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Sombras De Luna Y Acero

Sombras De Luna Y Acero

Status: En proceso
Genre:Pareja destinada / Amor eterno / Amor en la guerra / Fantasía épica
Popularitas:10.7k
Nilai: 5
nombre de autor: Mzartemisa

Amaris creció en la ciudad capital del magnífico reino de Wikos. Como mujer loba, fue entrenada para proteger su reino por sobre todas las cosas ya que su existencia era protegida por la corona

Pero su fuerza flanquea cuando conoce a Griffin, aquel que la Luna le destino. Su mate que es... un cazanova, para decirlo de esa manera

NovelToon tiene autorización de Mzartemisa para publicar esa obra, el contenido del mismo representa el punto de vista del autor, y no el de NovelToon.

El Vínculo Oculto

La luna estaba alta en el cielo cuando Griffin y Amaris se encontraron de nuevo, en medio de las sombras de Amanecer. La tensión entre ellos, tan palpable desde el principio, había crecido en las últimas horas. La amenaza inminente había pasado, pero el peso de las palabras no dichas seguía flotando entre ambos como una nube oscura. Los ecos de la batalla anterior aún resonaban en las calles, pero ahora había otro tipo de lucha en juego: una que ninguno de los dos había estado preparado para enfrentar.

Griffin, con su habitual mirada tranquila, observaba a Amaris desde el otro lado del pequeño claro que habían encontrado, lejos del bullicio del castillo y de la vigilancia constante de los soldados y ciudadanos. Estaba acostumbrado a ser el centro de atención cuando se trataba de su vida como cazador, pero algo en la mirada de Amaris lo inquietaba profundamente. Había una intensidad en ella que no podía descifrar del todo, y, por primera vez en mucho tiempo, no sabía cómo actuar.

Amaris, por su parte, sentía cómo su pecho se apretaba con cada segundo que pasaba. El lazo de mate, ese vínculo ancestral que la conectaba con Griffin, estaba exigiendo más de lo que podía manejar. Sabía que debía decirle la verdad, pero cada vez que abría la boca para hablar, las palabras se le atoraban en la garganta. El miedo a lo que él pudiera pensar, a cómo podría reaccionar, la frenaba de una manera que jamás había experimentado antes.

—Griffin… —comenzó, su voz apenas un susurro, pero luego se detuvo. Apretó los labios, mirando hacia el suelo. Era más fácil enfrentar a una legión de enemigos que a sus propios sentimientos.

Griffin dio un paso hacia ella, frunciendo el ceño.

—Amaris, me estás preocupando. Has estado extraña desde la batalla, y sé que hay algo que no me has contado. Si estamos en esto juntos, debes confiar en mí.

Sus palabras resonaron con sinceridad, pero también con una ligera frustración que Amaris no había anticipado. Él no era del tipo que exigía respuestas, pero algo en su tono la hizo sentirse expuesta. Sabía que no podía seguir ocultando lo que sentía, pero tampoco sabía cómo explicarlo.

—No es tan simple como eso —respondió finalmente, su voz más firme, aunque sus manos temblaban ligeramente—. Hay cosas que no entenderías, cosas que van más allá de lo que ves.

Griffin arqueó una ceja, su expresión reflejando la confusión que sentía.

—He visto más de lo que la mayoría podría soportar —replicó, su tono manteniéndose calmado, pero con una clara preocupación—. Sabes que no soy alguien que se asuste fácilmente. ¿Qué es lo que te detiene? ¿Qué es lo que no puedo entender?

Amaris se quedó en silencio por un momento, luchando internamente entre su deseo de ser honesta y su miedo a lo que vendría después. El vínculo de mate tiraba de ella con fuerza, como una cuerda invisible que la unía a Griffin de una manera que él no podía comprender. Pero ese mismo lazo también la asustaba. Sabía que, una vez que revelara la verdad, no habría vuelta atrás.

—Es… complicado —dijo finalmente, su voz sonando rota.

