Alia la princesa del imperio Kalisto nació sin un talento de despertar, todos la consideraron un desperdicio que no llegaría lejos. Les mostrará al mundo que llegará lejos, cruzará las escaleras al cielo con un cuerpo mortal ¿pueden intimidarla? El colgante de jade dado por su poderoso maestro es su arma más poderosa ¿necesita ser protegida? Dos hombres que están bajo sus pies cruzaron el mismo infierno para solo protegerla ¿A quién debería elegir? Solo la propia Alia sabe que su búsqueda incansable por el poder es para encontrar a su amado maestro que la abandonó ¿que aventuras le esperan en su búsqueda implacable?
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Secreto
– ¡Está vivo! “El imperio sagrado realmente se esforzó por conquistar nuestro imperio, enviaron al tercer príncipe una fuerza poderosa, ni siquiera los ataques de mi hermano que ha perfeccionado toda su vida pueden matarlo” – lo pensó con amargura.
Moviendo lentamente su cuerpo Alia trató de levantarse a pesar de que intentaba ponerse sus brazos temblorosos la hacían caer.
Soportando el dolor de sentir sus costillas romper, apretó con fuerza sus puños sin dejar de intentarlo ninguna sola vez.
Tratando de levantarse miró a la figura glacial fría e indiferente, lo que más lamenta en su vida es no haber envenenado a ese hombre tirano hasta la muerte.
¡No existe una pastilla para el arrepentimiento! Eso Alia lo sabe perfectamente.
Sin darse por vencida desea volver a luchar incluso si eso le cuesta la vida.
Enterrando sus dedos en la tierra, los apretó con fuerza, sus ojos otoñales odiaron al hombre sobre el caballo, el tercer príncipe frío y despiadado.
Buscando entre la multitud, el príncipe heredero encontró la figura que más le molestó.
Sus ojos obsidianos como dagas afiladas se posaban sobre Alia quien parecía querer luchar.
– ¡sigues viva! – dijo sin emoción.
Esas palabras frías tocaron el corazón de Alia apuñalandolo sin dejar un retorno.
– ¿me quieres muerta? ¡Jamás! – pensó sin desviar la vista de esos ojos obsidianos que atraviesan el alma.
Sin escuchar una respuesta el tercer príncipe no se enojó.
– ¡Originalmente iba a buscarte después! “Encontrarnos significa que estás destinada a morir en mis manos” – moviendo su mano convocó a su espada.
La espada oscura brilló intensamente era como si tuviera el poder de devorarlo todo.
Moviendo su espada la lanzó directo hacia Alia quien está tirada sobre el suelo.
El sonido de la espada resonó como una melodía de muerte.
Cerrando los ojos Alia sintió que su vida estaba por escaparse de sus manos.
Sabía desde el fondo de su corazón que no podría detener la espada que viene por su vida.
¡No lloró, solo recordó la figura esbelta de su maestro!
– ¡pequeña Ali!
Se oyó una voz rugiendo ferozmente, un hombre alto robusto impregnado en armadura voló desde la muralla.
Moviendo su lanza se precipitó directamente hacia la espada fría que parecía devorar.
¡Clang!
Y con un solo estallido las dos armas chocaron con una fuerza proveniente de ambos lados.
El impacto de ambas fuerzas fue demasiado grande que la espada y el hombre de armadura plateada salieron disparados.
Dando un giro doble el hombre de armadura usó sus pies para estabilizarse en la tierra evitando caer.
Enterrando su lanza en la tierra se apoyó firmemente observando al enemigo.
– “El tercer príncipe es realmente digno de ser el hijo del dios de la guerra, un genio no por muy detrás del príncipe heredero” – se burló tragando un boca de sangre.
Alia quien miró la figura sufrir por el ataque poderoso de la espada sintió un dolor en su corazón – ¡Gran tío, vuelve, el tercer príncipe es muy poderoso! – gritó mientras trataba de ponerse de pie.
