Solo Deseo Amor

La noche ya había llegado. El avión de Vito estaba a punto de aterrizar. No había podido avanzar mucho en su trabajo, sus pensamientos lo habían llevado por caminos inciertos. Se había llenado de sueños e ilusiones. Después de muchos años se permitía soñar. Comenzaba a pensar que era posible tener una familia propia, que quizá él si tenía derecho de ser amado. Podía en definitiva permitirse ser feliz.

Un mensaje a su celular lo sacó de sus cavilaciones. Hizo una mueca de disgusto. Era Melisa, se había tardado demasiado en aparecer. Sabía que se venían reproches interminables y quizá nuevos intentos de manipulación. Comenzaba a considerar necesario cortar todo lazo con ella. Esa mujer no le permitiría nunca ser feliz, no si eso a ella la hacía infeliz.

"Hijo amado, no entiendo por qué te comportas de esta manera conmigo. Lo único que he querido desde que te encontré comiendo de la basura, todo sucio y golpeado es tu felicidad. Por favor vuelve con mamá. Ya no me apartes de tu vida".

No podía faltar su chantaje emocional. Tenía que pisar con pie de plomo. Él sabía que las acciones de Melisa no fueron de corazón, no fue por amor o piedad, solo lo hizo por interés. Ella obtuvo mucho dinero llevándolo  a su casa. Aún no entendía como logró engañar a su padre, pero todo lo que tiene lo tiene gracias a que lo utilizó a él. Solo fue un medio para obtener lo que creía que merecía por derecho.

Carlos Mont, padre de Melisa, quería a toda costa un nieto. Ella no deseaba por nada del mundo ser madre, no quería arruinar su cuerpo, ni pasar por el parto ni mucho menos aguantarlo y criarlo. Ella se debatía en cómo conseguir el dinero de su padre cuando lo encontró a él comiendo de la basura. En ese momento una idea se le vino a la cabeza. Utilizaría a ese niño, su padre estaba un poco perdido, lo adoptaría y lo presentaría. Carlos piensa que ella es estéril, por lo que sería muy fácil todo. Lo adopta, lo presenta y obtiene lo que quiere.

Cuando el señor Mont conoció a Vito lo amó al instante, de tal manera que de inmediato lo reconoció como nieto. A su ambiciosa hija no le hizo falta darle su apellido, ni el de su marido. No necesitaban pasar por la vergüenza de presentarlo en sociedad. Lo dejarían al cuidado del viejo y ellos disfrutarían de las riquezas.

Considerándolo bien Vito no le debía nada a esa mujer, por el contrario ella le debía a él todo lo que tenía. Él se encargó del viejo, desde muy chico lo cuidó, le dio amor de nieto, y como contrapartida recibió amor de ese hombre. Lástima que tardó en darse cuenta de la verdad de Melisa. Después de tantos años él la sigue cuidando, trata de no ser tan brusco con ella, pero ya se siente cansado. La presión que está ejerciendo es mucha y sabe que nunca aceptaría a Luna. Debe hacer algo para que nunca pueda acercarse a su hada.

Bajó del avión y se subió al auto que lo esperaba para llevarlo derecho a su casa. Quería enviarle un mensaje a su Luna, pero ya era muy tarde. Miraba por la ventana como el auto avanzaba, pasaban por la ciudad, los edificios se sucedían unos a otros, por calles interminables. Todo estaba solo, en silencio. El mundo a su alrededor dormía. Pasando la ciudad comienza a ver los árboles de los parques que hay en las afueras. El camino hacia el lugar donde vive es un poco largo, está alejado de todo el bullicio. Es una urbanización de lujo. Las personas que viven allí son las más ricas e influyentes de la ciudad, y de todas en la cima está él, el más poderoso de todos. Para hacer gala de su poderío su Villa se encuentra en lo alto, rodeada de un hermoso parque con grandes árboles. En la casa pueden vivir varias familias sin siquiera encontrarse una vez al día. Todo es lujo. Con decoraciones exquisitas. Hermosos cuadros adornan las paredes, muchos de los cuáles son obras invaluables de pintores famosos. Los pisos son de mármol, al igual que las escaleras.

Está muy cansado, necesita dormir. Cuando el largo trayecto termina se baja del vehículo, saluda a su chofer e ingresa a la casa. Es hora de descansar. Tiene que trazar un plan a seguir. su vida definitivamente está cambiando, ha llegado una nueva y hermosa luz a ella, y no piensa dejar que se extinga. Esboza una sonrisa, sube las escaleras dirigiéndose a su cuarto. Se quita la ropa, y desnudo se acuesta a dormir. Dispuesto a soñar con quién le ha robado el aliento, el alma y hasta la vida con tan solo una mirada.

Cristian ha regresado a su casa después de su largo día. En su portafolios lleva los papeles que necesita entregarle a Luna, esos que le van a dar la posibilidad de volver a estar con ella sin correr ningún riesgo.

