Mi Jefe

Punto de vista de Liam

Ahora voy a mi oficina en mi auto, tomé un chofer. No estaba de humor para conducir hoy.

Después de regresar de la casa de Destiny, dormí y me desperté tarde al día siguiente porque era domingo. Hice ejercicio un rato y luego comencé a trabajar en mi oficina en mi casa. Melissa ya había cocinado la comida y se fue. Pasé mi día así.

Ahora que Destiny está aquí, tengo que hacer algo para que vuelva conmigo. Tengo que hablar con ella. Ha pasado mucho tiempo. Ni siquiera he pensado en otra mujer que no sea ella.

Creo que debería hacerla venir a almorzar conmigo y luego podemos hablar. Si no acepta, jugaré la carta del jefe y el empleado.

Mi chofer llegó al edificio. Se detuvo en la entrada, se bajó y abrió la puerta. Salí y me dirigí hacia el ascensor.

Después de unos minutos llegué a mi piso. Empecé a caminar hacia mi oficina. Miré el escritorio de Destiny y la vi mirando el archivo.

 Debe ser mi horario.

Y Alexis debió haberle dicho algunas cosas antes de irse.

Ayer llamé a Alexis y le pedí que arreglara un escritorio frente a mi oficina para Destiny.

 Quiero que ella esté cerca de mí.

Parece que el trabajo está hecho. Creo que al oír mis pasos levantó la vista. Me paré frente a su escritorio y ella se levantó. Le dije que viniera a mi oficina.

Después de que llegó, me saludó y me dio mi horario. Comencé a hablar con ella mirando mi horario. Cuando le dije cuál era su salario, vi con el rabillo del ojo que parecía sorprendida por eso. Pero volvió a la normalidad antes de que la mirara.

La miré y se veía linda con su atuendo. Llevaba un vestido decente que no revelaba mucho. Ella ni siquiera lo sabe, la miré. Mantuve mi rostro inexpresivo mientras le hablaba.

Ella fue a recoger las cajas. Mi corazón empezó a regañarme.

'

 ¿Por qué carajo no le devolviste el saludo?

"Tengo un plan mejor para eso", dijo mi mente.

Cuando ella se dirigió hacia la puerta para salir, la seguí rápidamente. Cuando la puerta estaba a punto de cerrarse, la detuve y me paré frente a ella. Ella me miró.

Dije "Y señorita Walker, olvidé una cosa". Me incliné hacia su oreja izquierda, podía oler su dulce aroma.

 Ella todavía huele igual

' y susurró "Buenos días princesa y te ves linda con ese atuendo" con eso puedo entrar a mi oficina cerrando la puerta.

Sonreí ante mi acción. Me encanta burlarme de ella. Empecé a trabajar, después de unos minutos ella me compró café y volvió a su trabajo. Después de unas horas, Destiny me recordó sobre la reunión. Fui.

*

La reunión duró más de lo que pensaba, cuando volví a mi oficina ya eran las dos. Y Destiny no estaba en su asiento.

Debí haber ido a almorzar

Pensé

 .

Parece que no puedo hablar con ella hoy.

Quiero los archivos de rehacer mañana por la mañana, así que tengo que informarle a Destiny al respecto y, además, le pediré que me designe un buen restaurante mañana para que podamos hablar. No se lo diré hasta mañana.

Mientras estaba trabajando, mi teléfono comenzó a sonar, sin mirar el identificador de llamadas respondí la llamada "Hola, habla Liam Collins".

"Hola Liam", escuché una voz familiar. Revisé el identificador de llamadas y vi que era mi madre quien estaba hablando.

"Madre, ¿por qué me llamaste? ¿Hay algún trabajo que me pidas que haga?", le respondí.

"No, no hijo, es solo que... Ha pasado un tiempo desde que no hablé contigo, así que solo... quería preguntarte... ¿puedes venir a tu casa temprano hoy? Estoy en tu mansión, quería hablar contigo", dudó en preguntarme.

"Lo intentaré lo mejor que pueda, madre, tengo una reunión a las tres. Intentaré terminarla rápido y estar allí a las cuatro. ¿Puedes esperar hasta entonces?", le respondí.

'

 De qué quería hablar

Pensé.

"

-Eso es genial Liam, hasta entonces estaré aquí hablando con Mellisa -dijo y colgó.

Tengo que llamar a Destiny para que venga aquí y arregle la reunión antes.

Pero no tengo su número. Mierda, me olvidé de preguntarle. Así que llamé al departamento financiero yo solo y les dije que estuvieran en la sala de reuniones en diez minutos.

Le escribí una nota,

 Yo se que tienes

fue

a tu almuerzo, pero quiero que completes los archivos por

hoy

Buenas noches. Tengo un trabajo para ti. Quería llamarte para avisarte pero no tengo tu número, así que anoté el mío. Cuando recibas este mensaje, llámame inmediatamente.

Liam

Lo pegué a su computadora portátil y fui a la reunión.

Cuando entré, lo puse en marcha inmediatamente. Después de unos minutos les di tiempo para que discutieran el tema.

