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La Amante Del CEO

La Amante Del CEO

Status: Terminada
Genre:Completas / Malentendidos / Traiciones y engaños / Amor-odio
Popularitas:10.5k
Nilai: 5
nombre de autor: Gabrielcandelario

Sol Park es una mujer joven y sencilla que acaba de terminar sus estudios universitarios. Mientras busca un trabajo, consigue una entrevista en una empresa importante, donde conoce a Chen Li, el enigmático y apuesto CEO de la compañía. A pesar de sus diferencias de clase y posición social, surge una innegable atracción entre Sol y Chen. A medida que pasan más tiempo juntos, su relación se vuelve cada vez más íntima, convirtiéndose en una apasionada aventura entre la empleada y su poderoso jefe. Sin embargo, mantener esta relación en secreto no será tarea fácil. Tendrán que lidiar con los desafíos que impone la gran diferencia de poder, los rumores y las expectativas sociales. A medida que su romance florece, Sol y Chen deberán tomar decisiones difíciles sobre el futuro de su turbulenta pero intensa relación.

NovelToon tiene autorización de Gabrielcandelario para publicar essa obra, el contenido del mismo representa el punto de vista del autor, y no el de NovelToon.

Capitulo 13

Una sonrisa de satisfacción se dibujó en mis labios mientras observaba la ruina que se cernía sobre Chen y Sol. Finalmente, mi venganza había dado frutos.

Recostado en mi sofá favorito, con un whisky en la mano, me sentía como el amo y señor de todo. Nada ni nadie podía detenerme ahora.

- Así que, ¿lo lograste? - preguntó una voz grave desde la puerta.

Giré la cabeza y vi a mi más fiel compañero, Seung-ho, ingresando a la habitación. Su mirada era fría y calculadora, pero en sus ojos brillaba un destello de admiración.

- Por supuesto - respondí, con una sonrisa arrogante - Todo salió tal y como lo planifiqué.

Seung-ho asintió, acercándose para tomar asiento frente a mí. Éramos amigos desde la infancia, y había sido mi mano derecha en todas mis maquinaciones.

- Me alegro de oír eso - dijo, con una ligera inclinación de cabeza - Pero debo admitir que incluso yo dudé de que pudieras lograrlo.

Lo miré con una ceja enarcada, sin perder mi sonrisa.

- ¿Tan poca fe tienes en mí, Seung-ho? - pregunté, con un tono burlón.

Él se encogió de hombros, recostándose en el sofá.

- Sabes que confío en ti, Jang - respondió, con una mirada penetrante - Pero incluso yo reconozco que Chen y Sol habían logrado escabullirse de tus garras varias veces.

Asentí, recordando esos momentos de frustración e impotencia. Pero ahora, todo había cambiado.

- Tienes razón - admití, dando un sorbo a mi bebida - Pero esta vez, nada pudo detenerme. He obtenido mi ansiada venganza.

Seung-ho me observó en silencio por unos instantes, antes de esbozar una sonrisa torcida.

- Supongo que debo felicitarte, entonces - dijo, con un tono casi burlón - Has conseguido lo que querías.

Sonreí con malicia, sintiendo que la satisfacción me embargaba.

- Oh, no tienes idea de lo mucho que me he deleitado con su caída - confesé, sin tratar de ocultar mi regocijo - Ver sus rostros descompuestos, su desesperación... Ha sido el mejor espectáculo que he presenciado.

Mi amigo asintió, su mirada adquiriendo un brillo siniestro.

- Imagino que no has dejado cabos sueltos - afirmó, con un tono aprobatorio.

Negué con la cabeza, sintiendo que la emoción me recorría.

- Por supuesto que no - respondí, con una sonrisa triunfante - Me he asegurado de que Chen y Sol no tengan a dónde ir, ni siquiera la más mínima oportunidad de recuperarse.

Seung-ho me miró con admiración, una sonrisa torcida dibujándose en sus labios.

- Eres un maestro de la venganza, Jang - dijo, con un deje de respeto en su voz - Nunca dejas cabos sueltos.

Me recliné en el sofá, deleitándome con la sensación de poder que me embargaba.

- Y no pienso detenerme ahí - declaré, con una mirada determinada - Quiero verlos hundirse aún más, hasta que no les quede nada.

