Eric, Una Pasión Sin Medidas.

Clara

Jamás pensé enamorarme tanto de alguien, jamás pensé que él fuera todo lo contrario a lo que mis padres me decían, no quiero hacerle esto, asique es mejor dejarlo, me iré muy lejos... huiré de las garras de mis padres y dejaré atrás al mejor chico que amo. Todo con tal de no hacerle daño, ni a él ni a su familia.

Hoy Eric me invito a cenar y a ir a un club a divertirnos, creo que esta será la mejor despedida. Hoy será nuestro último día juntos y lo aprovecharé al máximo.

Son las ocho en punto y Eric llega por mí, me vestí muy sexy solo para él. Bajo y abro la puerta.— Hola, pasa voy por mi abrigo y vengo.

— Hola.

Mi vestimenta funcionó, Eric se me quedo viendo como un tonto.—Ya estoy... vamos!!.— Dije y lo arrastre a fuera conmigo.

— Si, si vamos.— Por fin y salió de su trance.

Subimos al auto y nos fuimos directo al restaurante en donde teníamos la reservación. Llegamos, nos sentamos y ordenamos nuestra comida.

— Eric. ¿Pasa algo, has estado muy callado?.— Literalmente me estaba asustado, llegue a pensar que ya lo sabía todo.

— Sabes desde qué te conocí me cambiaste la vida Clara, nunca pensé que podía amar tanto a alguien como lo hago contigo.— Sus palabras se escuchaban tan sinceras.

— Es muy bonito lo que estás diciendo Eric, y más por qué a mí me pasa lo mismo contigo.— Sé que lo que acabó de confesarle lo lastimara mucho cuando me vaya.

— ¿De verdad?.

— Si!!. Por qué te mentiría.— Perdón Eric.

— Eres tan perfecta.— Después de eso comimos tomados de las manos, hablábamos y nos reíamos por casi tres horas de cosas sin sentido.

Llego el momento de irnos y justo en la puerta del restaurante nos cruzamos con Sofía(La amiga de Victoria) y su familia. Dios por qué ahora. Ella se nos quedó mirando como si hubiera visto un fantasma y más por como su padre saludó a Eric. — Hola buenas noches, joven.

— Hola buenas noches para usted también señor Montgomery.—Contesto Eric

Mientras que Eric y el padre de esta tipa hablaban, ella y yo teníamos una guerra de miradas, ya no la soportaba más, por tal motivo apreté un poco la mano de Eric.

Salimos de ahí y fuimos a un club muy famoso de la ciudad, prometió llevarme a que la pasáramos bien. Eric condujo hasta uno de los mejores club de la ciudad, estacionó el auto y entramos al lugar que estaba a reventar, la música fuerte, pero agradable.

—¿Quieres algo de tomar?.— Me pregunto.

— Si, un daiquiri de frutillas por favor.

— Claro, ahora vengo.

Después de unos minutos volvió con nuestras bebidas.— Toma un daiquiri de frutillas para la mujer más linda del lugar.— Dios... este hombre podría ser más lindo.— Gracias.

Nos tomamos nuestros tragos y comenzamos a bailar, nuestros cuerpos se movían en perfecta sincronía, yo pegaba mi trasero contra su pelvis causando que su miembro despertara. De pronto se detuvo y lo sentí en mi oído y dijo.— Clara ahora vengo voy hasta el baño.— Lo mire algo confundida, pero no dije nada, al contrario, lo tome de la mano y lo saque de aquel club, llevándomelo hacia el auto.

— Abre la puerta!.—Demande.

—¿Qué?.— Dijo confundido.

— Bien lo hago yo!.— Le Quite las llaves del auto y me subí del lado del piloto, abriéndole la puerta del copiloto.—Sube!!.— Grite.

Conduje sin decir nada hasta que llegue a un lugar alejado de la ciudad en donde no había nadie, solo el reflejo de la luna y las estrellas.

— ¿Clara que es lo ...— No lo dejé terminar y me subí en cima suyo, comencé a besarlo, Eric no tardo mucho en corresponder a mis besos.

— Quiero ser tuya, quiero ser tu mujer.— Le pedí en forma de súplica, si me marcharía, por lo menos quiero saber que se siente ser completamente feliz.

— ¿Estás segura?.

— Totalmente.—No pensaba dar marcha atrás, no en esto!!.

— Si quieres que me detenga solo dímelo.— Omg... como lo extrañaré, no puede ser tan perfecto.

— Eso no pasará!.— Lo miraba a los ojos, y podía ver lo mucho que ambos deseábamos que esto sucediera.

La ropa comenzaba a estorbar, sus manos recorrían cada parte de mi ser, presionó mi seno con una de sus manos y lo llevó a su boca, mientras que con su otra mano presionaba mi botón de placer volviéndome completamente loca de lujuria. Mis gemidos retumbaban en todo el auto, presiono y torturó mi botón Haciendo que una electricidad recorriera todo mi cuerpo, pero antes de poder liberarme antes puso su miembro en mi entrada, sentí como fue hundiéndose en mí, entrando lentamente, sentí como si me partieran en dos, pero la satisfacción al sentirlo en mi interior era fantástica, comenzo a besarme para distraerme del dolor y funciono, comenzamos un vaivén lento en donde me sentí cómoda, hasta que comencé a moverme un poco más rápido pidiéndole más,el dolor había desaparecido, y el placer se hacía presente. El auto se llevó de gemidos y jadeos hasta que ambos terminamos, quedando rendidos y abrazados.

— Gracias.— Dijo de repente.

— ¿Por qué?.

— Por darme algo tan sagrado para ti, prometo nunca fallarte.

— Jamás pensé que esta noche terminara así!!.— Que dijera todo eso hacia que me sintiera más culpable.

— No, la verdad que no. Si me hubieran dicho que esta noche terminaría así. No lo hubiese creído!!.

— Te amo Eric.—Decir estas palabras fue una puñalada mortal, pero necesitaba decírselo.

— Y yo a vos.