La llegada de Isabella provocará un cambio de 180° a su vida, ¿Podrá seguir como antes o se dejará llevar?
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No te merezco
El día siguiente había decidido llegar ala casa un poco más temprano eran apenas la 7 de la noche no había llegado de buen ni de mal humor pero lo que estaba viendo al entrar ala casa realmente definía mi humor, estaba ese niño sentado en la sala con Isabella recostada sobre el, la forma en que ella lo miraba en qué el tocaba su rostro, quería ser yo quien estuviera en el lugar de ese niño. Sin llamar la atención me fui asta la habitación y ahí me encerré, salí una hora después y estaba ahora solo ella sentada sobre el sofá me senté al lado de ella, mi enojó aún estaba ahí pero no quise que ella lo notará por qué era por ella, por qué tenía celos de verla feliz con alguien.
– Hola, no sabía que estabas en casa, no te vi llegar.
– Tengo una hora más o menos que llegue, estabas con tu novio no quise molestarlos – dije despreocupado.
– Y por qué regresaste pronto hoy, siempre llegas a media noche.
– Acaso me espías o como sabes a qué hora llego.
– No te espió pero normalmente cuando llegas estoy despierta y escucho.
– Tienes insomnio o por qué estás despierta a esa hora.
– Si algo así como insomnio.
– Veo que ya te quitaron el yeso del brazo, entonces estás mejor.
– Si hoy mamá me llevo a qué me revisaran y quitarán el yeso, pronto podré regresar a mi vida normal es solo cuestión de empezar a moverme más.
– Que bueno.
– Bueno tengo que ir a mi habitación a ducharme antes de que se valla la chica de la limpieza para que me ayude a cambiar las gasas mojadas.
– Está bien, te ayudo a levantarte.
Tome su pequeño cuerpo para ponerlo de pie ese pequeño tacto me inducía a besarla y no soltarla, pero tuve que hacerlo y la vi alejarse y subir la escalera con dificultad.
Había estado encerrado en el despacho de mi padre unos minutos cuando escuché que hablaban, era Isabella en su habitación, fui para ver qué ocurría, toque un par de veces su puerta y me pidió que pasará.
– Que ocurre?
– Ah nada le llamaba a la chica para que me ayudará pero me tarde un poco en la ducha y no le habise que me esperará, creo que se marchó.
– Tal vez si se a ido ya, yo puedo ayudarte si quieres.
– No, esperaré a mamá para que me ayude.
– No creo que debas dejar eso así la humedad puede afectar la herida, vamos te ayudo a cambiarla.
– De echo ya está sanando es solo para que no me lastime la ropa.
– Igual puede hacerte daño, dime dónde está todo y te ayudo..
Despues de buscar las cosas limpie y cubrí la herida del brazo, delicadamente deslizaba el algodón por su suave piel, luego empecé con la herida en su pierna, tuve que levantar la toalla casi asta el muslo para lograr llegar al final de la herida había lo mismo deslizaba el algodón ligeramente, tocar y rosar la suave piel de su pierna empezaba a hacer que mi frente sudara y mi miembro se comprimiera , eran las más hermosas piernas que jamás hubiera visto y tocado, su piel era era la más suave, terminé de colocar la gasa y de guardar las cosas, todo era completo silencio ella solo había observado cada cosa que hacia sin decir nada y yo me estaba conteniendo por qué mi mano no subiera más allá de la herida en su pierna, la expresión en su rostro la forma en que estaba reaccionando a mi tacto acaso nadie jamás la había tocado, tenía un novio era posible que el muy tonto no hubiera tocado aún una fibra de está delicada piel.
– Isabella, por qué estás temblando? – pregunté con mi voz ronca, ella no respondió solo me miró , su pecho subía y bajaba y sus labios entreabiertos temblaban al mismo tiempo que su respiración salía a gran velocidad. al final todo lo que me había conteniendo fue enbano por qué con solo un segundo que nos quedamos mirando a los ojos perdi el mínimo de cordura que había en mí, termine subiendo mi rostro para que quedara frente al de ella y la besé, fue un beso que había estado deseando dar desde aquella noche que probe sus dulces y suaves labios por primera vez.
Ella me correspondío el beso un beso que yo había comenzado suave y cada segundo que avanzaba se intensificaba más, olvide por completo sus heridas y ella olvidó por completo el dolor, la tumbe por completo en la cama y me subí encima de su frágil cuerpo no deja de besar sus labios ni un momento al contrario mis manos empezaron a perder control de si mismas y descubrieron su cuerpo de la toalla enrredada en el, estaba dispuesto a que todo pasara, no tenía la más mínima intención de detenerme fue asta que mi cuerpo apriciono por completo el suyo y un quejido de dolor salió de su boca entonces solté sus labios y me quite de encima para darme cuenta de que ella no estaba recuperada del todo y que lo que estaba por hacer no estaba bien.
– Perdón me deje llevar, no debió pasar esto, pero es que pasaron por mi cabeza tantas ideas, llegue a pesar que nadie te había tocado antes y quería ser el primero.
– Lo fuiste.. – Soltó sin más y se cubrió nuevamente con la toalla, y yo solo la mire sorprendido por lo que acababa de escuchar.
– Que a qué te refieres.
– Jamás me habían tocado, fuiste el primero y honestamente quería que lo hicieras y que no te detuvieras asta que pasará todo.
– Eres una niña Isabella, no puedo no tengo derecho de arruinar tu vida, no sería justo para ti que yo fuera el primero en tu vida, tu primera vez tiene que ser especial con alguien que te ame y que tú ames y yo no soy esa persona Isabella yo estaría contigo solo por deseó no por amor y jamás me lo perdonaría por qué eres solo una niña inocente para mí, perdón por esto de verdad perdón.
Salí cerrando la puerta de aquella habitación, solo tome las llaves de mi auto y me fuí no sabía nisiquiera a dónde iría, solo maneje y no pare asta que llegue a un bar donde empecé a beber sin control alguno de mis sentimientos y emociones, sentimientos que no quería tener que nunca antes había tenido y ahora estaba teniendo por una persona agena y sobre todo prohibida para mí