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La Obsesión Del Mafioso: Saga, Amor, Poder Y Venganza. Libro I.

La Obsesión Del Mafioso: Saga, Amor, Poder Y Venganza. Libro I.

Status: En proceso
Genre:Romance / Yaoi / Posesivo / Mafia / Embarazo no planeado / Traiciones y engaños
Popularitas:173.8k
Nilai: 4.8
nombre de autor: Wang Chao

Alonzo es confundido con un agente de la Interpol por Alessandro Bernocchi, uno de los líderes de la mafia más temidos de Italia. Después de ser secuestrado y recibir una noticia que lo hace desmayarse, su vida cambia radicalmente.

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Saga: Amor, poder y venganza.
Libro I

NovelToon tiene autorización de Wang Chao para publicar esa obra, el contenido del mismo representa el punto de vista del autor, y no el de NovelToon.

capítulo 12. El mayor desafío.

—Me dijeron que te sientes mal, ¿estás enfermo?

La voz de Alessandro tenía un matiz de preocupación, aunque Alonzo no se dejaba engañar. Esa súbita muestra de interés en su bienestar le resultaba tan absurda que casi le provocaba náuseas. La idea de que el mafioso, siempre tan frío y calculador, pudiera preocuparse por él era inconcebible. No, nunca tomaría esa falsa preocupación como algo genuino.

—¿Le preocupa que muera antes de que usted me mate? —respondió Alonzo con un ligero tono de burla, mientras levantaba una ceja—. No se preocupe, no soy tan débil como parece.

Alessandro lo observó en silencio por un momento, sus ojos afilados analizaban cada centímetro de su expresión. Después, una sonrisa socarrona curvó sus labios.

—¿No? Hace apenas unos minutos estabas completamente aterrado por una simple jeringa. —Una risa sarcástica escapó de su boca antes de continuar—. Eres incluso más cobarde que un niño.

Alonzo sintió una punzada de vergüenza que no pudo ocultar del todo. Sabía que las palabras de Alessandro eran certeras. Sin embargo, se cruzó de brazos, intentando recuperar algo de dignidad, y se puso de pie.

—De cualquier manera, ¿por qué le importa mi salud? No creo que a alguien como usted le interese lo que pase con mi vida.

Alessandro vaciló unos segundos antes de responder. No podía decirle que quizás llevaba a su hijo en el vientre. Necesitaba confirmarlo primero, y no pensaba revelar sus sospechas sin pruebas contundentes.

—¿Le comió la lengua el ratón, señor Bernocchi? —preguntó Alonzo, irónicamente, al notar el silencio incómodo del mafioso. Su valentía no dejaba de sorprender a Alessandro, quien mantenía su mirada fija en los ojos de Alonzo.

Hace unos minutos, aquel hombre estaba temblando de miedo ante una aguja, y ahora lo desafiaba. Se enfrentaba a él, un hombre que podría quitarle la vida con un simple gesto. Sin duda, Alonzo tenía algo de su amor imposible Elio: una voluntad desafiante que Alessandro encontraba casi admirable.

El mafioso se levantó de su asiento y dio un paso hacia él.

—Tienes razón, tu vida o tu muerte me son completamente indiferentes —dijo Alessandro mientras levantaba suavemente la barbilla de Alonzo con su dedo índice—. Estás a mi merced. Si quisiera, podría acabar contigo en un segundo.

Alonzo sintió el aire helado recorrerle la espalda. Sabía que Alessandro no mentía. Aun así, su orgullo lo obligó a mantener la compostura.

—¿Entonces por qué no lo hace? Se ahorraría toda esta estupidez de jueguitos. —Alonzo habló con firmeza, aunque su corazón latía con fuerza en su pecho. No planeaba mostrarle ni un ápice de miedo a ese hombre.

—Me gusta ver a las personas suplicar —respondió Alessandro, acercándose aún más—. Ya sea por su vida o por una muerte rápida, ambas cosas me resultan extremadamente gratificantes.

Alonzo frunció el ceño y, con un movimiento brusco, apartó la mano de Alessandro de su rostro. Dio dos pasos hacia atrás, intentando poner distancia entre ellos, mientras sus ojos destellaban de ira.

—Pues se quedará esperando. No le daré el placer de verme rogar —contestó con firmeza. Sin embargo, sus ojos, a pesar de su valiente discurso, traicionaban el profundo miedo que sentía.

—¿Ah, no? —Alessandro se aproximó con pasos lentos, peligrosos, como un depredador acechando a su presa. Cada paso resonaba en la pequeña habitación, y Alonzo sintió que el espacio a su alrededor se encogía. Su pecho se tensó cuando el mafioso lo arrinconó contra la pared, atrapándolo entre sus brazos, los cuales se apoyaron a ambos lados de su cabeza. El aliento de Alessandro rozó su oído cuando habló, bajo y peligroso—. Si no mal recuerdo, aquella noche me rogaste que te la metiera.

El rostro de Alonzo enrojeció al instante, una mezcla de vergüenza y rabia inundó su cuerpo. Apretó los puños y, sin pensarlo dos veces, empujó a Alessandro con todas sus fuerzas.

—¡Deje de recordar eso! —gritó, completamente furioso—. Esa noche fue un error, uno que no planeo repetir ni mucho menos recordar. Hágame el favor de tratarlo como si nunca hubiera pasado.

