En una ciudad donde hablar de homosexualidad era tema tabú, se desarrolla la historia de Bastian Gómez, un joven atado a los deseos machistas de su padre; un hombre perteneciente al cuerpo policiaco de carácter severo y muy moralista. “Bas” como muchos le decían, ahora con 18 años se debatía entre sí seguir a su corazón y revelar su orientación o hacerle caso a las palabras que poco a poco esa persona a logrado transmitirle en ese papel y así llenar de orgullo a su padre…
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13.LA PERSONA INDICADA.
—Chiqui porque tardaste tanto, creí que no hibas a venir—comenta su amiga un poco desesperada.
—Lo siento, me retrasé en salir de casa por la visita de Lya y Nar.
—Ósea y ellas que hacían en tu casa?
—No lo sé, al ver que hiba a salir, se fueron pronto.
—Que mal plan el de ellas, ósea no tienen tiempo para acompañar a su amiga pero si para andar de resvalosas con mi novio.
—Ay Molly que cosas dices—suelta una pequeña risa—mejor ya vámonos a la sala, pronto empezará la película.
Después del pequeño drama de su amiga, ambos fueron a ver la película pasando una tarde divertida.
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El fin de semana terminó, llegando así el día de clases y una nueva carta ya estaba dentro del lugar indicado ahora un corazón de chocolate la acompañaba, el castaño estaba un poco dudoso en entregarle la carta a su amiga para que la leyera como de costumbre pues aún recordaba que la última carta la había irritado.
—No te preocupes, fue un momento de debilidad—comenta Alanís mientras toma de su jugo—ahora ya nada de lo que lea podrá afectarme.
Bastian entrega la carta a su amiga, para que comience su lectura…
>Bastian, dime por favor, que el beso tuyo con esa desabrida era un juego, dime que este fin de semana solo fue un mal sueño, dime que eso labios solo eran veneno, que tu piel no vibró por ella, dime que mientras la besabas pensabas en mí, en la luz de luna que nos iluminaba a los dos mientras eran mis labios los que te tocaban, era mi lengua la que tú probabas, dime qué fue un mal sabor, dime qué fue un error, quítame esa daga que tiene en este momento mi corazón….
Posdata… el chocolate representa mi corazón, si lo comes las esperanza renacerá en mi…
Moon<
—Deja me lo trago porque le dijo a mi fresigol desabrida, y ella será fresa, dramática, pero jamás desabrida y menos venenosa—comentaba la ojiverde con un poco de burla, este era el momento de hacer lo mismo que su amiga.
—Ósea, yo si le voy a pegar, me dijo muy feo, le voy a decir a mi negris que te estás burlando de mí werever—menciona ofendida Molly.
—Claro que no fresigol, yo también estoy indignada, como se le ocurre decirte así es obvio que tú eres mejor que ella—comenta conteniendo la risa.
—Verdad que si, ósea werever tú si tienes buen ojo, sabes apreciar lo que es bueno, chiqui dale el chocolate a la werever rompe toda esperanza que le quede a esa empalagosa, ya no la vuelvo a defender.
Matías rueda los ojos mientras ve como Alanís a engañado a su amiga quien ahora se encuentra comiendo el corazón de chocolate; por su parte Bastian se siente un poco triste por ‘Moon’ su carta esta vez expresaba un tristeza genuina y aunque no podía corresponder a sus sentimientos sentía la necesidad de darle un reconfortante abrazo pues él entendía lo que es sufrir y necesitar el consuele de alguien, más no comentó nada y se mantuvo en silencio.
Y mientras sus amigas reían de Molly no muy lejos de ahí como era ya costumbre cierta persona era víctima de las burlas de quien se encontraba a su lado—jajajaja no mames se tragó tu corazón otra vez.
—Un día …un día será este papel arrugado—menciona mientras apretaba con todas sus fuerzas una hoja de papel que tenía en su manos.
