En esta versión, mí primera historia, "La herencia de la abuela", se explica desde los ojos de Max, explicando algunos interrogantes inconclusos
NovelToon tiene autorización de Cecilia Ruiz Diaz para publicar esa obra, el contenido del mismo representa el punto de vista del autor, y no el de NovelToon.
capitulo 9: "Año nuevo”
Ya había pasado navidad, y ahora, Max estaba esperando a su esposa, quien se estaba alistando para pasar la última noche del año en casa de sus padres. Miraba a cada rato su reloj.
-¡Que tanto se tiene que arreglar!- exclamó para si.
"Wow, ya estaba actuando como un hombre casado” pensó...
Luego de un rato, la puerta del cuarto de su esposa se abrió y salió. Max quedó boquiabierta, ¡Que hermosa estaba! Aún más hermosa que lo habitual: pantalón negro, camisa, botas y un blazer negro, ni hablar su maquillaje y cabello. Su belleza era inigualable.
-¡Estáis hermosa!- se le salió a Max.
-Gracias...- respondió Camí con una sonrisa radiante.
Ya en el coche.
-¿Algo que deba de enterarme antes de llegar?- bromeo ella.
-Eh, si... Somos una familia algo conocida y somos un libro abierto para las noticias.- respondió él sonriendo.
Al fin llegaron a su casa, los nervios de Max iban en aumento. Tenía mucho miedo de que Camila pudiese sentirse incómoda esa noche.
Al entrar, los recibió su padre, era un hombre muy callado, empresario en bienes raíces, pero muy introvertido... O como su hermano solía decir... ”Sometido por su madre”.
Del fondo llego Joys, con un traje muy elegante.
-¡Bienvenidos!-exclamo y los saludo a ambos.
Cami le entrego una botella de vino que habían traído y él una bolsa de cartón con algunos turrones que habían comprado.
-¿Somos los primeros?- pregunto.
-Si, hijo, tu hermano fue a recoger a stefania.- le respondió -Ire a ver los preparativos en la cocina...- y se marchó.
Pasaron al living, justo en el momento en que llegó Alex y su novia. ¡Lo mejor!, ya que su madre lo llamo para pedirle si podía ir a recoger una caja de sidra y otra de champagne, así su esposa no se quedaría a solas con su padre que no le daría charla para nada. Camino hacia ella y le hablo por lo bajo.
-Cami, tengo que ir a hacer unas compras de último momento y ya regreso.-
-¿Qué? ¡No! No me dejes sola.- le digo mirándolo algo compungida.
-¿Cami? No te dejo sola, está mí hermano y mí cuñada.-
-Quiero ir contigo...-
-Hace frío...- la miro muy intrigado -¿Qué sucede Camí? Te he visto algunas veces hablar con mí hermano, las pocas veces que visitaba mí abuela y creí que se caían bien.-
-¡Claro que no!- se apresuró en decir -Es decir... Si, solo que estoy más cómoda contigo aquí.- continuo con una sonrisa.
¿Sería cierto eso? ¿Ella no deseaba separarse de él?.
Max sobrio y le tocó la mejilla.
-Es solo un ratito, regreso enseguida.- le susurro y ella asintió más conforme.
Cuando regreso, no encontró a si esposa, pero Alex le informo que estaba en la cocina, junto a su madre... Max no supo que esperar de eso, su madre era algo... difícil, cuando se lo proponía.
Recién se reencontró con Camí cuando estuvo en la mesa, ella regresó y se sentó a su lado, pero al parecer no se había equivocado, algo había sucedido, ya que la chica llevaba una rara expresión, parecía tensa... ¿Qué estaba ocurriendo? Max sentía que se había perdido de algo...
-¿Sucedió alguna cosa en mí ausencia?- pregunto por lo bajo y Camí lo miro.
-Claro que no, no te preocupes.- lo tranquilizó con una sonrisa.
Era evidente que su esposa le había mentido. En la navidad la había visto beber, pero moderadamente, en cambio, ahora... parecía que queria vaciar la bodega
Ya cerca de las 12 salieron a la terraza, que estaba calefaccionada. Alex y Max salieron con las bebidas, mientras ellos se encargaban de abrir las botellas, las mujeres cortaban los turrones.
-¿Que... le sucedía a tu esposa?- pregunto Alex.
-Nada.- respondió él intrigado -¿Por qué?-
-Estaba algo... apasionada con la bebida.-
-Bueno... ¿Sucedió algo mientras yo no estuve? contigo por ejemplo.-
— Conmigo no... ¿Por qué..?-
-La vi extraña cuando la deje sola... Tal vez es idea mía... Aunque ustedes hablaban cuando cuidaba a la abuela.-
-Bueno, tú estabas más con la abuela, de seguro se hablaban más...- respondió Alex.
-Te puedo asegurar que no.- afirmó Max.
-¿No?...- pregunto extrañado Alex -Y entonces ¿Cuándo se enamoraron?-
¡Demonios! Nunca pensó en eso...
-Bueno... cuando ambos cuidamos a la abuela en el hospital... Eso nos acercó.- respondió -¡Ahí vienen los turrones y nuestras mujeres!- exclamó para salir del paso.
Camí fue directo hacia él con una sonrisa.
-Esto es divertido.- comento Camí dejando un plato con una variedad de turrones cortados, jijona, almendra, avena, entre otros, sobre una mesa.
Max la miraba moverse tan relajada y se sentía muy a gusto, ahora si la veía bien... Tal vez era por el alcohol. En un momento, recordó que no le había comunicado de la tradición familiar.
Así que se inclinó hacia ella para hablarle por lo bajo.
-Se acerca la reunión familiar y tengo que informarte de algo...- le dijo mirando su reloj de muñeca y ella lo miro intrigada -Aquí tenemos una tradición familiar... Si tenéis pareja, al llegar las 12, las tenéis que besar.-
Camí abrió grandes los ojos... ¿Eso era bueno o malo?.
-Emm, está bien.- respondió ella, al fin -Espera un momento, creí que era el tema de las 12 uvas a media noche.-
-Si, pero está tradición es familiar y es más... Divertida.- respondió Max riendo.
-Mi cuñado, Edu, tampoco lo hace...- comento Camí, resbalando las palabras, estado que a su esposo lo divertía mucho -Bueno... retomando el tema. Si hay que hacerlo, hay que hacerlo... Es tradición.-
Al llegar las 12, las campanadas comenzaron a resonar, y Max tomo valor, había actitudes que lo alentaban y no podía contener más el impulso.
La tomo de la cintura con delicadeza, la trajo hacía él y la beso de verdad, nada de como cuando se casaron, o con la señora tiene, o incluso en navidad, ya no le bastaba un roce de labios.
Entre abrió los labios y con delicadeza metió la lengua en su boca. Camila, lejos de alertarse o molestarse, le rodeo el cuello con los brazos para más proximidad. Parecía complacida con lo que sucedía. Max cayó en cuenta ¡Al fin la estaba besando! Había un tipo de intimidad entre ellos, y deseo más, ¡Ella respondía a él! Ella también sentía algo.
cuando al fin se separaron, consciente de que su beso había durado más que el de las demás parejas, se observaron por un momento. Al levantar la mirada, su madre lo estaba viendo. "Se dio cuenta" se dijo "Sabe de mis sentimientos por Camila", aunque la verdad, con lo que había conseguido, le importaba poco.