelo bajo sus pies era mucho menos estable de lo que creían.

Mientras Diego y Belle, en la sala, trataban de encontrar sus voces, ordenar sus pensamientos y hacer que sus cuerpos dejaran de temblar como dos hojas secas en un huracán, la escena en la habitación de Samira era... diferente.

—¡¿Por qué no viniste?! —le reclamaba a Rodrigo por videollamada, con el volumen bajo para no ser descubierta.

—¡A mí me sacaron a la fuerza y ahora están todos en la casa! Mi mamá me mandó a mi cuarto y no puedo ver nada de lo que está pasando. Si hubieras estado aquí, habría tenido apoyo para quedarme y enterarme del chisme —dijo, frustrada, revolcándose en su cama.

Al otro lado de la pantalla, Rodrigo se frotaba los ojos, exhausto.

—Sami, tengo clases a las siete de la mañana. Por Dios, ya es casi la 1:00 a.m. y sigo hablando contigo. ¿Puedes dejar de ser tan chismosa por una noche? —suplicó, con la voz ronca de sueño.

Samira, sin embargo, parecía haberse desconectado de su queja. Se mordía el labio, absorta en sus propias elucubraciones.

—Oye, Rodrigo... ¿tú crees que ellos terminan casándose? Estoy realmente preocupada por eso. ¿Y si mi hermana no quiere que sea su dama de honor? Ya tú sabes... —hizo una pausa dramática, mirando al techo—... por eso de que siempre soy un poco descuidada con ella. Pero no es porque no la quiera, ¡es que mi cerebro funciona al revés!

Rodrigo, al otro lado de la línea, sintió el profundo y primitivo deseo de lanzarse de un puente.

—Sami, voy a colgar. Tengo que dormir. Y si va a pasar algo esta noche, mañana nos enteramos. Así que más te vale que te duermas y no me vuelvas a llamar, porque si no, mañana te vas a arrepentir —sentenció, y colgó la llamada antes de que ella pudiera protestar.

Samira miró su teléfono, ahora en silencio, y dio un bufido de indignación.

—Rayos. ¿Para qué sirven los amigos? No sirven para nada. Definitivamente.

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Marleys Sofia Cervantes
🤣🤣🤣🤣🤣🤣🤣🤣🤣🤣🤣🤣
Milcaris
Veamos que vas hacer ahora Kendall porque estoy segura que esto no lo esperabas..
Milcaris
Si te llegó a pasar un pensamiento fugaz con esa chica de una vez olvídalo.
Milcaris
Al malo y tramposo siempre le llega la hora de la caída.
Milcaris
Porque hay víboras haciendo de las suyas y tú inocente.
Milcaris
Cuando algo es para ti no importa si te quitas, el destino siempre hará de las suyas para que llegue nuevamente a ti.
Maria Mongelos
Esta víbora se enredó sólita, vamos a ver como hace para desenroscarse, Bella tiene una buena maestra
Maria Mongelos
Esta víbora se enredó sólita, vamos a ver como hace para desenroscarse, Bella tiene una buena maestra
Maria Mongelos
Jaime deberias de vigilar muy de cerca a la serpiente de Kendall
Maria Mongelos
Kendall es una víbora, su caída va a ser estrepitosa
Maria Mongelos
Querida Adri, esta muy linda la historia🫶
Maria Mongelos
El orgullo los va a separar y Kendall va aprovechar esto
Maria Mongelos
Kendall, no sabes con quien te metiste, ella es la hija de Bernarda, no cualquier pasante
Maria Mongelos
Gabriela y Kendall, va por Diego o por lo que tiene? Estas dos arpías espero reciban su merecido
MARCE MIRANDA
ja ja ja ya me callo muy bien Mia. definitivamente seria mi amiga
Elvira Fretes
que momento tan intenso en el ascensor ❤️, Belle tiene un arma secreta y es su madre Bernarda 😂😂, Gracias bella Adrianex por los capítulos ❤️
Elvira Fretes
jajajaj Rodrigo no cambia, jajajja,
Elvira Fretes
el comienzo de la guerra, Kendall es una envidiosa malvada, espero Belle este a modo resguardo como dice
Elvira Fretes
que reencuentro tuvieron, pero por suerte todo terminó excelente, cuando hay amor verdadero, no hay barreras, gracias bella Adrianex ❤️
Elvira Fretes
Kendall te salió mal la jugada, el orgullo a veces no es buena consejera
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