Al entrar puede notar que su esposa se encuentra bastante irritada. Arquea una ceja preguntándose qué le puede haber pasado ¿Lo habrá visto con la secretaria de marques? Eso es imposible, él siempre tiene mucho cuidado. No tiene paciencia ni ánimos para aguantar sus berrinches, pero tiene que hacer un esfuerzo para tratar de llevarse bien. Por lo menos hasta que consiga el control de todos.

¿Qué te pasa amor, te veo contrariada? ¿Pasó algo en el almuerzo con tu mamá? intenta ser lo más dulce posible, aunque a él todo le suene demasiado sobreactuado de su parte ella se lo traga.

Mi primo, Vito, lo vi...lo vi con una mujer de la mano... una cualquiera, una zorra mal vestida, pobre, sin clase... y para rematar embarazada. Es terrible, una vergüenza, como se atreve a hacerme esto, estar de la mano con esa... Cristian frunce el ceño, y la mira con cara contrariada. Es verdad que no es bueno que ande con esa mujer de la mano por la calle, pero ...

¿Qué queres decir con hacerte eso? ¿Qué te hace a vos? Camila se pone blanca, es tanta la indignación que tiene que no se percató de que habló de más.

Eh, si amor a mi, que soy su prima, toda la sociedad me conoce y ahora voy a estar en boca de todos por el indecente de ese mal primo. Nos perjudica a los dos, mirá si lo ven nuestros socios, o sus esposas. Es un

problema grabe la verdad es que Cristian la entendía, para él también era algo indecente dejarse ver con una mujer de clase baja en un lugar de tanta categoría. Pero no había mucho que hacer, después de todo Vito es adoptado, él viene también de la calle, que se puede esperar si son de la misma condición.

Tranquila, no te pongas así, le hace mal al bebé. Lo mejor en este caso es mantener distancia. Que no se nos asocie con él y su zorra. Recuerda que él también viene de abajo, no es como nosotros, no tiene una familia ilustre ni un apellido de abolengo. Nadie nos va a juzgar a nosotros, solo él se perjudica las palabras de su marido no la tranquilizan, ella quiere que la ayude a separarlos, si es que están juntos, no que lo deje ser.

Camila aún se pregunta por qué Vito ya no la consiente como cuando eran niños, ella sabe que él la ama, siempre lo hizo. Pero antes él era tan dulce, la cuidaba y protegía, la mimaba, estaba siempre para ella. El problema es que en ese momento era desagradable, aunado al hecho de que su apellido no valía nada y no tenía un centavo. El viejo había muerto y su tía no le daba mucho dinero. No podía darle a ella todos sus caprichos. Suelta un suspiro. Tiene que pensar, algo va a hacer, pero tiene que volver con ella.

Cristian se dirige al vestidor para colocarse su pijama, está muy cansado. Su día fue largo y tuvo una muy buena acción con la zorrita de Marques. Necesita dormir. Quiere soñar que tiene a Luna entre sus brazos y que puede sentir nuevamente su suave y aterciopelada piel. Ese es un muy buen sueño, sumamente placentero. Pensaba que iba a poder dormir, pero una furiosa embarazada a su lado no hace más que bufar de la molestia que tiene.

Cami, dormite, estoy cansado

No puedo, estoy furiosa, esa trepadora no puede estar cerca de nosotros, seguro está tratando de que se haga cargo de su bastardo, no lo podemos permitir. Cristian tenemos que hacer algo con cara de cachorro regañado y haciendo puchero ruega a su marido por ayuda. Necesita un aliado, no puede sola con eso. Lo cierto es que no sabe que hacer.

Dejame ver que puedo hacer, que puedo averiguar sobre el tema. Ni siquiera sabemos quién es esa mujer, ni la relación real entre ellos. Quizá solo sea una aventura del momento, y con la comida le pagó por sus servicios ¿No se te ocurrió? la mirada que le brinda es de súplica, necesita dormir, quiere ir a los brazos de la mujer con la que quiere estar en realidad. Si ella viniera de una buena familia nunca se habría casado con Camila, ni loco. Pero no sólo es pobre, es huérfana todo en su contra tiene la pobre mujer para poder pertenecer a su círculo social. Sería la burla de la sociedad si se casara con ella.

Una vez que logró calmar a su mujer se acomodó para poder dormir. No entiende qué es lo que le molesta tanto de la relación de Vito, a él le da igual. Lo único que le interesa de ese hombre es su dinero. Como al resto de las personas que se le acercan. Se duerme pensando en el día siguiente, en volver a estar con ella, a hablarle. Ojalá no hubiera dejado el departamento que compró. Quizá por un tiempo la haga que viva ahí nuevamente. Sería lo mejor, luego le dará una pequeña casa... las divagaciones se suceden unas a otras hasta que al fin logra quedarse dormido, con una sonrisa en los labios.