Griffin la observó con detenimiento, su ceño fruncido mostrando una mezcla de incomodidad y paciencia. Había algo en sus ojos que le decía que él sabía que lo que estaba a punto de decir no sería fácil. Pero, como cazador, había aprendido a confiar en sus instintos, y algo en su interior le decía que este era un momento crucial.

—Amaris —dijo con suavidad, acercándose un paso más—. Puedes confiar en mí.

El tono de su voz, el toque suave de preocupación en sus palabras hizo que el corazón de Amaris se acelerara. Quería confiar en él, quería contarle todo, pero cada vez que lo intentaba, las imágenes de las mujeres que se le acercaban en la plaza volvían a su mente, llenándola de una mezcla de celos y tristeza que no podía controlar.

No podía soportar la idea de que Griffin pudiera rechazarla, o peor, que no sintiera lo mismo por ella.

—¿Confías en mí? —preguntó Griffin de nuevo, con más firmeza esta vez.

Amaris lo miró fijamente, sus ojos ámbar reflejando la luz de la luna que se filtraba a través de los árboles. La respuesta estaba en su corazón, y aunque sabía que debía decirle la verdad, algo la retenía.

—Hay cosas que no puedo cambiar —dijo finalmente, su voz temblorosa—. Y tú… tú no sabes lo que significa para mí estar aquí contigo.

Griffin frunció el ceño, claramente confundido por la dirección de la conversación.

—¿Qué estás diciendo?

Amaris respiró hondo, intentando encontrar las palabras adecuadas. Pero el peso de los celos seguía presionando su pecho, nublando su mente. No podía dejar de pensar en cómo otras mujeres lo miraban, cómo lo deseaban. Y lo peor de todo era que él no se daba cuenta de la intensidad de sus propios sentimientos hacia ella.

—Lo que quiero decir es que… —comenzó de nuevo, pero su voz se quebró—. No puedo seguir fingiendo que esto no me afecta.

Griffin dio un paso más hacia ella, su rostro mostrando una mezcla de preocupación y confusión.

—¿Qué es lo que te afecta, Amaris? —preguntó con suavidad—. ¿Qué es lo que no puedes decirme?

Amaris cerró los ojos por un momento, tomando aire profundamente. Las imágenes de las mujeres que se acercaban a él seguían martillando su mente, y aunque sabía que Griffin no les prestaba verdadera atención, el dolor seguía ahí.

—Lo que me afecta… —dijo en voz baja, abriendo los ojos para mirarlo directamente—. Es ver cómo esas mujeres te rodean, cómo te miran como si quisieran tenerte solo para ellas. No puedo soportarlo.

Griffin parpadeó, claramente sorprendido por sus palabras. Había esperado muchas cosas, pero no eso.

—¿Esos celos…? —comenzó, pero Amaris lo interrumpió.

—¡Sí! —exclamó, su voz quebrándose—. No puedo soportar verte rodeado de ellas, cuando yo… yo soy la que debería estar a tu lado.

El silencio que siguió fue ensordecedor. Amaris, con el corazón latiendo con fuerza en su pecho, se dio cuenta de que acababa de dejar salir parte de lo que había estado guardando todo este tiempo. Griffin, por su parte, seguía en silencio, procesando lo que ella acababa de decir.

Finalmente, después de lo que pareció una eternidad, Griffin dio un paso más hacia ella, quedando frente a frente. Su expresión había cambiado. Había algo más profundo en sus ojos, una comprensión que hasta ese momento no había tenido.

—Amaris —dijo con suavidad—. No tienes por qué sentirte así.

Ella lo miró con incredulidad, sin saber cómo responder a sus palabras. El nudo de celos seguía apretando su pecho, pero ahora sentía algo más, una mezcla de vulnerabilidad y miedo.

—¿Cómo no voy a sentirme así? —preguntó en voz baja—. Sabes lo que soy, sabes lo que significa para mí lo que siento. Pero tú no lo entiendes. No puedes entenderlo.

Griffin dio otro paso, cerrando la distancia entre ellos. Ahora, sus cuerpos casi se tocaban, y Amaris sintió su calor, su presencia. No podía apartar la mirada de él, y el lazo de mate tiraba con más fuerza que nunca.