Mi amigo enarcó una ceja, su expresión tornándose reflexiva.

- ¿Y qué planes tienes para ellos? - preguntó, con evidente curiosidad.

Una risa siniestra escapó de mis labios.

- Oh, tengo muchas ideas - respondí, con una malicia que casi podía palparse en el aire - Pero primero, hay alguien más a quien debo ocuparme.

Seung-ho me miró con atención, expectante.

- ¿A quién te refieres? - inquirió, inclinándose hacia adelante.

Sonreí con satisfacción, saboreando cada palabra que pronunciaba.

- A la mejor amiga de Sol, Mina - revelé, con un brillo depredador en la mirada - Ella no va a quedarse de brazos cruzados. Y no puedo permitir que interfiera en mis planes.

Mi compañero asintió, una sonrisa maliciosa curvándose en sus labios.

- Entiendo - dijo, con un tono cómplice - ¿Qué tienes en mente?

Me incliné hacia adelante, compartiendo con él los detalles de mi plan. Seung-ho escuchaba atentamente, sus ojos brillando con una emoción que solo podía describirse como la sed de venganza.

Una vez que terminé de explicar, mi amigo se reclinó en el sofá, una sonrisa de satisfacción adornando su rostro.

- Debo admitir que es un plan brillante, Jang - elogió, con un tono de reconocimiento - Ni siquiera esa entrometida Mina podrá escapar de tus garras.

Asentí, sintiéndome más poderoso que nunca.

- Eso espero - respondí, con una mirada decidida - No puedo permitir que nadie interfiera en mi venganza.

Seung-ho se puso de pie, ajustando su traje con elegancia.

- Entonces, ¿cuándo empezamos? - preguntó, con un brillo de anticipación en sus ojos.

Sonreí, también levantándome del sofá.

- De inmediato - declaré, con una determinación inquebrantable - Hay mucho que hacer.

Juntos, salimos de mi apartamento, listos para poner en marcha el siguiente paso de mi plan maestro. Nada ni nadie iba a interponerse en mi camino, ni siquiera esa impertinente Mina.

Llegamos a un elegante edificio en el centro de la ciudad, donde se encontraba la oficina de Seung-ho. Una vez dentro, nos reunimos con un par de hombres que parecían estar esperándonos.

- Bien, caballeros - dije, con una sonrisa depredadora - Es hora de empezar a trabajar.

Los hombres me miraron con atención, atentos a mis instrucciones. Seung-ho, por su parte, se mantenía a mi lado, listo para brindar su apoyo incondicional.

Durante las siguientes horas, nos sumergimos en una vorágine de llamadas, correos electrónicos y reuniones clandestinas. Mi red de contactos y mi influencia en la ciudad me brindaban todas las herramientas necesarias para llevar a cabo mi plan.

Poco a poco, fui tejiendo una trama de mentiras y acusaciones en torno a Mina, asegurándome de que la información llegara a los lugares correctos. Desde su supuesta participación en un escándalo financiero hasta rumores sobre su vida personal, nada se escapaba de mis garras.

Seung-ho se encargaba de las tareas más sucias, contactando a los testigos falsos y asegurándose de que las pruebas "irrefutables" llegaran a manos de las autoridades correspondientes.

Observaba todo el proceso con una satisfacción cruel, saboreando cada uno de los pasos que me acercaban a la completa ruina de Mina. Nada iba a detenerme, ni siquiera la amistad inquebrantable que la unía a Sol.

Seung-ho se movía con eficiencia, utilizando sus contactos y su influencia para asegurarse de que las acusaciones en contra de Mina fueran cada vez más contundentes. Informes, testimonios falsos y pruebas manipuladas comenzaron a acumularse, preparando el terreno para mi golpe final.

Finalmente, llegó el momento decisivo. Convoqué a Mina a mi oficina, fingiendo tener información importante que compartir con ella. La pobre ilusa acudió, sin sospechar siquiera que estaba cayendo en mi trampa.

Cuando entró, la recibí con una sonrisa falsa, invitándola a tomar asiento frente a mí.

- Gracias por venir, Mina - dije, con un tono aparentemente amistoso - Tengo algo muy importante que discutir contigo.

Ella me miró con cautela, pero no pudo ocultar la preocupación en su rostro.

