Un Final Feliz Para Los Villanos.

Robert no estaba para nada feliz que su padre haya pedido al príncipe Rael que se quedará en el palacio, desde que lo vio hablando con Cecile no le agrado nada, aun cuando no desea casarse con ella, no quiere ser humillado si la chica es quien rompe el compromiso; camina por los pasillos solo para encontrarse con Rael quien va en compañía de una chica vestida de sirvienta, ella carga una caja alargada con detalles en oro.

- buen día príncipe Robert, escuche que hoy no podrá asistir a la academia no se preocupe, veré que ella este bien.

Le habla en un todo de burla y sigue su camino, Robert por supuesto muestra una gran molestia por ello, pero, no puede solo abandonar sus deberes. En la academia, Cecile ha llegado, al entrar al salón, era solo Iris quien estaba, sin decir una palabra, ella pasa a su asiento, Iris se acerca a ella y deja salir un suspiro.

- yo...señorita Hamilton, quiero que sepa que yo no he querido quitarle al príncipe, todo es un mal entendido.

Cecile se voltea apoyando su codo sobre la mesa y así apoya el mentón en su mano.

- no me interesa una explicación, lo que hagas o dejes de hacer, no es de mi interés.

- pero señorita, entienda, por su culpa todas piensan mal de mi, no es justo.

- lo que te pase, no es culpa mía, son consecuencias de tus acciones. Ahora ve a tu asiento, no molestes.

Cecile se pone de pié, como sabe que Iris no la va dejar de molestar tan fácilmente prefiere salir, así que espera que la chica se haga un lado y en el momento que chocan sus hombros, Iris se hace para atrás de manera repentina que tropieza y cae contra los asientos.

- deberías tener cuidado señorita Scott, podrías lastimarte.

Justo en ese momento que entran dos chicas y tras ellas Rael, Cecile se queda en silencio, pues esta segura que todo será mal interpretado, sobre todo, por Rael, ya que en la novela fue el defensor de Iris, las otras chicas se acercan para ayudarla a ponerse de pié. Cecile solo se da prisa para salir del lugar, solo espera que Iris diga que fue ella quien tropezó y no que la hayan empujado, Rael prefiere dejarla ir y pasa a sentarse.

- deberían llevarla a la enfermería.

Las chicas mencionan que eso harán pero Iris le sonríe a Rael.

- estoy bien, no hay necesidad de preocuparse.

- hágale caso señorita Scott, podría haberse torcido el tobillo.

Ambas convencen a Iris de que vaya con ellas a la enfermería. Más tarde todos van llegando, incluyendo Cecile que regresa, Iris también ya había regresado y tenía un vendaje en su tobillo, durante la clase, las chicas que ayudaron a Iris comentaban como ellas vieron que Cecile la empujaba. Al acabar todo, esas mismas chicas ayudan a Iris, pero ella dice que por hoy no irá a las lecciones de etiqueta, por otro lado, Cecile se va llevando su bolso para cambiarse, ya que durante las clases, usa su vestimenta acostumbrada y luego se cambia a una más cómoda. Iris nota que solo Rael se había quedado, para revisar unas notas que había tomado, así que la chica nerviosa trata de caminar hacía él pero casi cae y se sostiene de su hombros.

- l-lo siento, yo, yo solo quería disculparme por lo de esta mañana, la señorita Hamilton solo estaba mal interpretando mi relación con...

Rael le aparta la mano de su hombro y se pone de pié, sin decir una sola palabra, Iris solo baja la mirada avergonzada y cuando quiere decir algo, Rael ya no estaba. Rael va camino al campo de entrenamiento cuando escucha como las chicas de antes, hablaban con otras sobre como vieron a Cecile empujar a Iris, las chicas mencionan que era porque Cecile estaba celosa de Iris por llevarse bien con el segundo príncipe.

- ustedes inventan cosas, solo para dañar una reputación, la señorita Hamilton no tiene la culpa de que la señorita Scott sea torpe.

Ahora entiende que lo mejor que pudo hacer Cecile, es alejarse de esas supuestas damas. Las chicas no dicen nada, pues sabe que Rael es el príncipe de otro país. Cuando llega al campo de entrenamiento, Cecile ya estaba practicando con la espada, en esta ocasión el capitán ya le da entregado una espada de verdad, pero ligera, después de un poco de práctica la manda a descansar.

- debería hacer pesas, para que sus brazos sean más ligeros a la hora de levantar una espada.

- oh! No había pensado en algo así, creo que haré caso a su consejo.

- si mejora antes del torneo, prometo darle un buen regalo.

- no necesito hacer eso, alteza. Pero, no puedo rechazarlo si me lo ofrece.

- se que le gustará, haga su mejor esfuerzo.

Rael la deja descansar ya que el pasará a hacer un poco de práctica, ya tiene un entrenamiento avanzado, pero le gusta estar ahí para pasar el rato y es más interesante con Cecile cerca.