La sonrisa de Alessandro solo se ensanchó. Molestar a Alonzo era un placer demasiado sencillo, casi una distracción entretenida en su rutinaria y peligrosa vida.

—Está bien, Alonzo, podemos fingir que eso nunca ocurrió. Pero te aseguro, de una manera u otra, lo recordarás.

Los ojos de Alessandro se desviaron de la mirada de Alonzo a su abdomen. Si los análisis resultaban correctos, en su vientre estaba creciendo su hijo. La simple idea lo desconcertaba, lo inquietaba más de lo que cualquier enemigo en sus negocios podría hacerlo.

«Ni en mis peores pesadillas quiero recordar eso», pensó Alonzo con amargura, intentando borrar el incidente de su mente. Decidió ignorar las provocaciones de Alessandro y apartó la vista.

—Bien, entonces márchese ya. Estoy cansado y quiero dormir —murmuró, deseando que el mafioso desapareciera de su vista.

—Como desees —respondió Alessandro, dirigiéndose a la puerta—. Que descanses, Alonzo.

Antes de salir, Alessandro se giró una vez más, su mirada más seria ahora.

—Asher me dijo que no has estado comiendo bien. Te enviaremos algo más tarde. Procura comerlo todo.

Alonzo rodó los ojos, fastidiado.

—¿Acaso es usted mi madre ahora? No voy a comer nada si me hace vomitar.

Alessandro asintió ligeramente, sin molestarse en replicar. Sabía que no tenía la menor idea de cómo cuidar a alguien en el estado en el que, sospechaba, estaba Alonzo. Mientras cerraba la puerta, pensó que debía informarse mejor. Tal vez contratar a un nutriólogo.

Ya fuera de la habitación, sacó su celular e hizo una llamada mientras se dirigía a la sala. Se acomodó en el sillón de cuero, cruzó las piernas y esperó a que la otra persona contestara.

—Hey, doc. Soy Alessandro. Dime, ¿qué dieta debe seguir una persona embarazada?

Del otro lado de la línea, el doctor se quedó en silencio, completamente sorprendido por la pregunta inusual, pero se apresuró a contestar.

—No soy especialista en ello, señor, pero puedo recomendarte a alguien confiable para ese tipo de asuntos.

—No importa. Lo buscaré por mi cuenta. —Sin más, Alessandro colgó el teléfono sin despedirse, como era su costumbre.

Se reclinó en el respaldo del sillón, cerrando los ojos por un momento. Nunca en su vida había imaginado que llegaría el día en que tendría que preocuparse por la dieta de una persona embarazada. Mucho menos había pensado que podría ser el padre de un niño que no fuera fruto de su relación con Elio.

—Joder... —murmuró para sí mismo—. Esto es demasiado complicado.

Por más hábil e implacable que fuera en los negocios, por más capaz que fuera de resolver los problemas más intrincados de su vida criminal, la idea de convertirse en padre lo desbordaba. No podía visualizarse cambiando pañales, preparando biberones o calmando el llanto de un bebé. Y mucho menos con alguien que parecía odiarlo tanto como Alonzo.

Ese niño o niña sería, sin duda, el mayor desafío de su vida. Y Alessandro sabía que estaba lejos de estar preparado para enfrentarlo.

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YOONMIN 💜
gracias autor fue una excelente novela, así como me gustan de mafiosos y en el trayecto se desarrolla un bonito amor, te mereces un 10,saludos 🤗
Yendi Jaramillo Avila
tus historias desde que las leí me encantaron, solo se me hizo un poco tediosa la de los abogados, pero creo en mi punto de vista, no debes minimizar tu trabajo ya que como escritora que eres yo siento que haces un gran esfuerzo para que tengamos estas grandes lecturas, sigue así
Nidia Mojica
Me encanta como describes estos capitulos, gracias por la historia.
Nidia Mojica
Que capitulo pero ellos firmaron su sentencia.
Neivis Dayana Maldonado
Que hermosas palabras
Mayra Nina
destruyelo
Yuliana Caballero
Excelente
VICKY RENARDSTARK
💯💯💯💯💯💓💓💓💓💓💓💓😍😍💓❤️😍💓❤️❤️😍❤️❤️💓❤️😍💓❤️🔥🔥🔥🔥🔥🔥🔥🔥🔥🔥🤤🤤🤤🤤🤤🤤🤤🥵🥵🥵🥵🥵🥵🥵🥵🥵🥵🥵😏😏😏😏😏😏😏😏😏😏😏😏
VICKY RENARDSTARK
Nunca debieron meterse con sus seres amados....
Katty Diana Rojas Vicente
muchas gracias bella historia,sigue escribiendo por favor
Mayra Nina
la encontró?
Mayra Nina
una princesa🥰🥰🥰🥰
Mayra Nina
lo dejó en shock
Mayra Nina
Alonso en serio sigues pensando en eso?
Viviana Maldonado
buenísima!gracias no dejes de escribir
nell
Como????
Lilly
En serio que buena novela 10/10 🫶🏾
Lilly
Se metieron con la persona equivocada.
RUTH MARTINEZ
q envidia de alonzo con tremendo vikingo ese ho.bre delicioso. otro bb abordo seria genial
RUTH MARTINEZ
eso lo q lleva el odio y meterce con un bb inocente la muerte
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