Melissa quien vive una vida difícil desde pequeña, a los 16 años comete un terrible error, y tiene que enfrentarse a grandes desafíos, obligada en cierta forma por su madre a casarse tan joven con un hombre al que no ama, un embarazo que lo cambia todo y luego la desdicha de perder la custodia de su hijo, en medio de tanto dolor encuentra el apoyo y consuelo que necesita en un hombre maravilloso.
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Después de la calma, viene la tormenta
Llego la mañana y Melissa despertó, al mirar a un lado vio a Erick dormido en el sofá, una sonrisa se formó en su rostro, estaba muy guapo hasta cuando dormía, por unos segundos se imaginó a lado de él besándolo, pero pronto sus pensamientos desaparecieron al escuchar decir a Erick, hola princesa despertaste antes que yo, Melissa se sonrojó, pues la había descubierto mirándolo, ambos se rieron, Erick se levantó acomodó sus cosas y al poco tiempo entraron las enfermeras a ver si el suero había terminado, le sacaron y le dijeron que pronto llegaría el doctor a revisarla y darle el alta.
Así fue en un momento el doctor llego y le dijo que podía irse a casa siempre y cuando siga todas las recomendaciones que le habían sugerido, Fátima llego con ropa de cambio para ambos, Erick entró al baño para poder cambiarse, mientras Fátima ayudo a Melissa con la ropa y los zapatos, pronto se fueron a casa, Melissa se fue a descansar en su habitación, Fátima fue a preparar el desayuno, y Erick se fue a dar un baño, la chica en la habitación ya más tranquila tuvo tiempo de pensar bien las cosas que le había dicho Vicente, pensaba en si aceptar o no la propuesta pues su hijo estaba de promedio, pero también pensaba en el infierno que iba a ser estar en esa casa y más con su madre y Vicente, no sabía que hacer estaba entre la espada y la pared, tenía miedo de las palabras de Vicente que si no volvía con él no volvería a ver a su hijo.
En eso entro Fátima, y la vio pensativa, se sentó a su lado y le tomo la mano, le dijo que ella no podía imaginar lo que ella sentía al estar sin su hijo, pero se imaginaba y debía sé algo devastador, pero que piense en que su hijo, él necesitaba verla fuerte, si ella accedía a los caprichos de su esposo de alguna manera también iba a dañar a su hijo, ya que ella no sería feliz y eso se iba a reflejar en su pequeño Noé, además que si volvía a casa nunca se iba a librar de su madre Inelda, y su hijo también sería una víctima más de ella, Melissa se puso a llorar por las palabras de Fátima, pues ella tenía razón, pero no podía pensar una vida sin su hijo, no sabía que hacer, tenía que pensar bien los pro y los contra pues no quería dañar más a su hijo, él era la única víctima de todo este desastre.
Pasó una semana y las cosas parecían irse calmando, pero como todo en la vida después de la calma viene la tormenta, y esta no fue la excepción pues la resolución del juez había salido y citaban a las partes afectadas a juicio, esto se llevaría a cabo en dos días, Melissa estaba, por un lado, feliz pues era una posibilidad de volver a su hijo, pero por otro lado estaba triste pues no sabía que iba a suceder, en aquella casa había encontrado la familia que tanto soñó, pues siempre estaban apoyándola en todo, fue por eso que le dijeron que ella no estaría sola, pues Fátima también iría a acompañarla, y así fue, el día del juicio de su pequeño hijo estuvieron acompañándola, llego Vicente con Inelda, Michael y Jofree, ya que Humberto prefería mantenerse al margen, pues no estaba de acuerdo con su madre, pero la respetaba demasiado, Michael quiso acercarse a Melissa, pero ella la rechazo, Jofree sola la veía desde lejos y le dijo que no puede creer que sea tan sínica de llevar a su amante, Inelda quiso pegarle, pero Fátima no la dejo, Vicente y el pequeño Noé sola vieron desde un lado, el niño se aferraba a los brazos de su padre, pues no comprendía lo que sucedía.
El Juez llamó a Vicente y a Melissa a la sala, el niño se quedó afuera, ambas partes estaban con sus abogados, por supuesto el abogado de Melissa era Erick, el juicio se llevó a cabo y cuando llego el momento de las pruebas presentaron unas fotografías en donde Erick y Melissa estaban abrazados, situación que el juez tomo como que ella si era una mujer fácil, que podía dejar solo a su hijo, otra de las pruebas fue cuando Melissa quiso llevarse a su hijo de la escuela a la fuerza y les llevaron los agentes, y ella mandó a su hijo con el padre, había muchas pruebas que inculpaban a Melissa aparte también estaba el testimonio de su madre y otro punto en contra fue que días antes Vicente había hablado con el Juez y le dio dinero, que aceptó encantado, cuando todo término el Juez dijo que se había tomado la decisión del niño quien había dicho que quiere estar con su padre, y que la madre tenía derecho a visitas, tres veces a la semana de acuerdo a la disponibilidad del niño.
Erick no pudo creer que el Juez haya omitido todas las pruebas que ellos presentaron y así tan fácil haya dejado al niño con Vicente, Melissa por otro lado estaba triste, lloraba desconsoladamente, eso partió el corazón de Erick quien se sentía culpable por lo sucedido, cuando salieron Fátima se dio cuenta de que todo había salido mal y abrazo a la joven, todos se fueron a casa, Erick decidió regresar a vivir en casa de su madre para estar cerca de Melissa y poder darle todo el apoyo que necesitaba, habló con su madre y con la joven para informarles su decisión, su madre estuvo de acuerdo, y se puso muy feliz de que su hijo regrese a vivir con ella, Melissa por otro lado no tenía cabeza para nada, solo se fue a su habitación para poder llorar tranquila, Fátima le dijo a su hijo que fuera a traer todas sus cosas que su habitación siempre estaba lista por si él volvía.
Los días pasaron todos seguían la misma rutina, Melissa trataba de acercarse a su hijo en los días de visita, pero este siempre la rechazaba, cada día que pasaba eso ella llegaba muy mal, muy decaída y triste, Erick estaba haciendo todo lo posible para que el niño fuera atendido por una psicóloga del juzgado para que lo valore y se den cuentan que el niño está manipulado, pero siempre le ponían trabas y él debía que era por Vicente, mientras haya personas que se venden, siempre habrá sujetos como Vicente, que piensan que con dinero pueden comprar todo, pero no se iba a dar por vencido, tenía que seguir luchando por Melissa y por Noé.
Pasaron dos semanas y las cosas no mejoraban, más bien iban de mal en peor, Vicente siempre llamaba a Melissa a martirizarle con la misma petición que si quiere ver a su hijo tiene que regresar con él, ella había pensado en la posibilidad de aceptar esta propuesta, pero al final descartaba esto, pues debía ser fuerte por su hijo, tenía la esperanza que esto es pasajero y pronto volvería a estar con su hijo, solo debía tener paciencia.