Victoria Lotton, es una joven empresaria, dueña de una pequeña textilera, a sus 22 años se encuentra a punto de casarse con el amor de su vida, su vida perfecta está a punto de comenzar, lo que no sabe es que su matrimonio jamás será llevado a cabo.
herida y humillada públicamente, busca venganza a como de lugar, así tenga que casarse por conveniencia, con Maximiliano un importante y despidiado millonario, para lograr que el hombre que le rompió el corazón pague todo el daño causado.
¿podrá Victoria conseguír la venganza que desea, sin sufrir daños por casarse con Maximiliano?
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capitulo 23
Los días pasaron apresurados, había llegado el día de la junta de Altamira, por lo que me había contado Maximiliano, toda la familia siempre está presente, por lo tanto debería ir preparada para enfrentarme a adelaida.
me di una ducha, me coloque un vestido negro pegado al cuerpo que me llegaba arriba de la rodilla, con un corte ovalado al frente y atado al cuello, por lo tanto me dejaba un poco descubierta la espalda, algo discreto, pero sin embargo tome una chaqueta verde y me la coloque encima, me puse unos tacones verdes, decidí dejarme el cabello suelto con algunos rizos y un poco de maquillaje, me veía divina, debía admitirlo.
baje de mi habitación, para desayunar y luego pedirle a Fabián que me llevará, pero para mí sorpresa Maximiliano estaba en el.comedor, tomándose un café con galletas
-eso no es un desayuno digno- apremie al acercarme.
-termina el tuyo para irnos- dijo sin levantar los ojos de su celular.
me quedé en silencio mientras me comía unas tostadas con huevo y tocino, y un vaso de jugo de mora.
-ya podemos irnos- le informe al señor voy a ignorar a victoria.
cuando dejó su celular y me vio, su cara cambio significativamente, estaba como en un trance.
-estas muy linda!- dijo perdido en sus pensamientos
-gracias- ahora vámonos que se nos hará tarde.
salimos de la casa y subimos a su auto, este era uno de esos días dónde no necesitaba el servicio de Nicolás.
-estas lista?- me preguntó cuando estábamos en el estacionamiento de las empresas.
Asentí
-recuerda que somos esposos, aquí no hay problemas de que lo sepan...
-y porque en textilmax si?
-no quiero que digan que llegaste a tu puesto por acostarte conmigo- dijo sin anestesia
bajamos del auto, y enseguida se situo a mi lado para entrar con el tomada de su brazo.
para mí sorpresa iba ingresando a la empresa su quería ex.
-ahi va tu pequeña amante- le dije con algo de reproche.
-ya te dije que entre ella y yo no paso nada Víctoria.
-y debería creerte?
-si quieres hacerlo pues bien, si no no puedo obligarte, ya yo trate de explicarte las cosas- podía sentir su rabia al hablarme.
llegamos al piso 5 donde estaba la sala de juntas, afuera de ellas, estaba mi suegro y toda su familia.
-oh, cariño viniste- dijo don máximo apenas me vio.
-no iba a faltar, le había dado mi palabra!
-estas muy hermosa Victoria, pero eso ya lo sabes- rio- hijo!- le dijo a max mientras lo estrechaba en un abrazo.
-pasen, en un momento comenzamos.
seguimos nuestro camino hacia la.sala de juntas, ví a Samuel, tomado de la mana de amaia, este me comía con la mirada cínicamente, delante de su esposa.
-que alegría verlos- dijo adelaida fingiendo simpatía.
-un gusto doña adela- dije de malas y Maximiliano se burló.
-es adelaida, cariño- dijo con rabia.
-si como sea!- dije indiferente y seguí
adentro de la sala de juntas habían más de 15 personas, entre ellos estaba Ignacio así que. avance hasta el y me senté a su lado, Maximiliano se sentó junto a mi.
esperamos unos minutos, hasta que Don máximo entro.
-bueno, vamos a dar inicio a la junta del.dia de hoy, pero antes quiero agradecerle a mi nuera favorita por estar presente aquí...
Amaia se puso de pie sin esperar que mi suegro terminara de hablar; todo mundo la miraba esperando que Don máximo la anunciará, para aplaudir por su presencia.
-para mi es un honor, contar con tu apoyo Víctoria, para lo que no la conocen es la prometida de mi Hijo Maximiliano.
-mi esposa papá - corrigió Maximiliano dejando a todo el mundo anonadado.
sentí como Maximiliano me halo, para ponerme de pie, seguido el acto de aplausos y algunas felicitaciones de los empleados.
la cara de coraje de Amaia y Samuel era digna de una fotografía para la posteridad.
-gracias Suegrito, por invitarme a ser parte de esta junta y de su familia, voltee a ver a Maximiliano y le deposite un beso en sus labios.
inmediatamente mi cuerpo pedía más, pero debía controlarme, no podía darle un beso de los que nos habíamos dado anteriormente, o por lo menos no en este momento.
la.junta comenzó con normalidad, observamos el fluido de dinero, en ventas e inversiones, todo parecía estar en orden, pero habían números que no concordaban, todo estaba maquillado, pero por que? quien iba a querer tapar esas fallas?
no dije nada en toda la junta, solo observé, los balances estaban ajustados para cuadrar con exactitud, a simple vista nadie se daría de cuenta.
-quiero ver los estados bancarios de todo lo que han mostrado- interrumpió mi suegro- quiero ver la producción, las ventas, los pagos de proveedores.
-los destinos de envío, y el total de impuestos pagados exportación de dicha mercancía, también los nombres de los barcos, fechas y la cantidad de mercancía enviada, reportes de alguna mercancía dañada o devuelta.- dije completando la información solicitada por mi suegro, el me miró satisfecho y sonrió.
-yo quiero ver la compra de mercancia, los gastos de producción y el inventario disponible de materia prima y de productos terminado- ordenó Maximiliano.
Adelaida palideció.
-tu porque te tiene que meter en los asuntos de la familia- dijo dirigiéndose a mi.
-mujer!- le.reprendio mi suegro.
-desde que ella es mi mujer!- dijo Maximiliano como todo un macho alfa defendiendo su territorio.
-pero que va saber ella de números o negocios, si es una simple pueblerina
-y como sabe usted que yo soy de un pueblo? jamás le he dicho de dónde vengo- ella se puso más pálida de lo que ya estaba, sabía que había metido la pata y se estaba hundiendo poco a poco.
-responde mujer- le apremio mi suegro.
-es por su forma de vestir y de expresarse.
-me disculpa doña Aladina, pero yo en ningún momento me he expresado o me he vestido inapropiadamente, tengo buenos modales, y uso ropa igual de costosa que usted, claro con mucho mejor gusto, pero eso ya es otro tema- toda la sala.comenzo a reírse
ella miro a su esposo buscando ayuda y luego a su hijo Samuel, pero ninguno dijo nada.
don máximo jamás la defendería después de ser ella, la que estaba tratando de humillarme, y Samuel estaba tan extasiado por mirarme que no había prestado atención a lo que pasaba a su alrededor.
adelaida, se quedó en silencio, pasando su vergüenza mientras a nosotros nos traían la información solicitada, después de un par de horas, no podía encontrar nada fuera de lo normal, no lo habían maquillado la presentación, todos la información suministrada estába errada, ningun número coincidía pero al.final.todo daba exacto.
me sentí frustrada así que salí al baño a refrescarme un poco, quizás el estrés me habia hecho perder el enfoque.
entre al baño, moje mis manos, y las puse en mi cuello, para refrescarme.
-te ves divina Victoria- al escuchar esa voz detrás de mí todo mi cuerpo se tenso.