Entre seguir amándote y no hacerlo decidí seguir haciéndolo, pero en silencio, por que sabia que de no ser así, nos íbamos a romper cada vez más por dentro.
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Capitulo 12 : New York
Después de estar un buen tiempo en suiza decidí hacer algo en navidad, pero no sabía que, comencé a buscar planes y lugares para poder visitar, y encontré el lugar perfecto, quería ir a New York en navidad. Al llegar a New York más o menos un 15 de diciembre la ciudad estaba adornada por dos colores que predominaban, estos eran el verde y el rojo, colores representativos de la navidad, pero aun así había un color que predominaba más, y este era el blanco un color que de solo verlo daba frío, pero al mismo tiempo tranquilidad, llegué a mi hotel y comencé a buscar planes para hacer los próximos días, no quería pasar mucho tiempo quería quedarme hasta el 28 más o menos, pues en el año nuevo quería estar con mi familia, lo primero que iba a hacer era ir al árbol de navidad del Rockerfeller. Empece a alistarme y salí para allá, fui a la hora del atardecer más o menos, al salir del hotel hacía mucho frío, pero el frío era insignificante pues al momento de levantar la cabeza había una vista hermosa que cautivaba a cualquiera y eso me dejó ver que, no importa que tan fría o mala sea la situación en la que estés, solamente hace falta una buena acción para que todo cambie, empecé a caminar y no podía bajar la mirada pues había muchos edificios que tenían pantallas inmensas, tiendas decoradas muy navideñamente, había gente sonriendo con su familia, niños corriendo y otros tan sorprendidos como yo, llegué al lugar y era hermoso el árbol era muy grande, con una fuente debajo de él y una estatua dorada, justo en frente había una pista de patinaje, en la que había padres enseñando a sus hijos a patinar había parejas disfrutando de hacerlo, pero también había personas que disfrutan de estar solas pues se reían, nunca supe de qué, pero más que las familias o las parejas estás personas me conmovieron haciéndome saber que el estar bien es algo que nosotros decidimos, que no es algo que dependa de los demás y que el exterior no debe importar, y que si aprendemos a estar bien estando solo siempre estaremos bien estando acompañados, pues alguien que aprende a estar bien estando solo es alguien que se aprende a valorar y, por lo tanto, a valorar a los demás y nunca te va a dejar solo por qué sabe bien como es estarlo. Había un hermoso contraste de colores pues el cielo se pintaba de un naranja encendido que contrastaba con el blanco que abarcaba la ciudad, fue perfecto me devolví a mi habitación en el trayecto entre a comer algo en un lugar decorado perfectamente pues no había tantas cosas, pero las que tenía las tenía ubicadas a la perfección, luego llegué a mi habitación, dure un rato mirando por la ventana y luego me quedé profundamente dormido.
Se llegó el 24 de diciembre y desde antes ya tenía en mente lo que iba a hacer ese día, quería ir al Empire State, fui de noche, la noche más adornada que hubiera visto jamás, pues todos los edificios, casas, tiendas, etc. Estaban adornadas de luces árboles y demás cosas las personas sobre todo los niños estaban muy felices, pensé que aún en un mundo lleno de violencia el amor, la felicidad y las buenas personas siempre van a ser la otra cara de la moneda haciendo de este un mundo mejor para todos, a pocos calles de llegar el Empire State ya se veía era un edificio imponente pues mientras más cerca más tocaba subir la cabeza para poder ver su sima, al llegar me di cuenta de que se podía subir dirán que soy un ignorante, pero nunca había estado en ese lugar obviamente quería subir, al llegar a la sima la vista me cautiva haciendo que mi mente quedará en blanco sin ningún pensamiento posible pues en lo único que me podía concentrar era en observar, los colores navideños abarcaban la ciudad de una forma impresionante, si Toronto tenía una gran cantidad de edificios New York tenía el doble, para el lado que mirara había edificios unos más altos que otros, unos con más colores, otros más bonitos, pero todo era perfecto baje del edificio y como siempre disfrute de caminar, de nuevo volví a dormir profundamente, el 25 de diciembre era el día en que las personas abrirían sus regalos, decidí salir temprano camine y mire por las ventanas de las casas, las personas estaban en familia, todos sonreían por los regalos, unos se impresionaban, otros lloraban de alegría y así una gran cantidad de emociones abarcaban cada familia en ese momento llegué a una conclusión. Estar solo es bueno y aprender a ser feliz estandolo todavía mejor, pero las personas siempre vamos a necesitar a nuestra familia, a nuestros amigos y por supuesto a esa persona que encaje con nosotros esa persona que nos haga sentir que al despertar cada mañana somos felices, esa persona por la que derramaríamos lágrimas de felicidad, esa persona que sin importar lo fría que esté la situación siempre ara que cada instante sea lo más cálido posible.