Estaba revisando mi correo en el móvil cuando un número desconocido empezó a llamarme. Con un solo timbre contesté y pregunté quién era.

Fue Destiny quien me llamó y me dijo que ya casi había terminado su trabajo. Eso me impresionó. Le dije lo que quería decirle y luego colgó.

Guardé su número y continué con la reunión. Terminó antes de lo que pensaba.

Después de eso llamé a mi chofer para que me llevara a mi casa.

A las cuatro en punto ya estaba en casa. Cuando entré en la sala vi a mi madre y a Mellisa conversando mientras tomaban el té.

"Madre" la llamé.

Al oír mi voz, giró la cabeza hacia mí. Se levantó de su sitio y me abrazó. Me sorprendió su comportamiento. Mis manos seguían a mis costados.

Miré a Melissa en busca de respuestas. Ella estaba sentada allí mirándonos, con una pequeña sonrisa en sus labios. Levanté una ceja y le pregunté qué era todo esto.

Ella negó con la cabeza y se levantó del lugar y se dirigió a la cocina.

Levanté mi mano derecha y le di unas palmaditas a mi madre en la espalda para tranquilizarla cuando la escuché sollozar.

Cuando se separó de mí, puso sus manos sobre mis hombros y me miró. Puso su mano derecha sobre mi mejilla y la acarició con su pulgar. Estaba llorando.

Al ver su rostro con atención, puedo ver que se ha vuelto un poco más débil que antes. Parecía cansada.

"Lo siento mucho hijo, lo siento mucho. Cuando nos necesitabas no estábamos ahí. Has crecido mucho", dijo mirándome a los ojos.

Bueno, cuando conoces a tu hijo después de unos años, seguro que ha crecido. Quise responderle, pero me quedé callado. Solía ver a mi padre pocas veces, debido a reuniones y sus visitas a mi oficina, pero solo por motivos de trabajo.

Mi madre no me veía mucho, estaba ocupada con sus asuntos, así que no la molesté.

Todavía no le respondí. Solo la miraba a la cara. No sabía qué decir. Era la primera vez que mis padres me demostraban afecto.

"Entiendo que no sabes qué hacer. Lo siento. Al menos, ¿podrías darnos una oportunidad, por favor?", suplicó.

Le quité la mano de la mejilla y la sostuve entre mis manos. "No puedo aceptar tus disculpas, madre, porque ustedes dos se han perdido mucho. Cuando necesité tu apoyo y cariño, no los recibí", dije y solté sus manos.

Puedo ver el dolor y el arrepentimiento en sus ojos. "Al menos ambos se dieron cuenta de que tienen un hijo y empezaron a pensar en ello. Así que puedo intentarlo cuando tú intentes darme tiempo", mientras decía, me abrazó. Yo le devolví el abrazo.

Ambos nos separamos, ella me miró a los ojos y dijo: "Lo intentaré, hijo, pase lo que pase lo intentaré. Tanto yo como tu padre lo intentaremos". Puedo ver la esperanza en sus ojos. Asentí con la cabeza.

"¿Puedes mostrarme tu casa? He estado esperando ver la hermosa casa que has construido. Estaba esperando que vinieras", me preguntó. Mis ojos se iluminaron ante su pedido. Comencé a mostrarle la casa.

Hablamos de la casa, me alegré de hablar de ella. Era la casa de mis sueños.

Estábamos hablando de cosas sin sentido mientras le mostraba mi patio trasero. De repente, me preguntó: "Hijo, ¿tienes novia?".

La miré, mantuve mis manos en los bolsillos y respondí "no".

"¿Te interesan los chicos?", me sorprendió su pregunta. Me detuve y me volví hacia ella con los ojos muy abiertos y me quedé sin aliento.

—¡Ni hablar! ¿Por qué piensas eso? —le pregunté. Al verme detenerme, ella también dejó de caminar.

Ella se encogió de hombros y comenzó a caminar de nuevo. La seguí. Ella respondió: "No te he visto con ninguna otra mujer en los periódicos ni en la televisión. Ni siquiera las llevas a ningún evento".

—Eso no explica por qué me interesan los chicos —levanté un poco la voz.

Ella se rió de mí. "No te lo tomes en serio, Liam. Solo lo estaba confirmando porque leí un artículo sobre ti hace unos meses. Me quitó la duda", me preguntó. Asentí con la cabeza.

Caminábamos en silencio. Después de unos minutos, ella volvió a hablar: "¿Al menos tienes en mente alguna chica que te interese?".

Mi mente se dirigió al Destino. Su sonrisa, su risa, su hermoso rostro, sus ojos castaños oscuros.

Oí una pequeña risa cerca de mí. Vi que mi madre me estaba sonriendo.

—Al verte perdido en tus pensamientos puedo confirmar que hay una chica en tu vida —preguntó todavía sonriéndome.

Me detuve y saqué las manos del bolsillo y me quedé a mi lado. Ella también se detuvo y se puso frente a mí y me miró a los ojos.