—Entonces, explícame —dijo él, su voz firme pero suave—. Si no me cuentas lo que está sucediendo, ¿cómo esperas que lo entienda?

Amaris sabía que él tenía razón. Sabía que el momento había llegado, que ya no podía seguir postergando la verdad. Pero el miedo aún la retenía, y los celos seguían nublando su mente.

—Eres —comenzó, pero se detuvo. Las palabras no querían salir.

Griffin esperó pacientemente, sin apartar la mirada de ella. Sabía que lo que Amaris estaba a punto de decirle era importante, pero no la presionó. En cambio, alzó una mano lentamente y la colocó suavemente sobre su mejilla, un gesto inesperado pero lleno de ternura.

El contacto fue suficiente para romper las últimas barreras de Amaris. Sintió cómo su piel ardía bajo su mano, cómo el lazo que los unía se intensificaba con ese simple toque. Cerró los ojos por un momento, permitiendo que esa sensación la envolviera.

—Griffin… —murmuró, finalmente reuniendo el valor que necesitaba—. Tú eres mi mate.

El silencio que siguió fue tan profundo que Amaris sintió que el mundo entero había dejado de moverse. No se atrevió a abrir los ojos, temiendo ver la reacción en el rostro de Griffin. Había dicho las palabras que tanto tiempo había temido pronunciar, y ahora solo quedaba esperar.

Finalmente, después de lo que pareció una eternidad, Griffin habló.

—Tu… mate —repitió lentamente, como si estuviera procesando la información.

Amaris asintió, aún sin atreverse a mirarlo.

—Es… un vínculo ancestral —explicó, su voz temblorosa—. Los lobos tienen una conexión que va más allá de lo que los humanos pueden entender. Y desde el momento en que te vi, supe que eras tú. Eres mi mate, Griffin. El destino nos ha unido.

Cuando finalmente abrió los ojos, vio que Griffin la miraba con una mezcla de sorpresa y confusión, pero no de rechazo. No había huido, no la había apartado. Y aunque aún no había una respuesta clara en su rostro, Amaris sintió una pequeña chispa de esperanza.

—Amaris… —comenzó Griffin, su voz suave, pero firme—. Esto es… mucho. Pero no tienes que temer. No me voy a apartar de ti por esto.

Amaris lo miró, su corazón latiendo con fuerza. Sabía que la conversación apenas comenzaba, pero por primera vez en mucho tiempo, sentía que no estaba sola en esta lucha. Había revelado su verdad, y aunque el futuro aún era incierto, la chispa de esperanza que ahora brillaba en su pecho era más fuerte que nunca.

1
María josé Alvarez
Realmente me encanta ésta novela. Está muy bien escrita y construída. Percibimos,y sentimos cada emoción y sentimiento que fue creciendo entre los protagonistas. Me encanta como escribís autora, un placer leer tu preciosa obra
Elsy Aguero
estoy esperando mas capitulos,y leer cuando van a llevar la relación mas aya que puros besos
Yimalia
excelente
Lorena Itriago
la plata no le hace daño a los lobos??
Elsy Aguero
vaya por fin se dieron el primer beso, que emocionante
Consuelo Flores
un hombre como el tiene pasado pero ya no debe ser importante solo Amaris lo debe ser
Elsy Aguero
muy buena la novela
Momoko_Kori
Me encanta tu escritura autora, además la historia es totalmente atrapante, espero que siga así
Momoko_Kori
Que triste
Consuelo Flores
la hacen de emoción para w pidamos el libro
Momoko_Kori
La historia está muy buena
Momoko_Kori
Jajaja se murió por zorra
Claudia Morales
Excelente
Consuelo Flores
o o o gracias
Consuelo Flores
es buena tu novela poq te haces del rogar pon más capitulos
Consuelo Flores
esto empieza a ver cómo les funciona el atractivo animal
Elsy Aguero
muy interesante tu novela 🇻🇪🌹❤️👍 espero mas capitulos gracias
Consuelo Flores
Griffin quiere su vida loca se resiste al amor
Elsy Aguero
Excelente
Consuelo Flores
es un 3xelente cazador
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