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Bas se encontraba sentado en una de las bancas que se encontraba en el jardín del instituto pues su grupo no tuvo una clase por ausencia del docente así que sus amigas aprovecharon para ver a sus novios que se encontraban en la clase de deportes, Matías aprovechó para marcarle a su novio con quien se habían reconciliado después de haber pasado por una bochornosa confesión sobre sus calzoncillos de abejita, aunque no puede quejarse tuvo un final feliz, habían terminado lo que quedó pendiente en aquella cita; así que Bastian decidió estar en el jardín, quería estar solo aún se sentía un poco triste por Moon, sus pensamientos estaban tan revueltos que no sintió cuando alguien se acercó a él hasta que escuchó su voz?
—Bas!!… Hola!—saluda la chica que se encontraba frente a él.
—Melissa.
—Solo Mel—sonríe.
—Hola Mel…
—Suena mejor, que haces aquí?
—Pasando el rato, no tuve la siguiente clase.
—Oh es verdad la profesora Sánchez no asistió hoy.
Bastian únicamente asiente…era tan incómodo mantener una conversación con ella, por más que se forzara.
—Puedo sentarme un momento contigo?
Bastian se tensa al escuchar la petición de la chica.
—Solo será un momento, eh pedido permiso para ir al sanitario pero al pasar y verte solo quise aprovechar para hablar contigo hay algo que eh querido decirte, solo que no me atrevo ya que siempre estás rodeado de esas chicas—insiste Melissa.
Bastian dudoso acepto, será hoy cuando por fin Moon se revele, si es así aprovecharía la oportunidad para agradecerle por sus lindos sentimientos pero tendría que rechazarla, ya que no puede corresponderle—Esta bien.
Melissa sonríe y toma asiento—gracias, estoy algo nerviosa, no sé por dónde empezar—juega con sus manos—Bastian—respira hondo—tú me gustas!!…eres un chico increíble desde que te vi por primera vez quedé enganchada contigo se que no te conozco lo suficiente pero si pudieras darme la oportunidad se que nos podemos llegar a enamorar.
—Yo…—Bastian creía que rechazarla sería sencillo pero no lo era las palabras no lograban salir de su boca.
—Se que esto es repentino pero, necesitaba aprovechar la oportunidad ahorita que tu novia no está aquí, Bastian puedo ser la mejor novia si me permites demostrarlo.
Bastian estaba confundido—Mi novia?
—Si aquella chica con la que te vi besando, no es tu novia?
—Hablas de Molly!
—No sé si así se llame pero si no es tu novia puedo entonces tener la oportunidad contigo.
Bastian suspira no podía alargar más este momento en cualquier momento está chica podría irse y se iría con una día equivocada—Melissa agradezco tus sentimientos, eres una chica con gran valor para confesarle lo que sientes a alguien, agradezco también por tus lindas cartas!…
—Cartas?—lo interrumpe—cuales cartas?
—Que no eres tú la chica de las cartas?—comenta sorprendido.
—No… no sé de qué cartas hablas.
—Oh perdona, creo que te confundí con alguien más….—Bastian estaba un poco desconcertado “si ella no es Moon, entonces quién es”
—Vaya creí que yo era la única que veía lo genial que eres, supongo que piensas rechazar a esa chica de las cartas.
Bastian permaneció callado.
—Siendo así, quiere decir que piensas rechazarme, verdad—comenta un poco afligida.
—Lo siento, pero no puedo corresponderte—para Bastian le era difícil rechazar a ‘Moon’ pues su cartas expresaban sentimientos tan profundos que sentía un nudo en la garganta cada que pensaba en que algún día tendría que decirle que no podría corresponderle, en cambio con Melissa resultó más sencillo.
—Está bien no te preocupes, entiendo aún así gracias por escucharme, quería que supieras lo que siento, ahora ya lo sabes y con eso está bien—se para de la banca—aún así, estáre ok ir disponible para ti, si en algún momento decides intentarlo—lo mira esperando una respuesta.
—Encontrarás a la persona indicada.
Melissa sonríe, para así marcharse dejando a Bastian intrigado con lo que acaba de saber, y aunque no lo notó sintió alegría saber que no ella no era ‘Moon’
—Así que no es ella—susurra mientras se dibuja una sonrisa en su rostro.