Se conocieron una noche, la vida de ella estaba destruida y él no pudo sacarla de su mente. Le ofreció un contrato...
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Capítulo 13
Máximo
Ir de compras con Lisa fue super divertido, verla con ropa que le quedaba a su medida y me permitía apreciar bien sus curvas fue excitante por lo que preferí quedarme sentado para que no se notara mi estado.
Habíamos pasado horas en la tienda, las dependientas no dejaban de llevarle prendas exclusivas. La escuchaba resoplar y quejarse mientras yo me divertía. Es la primera mujer a la cual le parece demasiado comprar ropa y quién quiere salir corriendo.
Le pedí a una de las vendedoras que le llevara una variedad de lencería fina y seductora. Luego de la mirada de rabia de Lisa entró nuevamente al probador con lo más conservador que pudo encontrar pero acabe ordenando que empaquen absolutamente todo.
Al llegar a la mansión finalmente comimos una pizza y nos quedamos dormidos por primera vez juntos. Me desperté a mitad de la noche y sentí deseos de abrazarla y darle calor pero me contuve por miedo a su reacción, lo último que deseaba era que creyera que era un pervertido o cualquier cosa similar.
Llegó el día de nuestro viaje, estaba emocionado por llevarla a conocer lugares nuevos, la llevaría a conocer el mundo si me lo pidiera.
Fuimos en el avión de mi empresa, nos sentamos juntos. Lisa se veía maravillada y asustada al mismo tiempo. Miraba hacia los lados sorprendida, era su primera vez en un avión
-¿Te gusta?
-Si pero estoy asustada, jamás viajé
-Yo lo hice miles de veces y no pasó nada, no tengas miedo, además estoy aquí
Cuando comenzamos a despegar se veía al borde de un ataque de pánico, aterrada era poco, tenía las uñas clavadas al asiento y estaba blanca como un papel. Le di la mano, pésima idea, me sonó cada hueso.
-Lisa tranquila, estoy aquí, mírame, respira
-Te...Tengo mi...miedo- habló con dificultad respirando agitada
La abracé fuerte pero temblaba violentamente, me separé un poco del abrazo, giré su rostro y la miré a los ojos. Su rostro estaba tan cerca del mío, nuestras respiraciones se mezclaban, miré sus labios entre abiertos y lo primero que vino a mi mente fue besarla pero debí aguantar la tentación.
-Mirame, nada malo pasará, éste vuelo es súper seguro, ¿Entiendes?- Asintió y se apartó un poco
Se calmó cuando ya estábamos volando, solo se volvió a asustar cuando anunciaron que en breve estaríamos aterrizando. Le di la mano para que se calme un poco aunque lo que más quería era besarla hasta hacerla olvidar su propio nombre
Decidí que primero visitariamos Las Vegas y nos casaríamos aquí. Fuimos al hotel donde una suite matrimonial nos esperaba.
-No se que se dice en estos casos pero esto es el anillo de compromiso y espero que sea de tu agrado
-Oh por Dios es bellísimo
-Me alegro de que te guste- Tomé su mano, se lo coloqué y le di un beso en ella- pensé que podíamos casarnos aquí en una de las tantas iglesias ¿Quieres?
-Esta bien, vinimos a eso ¿Cierto?
-Vamos por un vestido si quieres
-No quiero un gran vestido, uno sencillo. Podríamos alquilar uno
-Vamos
Ella quiso alquilar un vestido y yo solo use un traje negro que compré antes de venir para la ocasión
Dimos un paseo por los mejores lugares de aquí y vimos una tienda de ropa formal, ví que Lisa miraba fijamente un vestido blanco de fiesta y le pedí que entremos. Se probó ese vestido y se veía realmente hermosa en él. En la misma calle se encontraba la capilla.
Entramos, entregué nuestros documentos, tomé nuestras alianzas, pagamos dos testigos y rápidamente éramos marido y mujer
-Puede besar a la novia- Di un paso hacia adelante, tomé su rostro y la besé, no pude hacerlo como deseaba pero al menos pude sentir sus dulces labios sobre los míos.
Me separé de ella, nos tomaron una foto en aquel momento y nos hicieron algunas más para conmemorar nuestra unión. Salimos de allí tomados de la mano, nos subimos a la limosina y volvimos al hotel donde nos alojamos.
Nuestra noche de bodas se trató de comer juntos, brindar y dormir. Irónico que yo siendo el soltero más codiciado por el que todas las mujeres mueren por tener de esposo me haya casado con quién no muere por mi ni por ser mi mujer en ninguno de los sentidos
Al día siguiente luego de un recorrido más fuimos nuevamente al aeropuerto.
-¿Dónde vamos?
-Es una sorpresa
espero el proximol.libro
gracias