Con solo unas pocas palabras de Alia, el hombre de armadura apretó con fuerza su lanza, envolviéndose en una aura poderosa restauró su cuerpo.
Balanceando su gran lanza de la tierra, la hizo desaparecer.
Envuelto en un aura poderosa había activado por completo su poder de despertar.
Su cuerpo se mantuvo firme, moviendo sus dedos sacó de su ropa una perla cristalina que parecía ser algo simple sin embargo emitía una fuerza aterradora.
– ¿Buscabas esto? – estirando su brazo preguntó.
Los ojos obsidianos que siempre parecían indiferentes al mundo mostraron una tenue luz que no pasó desapercibida por el hombre de armadura quién es el tío de Alia.
Estirando las comisuras de sus labios sonrió de forma burlona por fin había entendió el objetivo del tercer príncipe al querer conquistar el imperio kaslito.
– ¡Gran tío! ¿Qué es eso? – murmuró Alia disipando el aire frío entre ambas partes.
Girando la cabeza, el gran tío observó a la joven quien está cubierta de heridas su rostro antes tierno parecía haber sido acosado por un vil villano.
Los ojos fríos del tío se transformaron en dulzura sonriendo con calidez le susurró – ¡no tengas miedo!
Esas palabras de su gran tío dejaron a Alia sorprendida.
¡No lo entendía! ¡Tampoco quiere hacerlo!
Sintiendo un mal presentimiento, abrió sus labios y justo cuando estaba por decirle algo.
Una fuerza emergió envolviendo su cuerpo sin dañarla.
Incrédula Alia miró a su gran tío pues fue él quien usó su poder para elevar su cuerpo.
– ¡gran tío! – susurró en pánico.
Ignorando la leve voz que le llamaba cerró sus ojos recordando por unos segundo sus recuerdos más preciados.
Hasta que los abrió revelando en sus ojos una sensación de tristeza.
– ¡Ya no puedo acompañarte más! Pequeña Ali ¡No lo busques más! – lo dijo mientras movía su mano derecha, la perla que se encuentra en su palma destello.
No olvidemos al tercer príncipe quien está observando la escena lamentable.
Estando sobre su caballo sentado, el tercer príncipe dejó de lado su indiferencia pues escuchó el llamado de la perla.
– ¡no, la perla ancestral! – pensando en esto el tercer príncipe saltó de su caballo precipitándose ferozmente hacia donde estaban.
Moviendo su mano la estiró hacia el cielo murmurando unas leves palabras – ¡espada del cielo!
La espada que había caído al suelo por la batalla contra el tío de Alia se levantó volando directamente hacia el llamado de su maestro.
Sosteniendo la espada el tercer príncipe la mantuvo en el aire precipitandose cada vez hacia ellos.
Los cielos claros se volvieron oscuros cubiertos por varias nubes que resonaban con truenos estremecedores.
Al instante un rayo descendió del cielo cubriendo la espada como la tinta.
Mirando al hombre como dios de la muerte, Alia no se asustó solo sintió impotencia no podía aceptar que el destino la volvía una inútil sin un despertar.
Sus ojos otoñales se posaron sobre su gran tío quien con una mirada seria movió la perla.
– ¡No tengas miedo Alia! – dijo el gran tío mientras movía su mano a gran velocidad.
La perla transparente que emitía un poder misterioso brilló intensamente.
Observando de reojo al tercer príncipe, el gran tío se burló – ¡su alteza! Si quiere la perla no puede dañar a nadie.
Con una fuerza llena de agilidad el gran tío colocó la perla dentro del corazón de Alia.
me encanta las aventuras de la protagonista femenina a pesar de su es débil trata de sobrevivir con su propia inteligencia y poder aunque es un poco inmadura y mimada se entiende
pues su única compañía más gran y apoyo emocional fue su maestro que la ama incondicionalmente
estoy esperando ver más capitulos me entretiene como escribe nuestra querida autora/Drool//Drool//Drool//Heart//Heart//Heart//Applaud/