La Villana Dejó De Amar Al Protagonista Masculino.

Clarisa siguió mirando si podía encontrar algo más, pero no encontró nada más, únicamente la ventana que no tenía seguro por dentro.

Clarisa: "¿Quién fue que ayudó al hombre de negro anoche?, lo inbestigare luego."

Abrió la ventana y salto, cayendo de pie, sin ningún rasguño. Miró que había un camino de piedras, sin dudar siguió el camino con pasos lentos.

Al final del camino vio un gran lugar espacioso, había dos campos cuadrados, el primer campo cuadrado se dividía en cuatro campos más pequeños, el segundo campo cuadrado había barios muñeco de pajar y de otras cosas.

Se veía todo limpio, sin ninguna presencia humana.

Al ver encontrado un lugar que cumplía sus demandas, se cubrió su cabeza con el gorro de su abrigo negro y comenzó a correr.

Se detuvo cuando llegó 100 vuelta.

Clarisa: "En mi vida pasada nunca había corrido tanto y ahora rompí mi propio récord"

Cansada y sudada salió del campo.

Entró a su habitación, se cambió sus ropa deportiva negra y se piso el camisón, con solo pensar que la ropa y los zapatos deportiva desaperciera, desapareció sin dejar rastro.

Clarisa pensaba que no era tiempo que las personas supiera que podía usar magia, sino que era magia avanzada ni tampoco la ropa que no existía en ese mundo.

Tocó la cuerda que había en la cabezera de su cama, al poco tiempo entró tres sirvienta con baldes de madera.

Sin dicirles o preguntar que tenían que hacer, las sirvientas prepararon el baño. cuando habían terminado de preparar el baño, se detubiero a un lado de la puerta, mirándola.

Al ver que ninguna se movía, Clarisa recordó que la novela decía que la villana necesitaba la ayuda de las sirvientas para bañarse y no era la única todos, las mujeres y los hombres necesitaba la ayuda de los sirvientes según su sexo de su maestro.

Clarisa: "Dejaría que otros me ayudarán a bañarme si estuviera paralítica sobre una cama, pero mientras me pueda mover me bañaré solo y a vestirme también."

- Ya se pueden ir - Clarisa dejo el peine de cabello en la mesa.

- ¿Señora, no necesita ayuda para bañace? - Anna preguntó, sin la intención de salir.

Pensaba que debía estar siempre al lados de Clarisa para saber que iba a hace contra Elsaberh y poder avisarle a Duque a tiempo.

No había notado que entre las sirvientas se encontraba Anna, clarisa la miró y dijo fríamente - No, no necesito la ayuda de ustedes para bañarme, ¿ahora puede salir? -

Al ver la mirada fría de Clarisa, Anna sintió escarofrio recorrer su espalda.

Rapidamente se incrinaron y salieron de la habitación.

Al estar fuera de la habitación, Miraron la puerta cerrada, luego se miraron entre ellas y pudieron ver el descorcierto en la mirada de la otra.

Tienen mucho tiempo atendiendo a la señora y sabia que la señora nunca se había bañado sola.

Pero ninguna de las tres se veían preocupada, al contrario, tenían rostros indeferentes.

¿Qué estás tramando?, ¿será que de verdad perdiste la memoria o solo estás fingiendo?

Con una mirada seria hacia la puerta, dijo - Vámonos, la señora no necesita de nuestra ayuda -