- ¿Qué sucede, Jang? - preguntó, frunciendo el ceño - ¿Tiene que ver con Sol y Chen?

Asentí lentamente, fingiendo una expresión de pesar.

- Me temo que sí - respondí, con un suspiro dramático - He recibido información muy preocupante sobre ti, Mina.

La vi tensarse, sus ojos reflejando una mezcla de confusión y miedo.

- ¿Qué información? - inquirió, con voz temblorosa.

Adopté una actitud seria, clavando mi mirada en la suya.

- Parece que has estado involucrada en una red de corrupción y lavado de dinero - revelé, con un tono grave - Y todo apunta a que has estado utilizando tu influencia para ayudar a Sol y Chen a engañar a la compañía.

Mina me miró atónita, su rostro perdiendo todo color.

- ¡Eso es una mentira! - exclamó, poniéndose de pie con desesperación - ¡Yo jamás haría algo así!

Levanté una mano, fingiendo serenidad.

- Me temo que las pruebas son abrumadoras, Mina - dije, con un falso tono de lamento - Y me veo en la obligación de informar a las autoridades sobre esto.

Ella me miró con incredulidad, la ira y el miedo reflejándose en sus ojos.

- ¡Tú estás detrás de todo esto! - gritó, señalándome con un dedo acusador - ¡Esto es una trampa, Jang!

Sonreí con malicia, negando suavemente con la cabeza.

- Lamento tener que decirte esto, Mina - respondí, con un fingido pesar - Pero las pruebas hablan por sí solas. No puedo ignorar algo así.

Antes de que pudiera replicar, Seung-ho hizo acto de presencia, acompañado de un par de agentes de policía.

- Señorita Mina, tenemos una orden de arresto en su contra - anunció, con una expresión inquebrantable - Por favor, acompáñenos a la comisaría.

Mina los miró con absoluta desesperación, sus ojos suplicantes clavados en mí.

- ¡Jang, por favor! - imploró, con la voz quebrada por el pánico - ¡Tú sabes que todo esto es mentira!

Fingí una expresión compungida, negando con la cabeza.

- Lo siento, Mina - dije, con un falso tono de lamento - Pero debo dejar que la justicia siga su curso.

La vi ser esposada y sacada de mi oficina entre llantos y gritos desesperados. Una vez que se hubo marchado, una sonrisa de triunfo se dibujó en mis labios.

Seung-ho se acercó a mí, su expresión reflejando una satisfacción similar a la mía.

- Bien hecho, Jang - felicitó, con un asentimiento de cabeza - Mina no tendrá forma de escapar de esto.

Asentí, sintiendo que la emoción me embargaba.

- Ahora, solo falta el toque final - dije, con una mirada maliciosa - Es hora de hacer que Chen y Sol sufran aún más.

Mi amigo sonrió con complicidad, anticipando lo que estaba por venir.

Mientras tanto, Mina, la entrometida mejor amiga de Sol, se encontraba encerrada en una celda, su mundo desmoronándose a su alrededor. Pronto, Chen y Sol se darían cuenta de que no había nadie que pudiera salvarlos de su inevitable caída.

Mi venganza se había puesto en marcha, y nada ni nadie iba a detenerse. Finalmente, después de tantos años, había logrado mi objetivo: ver a mis enemigos derrotados y humillados.

Recostado en mi silla, con una copa de whisky en la mano, me permití disfrutar del sabor dulce de la victoria. Chen y Sol pronto estarían rotos, y yo reinaría sobre las ruinas de sus vidas.

Nada podría detenerme ahora. Jang Tae-eun era el amo y señor de la situación, y nadie iba a interponerse en mi camino.

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Coca Mosser Otárola
no me gustó el giro que dió la historis
Gabriel: Mmm 😿 como lo siento 😢.
total 1 replies
Coca Mosser Otárola
El giro que tomó la historia no ne gustó, no se si seguiré leyéndola es muy escabrosa y rebuscada. Perdóname pero esta vez cambiaste demasiado la trama de la historia
Coca Mosser Otárola
Hay que nervios, ya no tengo uñas 💅 y me dará un infarto con tanto suspenso, por favor más capítulos 🙏🙏🙏🙏
Elizabeth Sánchez Herrera
más ➕ capítulos
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