Evan era el vicepresidente de la empresa "Morgan corporation"
Su padre era un hombre muy exigente y lo presionaba por casarse y tener hijos
Pero Evan evitaba ese tipo de asuntos, en sus planes a futuro no venía incluido casarse y mucho menos tener bebés
Roma era su secretaria desde 2017
Su relación era sólo de trabajo, ambos se completaban muy bien en ese ámbito
En una fiesta con una compañía amiga, tanto Evan como Roma se pasaron de copas y terminaron en la misma cama
Tras esa noche tan vergonzosa Roma empezó a evitar a su jefe, incluso ponía excusas para faltar al trabajo y no verlo
Pero todo da un giro inesperado cuando una prueba de embarazo da positivo
Roma estaba embarazada de Evan
Roma cargaba en su vientre al bebé de su jefe...
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Capítulo 11: "Vayamos a almorzar juntos"
Llegue a la empresa alrededor de las 8:05am (35 minutos tarde) y todo por culpa del maldito embarazo
¿por qué por culpa del embarazo?
fácil
porque el movimiento del autobús en el que iba me provocó unas asquerosa náuseas (cosa que antes del embarazo no sucedía), así que tuve que bajarme, respirar hondo para controlar los ascos, y, hasta vomitar sobre la calle si era necesario
--Vicepresidente -hable entrando a su oficina- Lamentó la demora
--¿Todo está bien? -pregunto haciendo a un lado su trabajo para escucharme
--Claro -mentí y sonreí- ¿Por qué la pregunta?
--Tú nunca habías llegado tarde al trabajo, además, te veo un poco pálida y tus labios están sin color
toque mis labios con mi dedo índice y me di cuenta de una cosa
no solo estaban sin color, sino que también estaban secos y algo agrietados
me estaba deshidratando
--Sería bueno que vieras a un doctor -sugirió
--No es necesario
--Si lo es -dijo tomando su teléfono del escritorio- Le llamaré al doctor Brown
--No haga eso -pedí
Brown era el doctor de cabecera del vicepresidente
era un doctor bastante reconocido en el ámbito de la salud y, por lo mismo, sus consultas y tratamientos no eran nada baratos
había gastado casi todo el dinero que tenía en mi tarjeta de crédito por pagar el aborto
así que no tenía dinero para ningún gasto extra
---Pero...
--Enserio no es necesario -volví a decir- Si me necesita estaré afuera organizando su agenda del día de hoy -informe con una gran sonrisa forzada
antes de que el vicepresidente dijera algo, me di media vuelta y salí de su oficina
¿pero qué le ocurría?
él nunca se había preocupado tanto por la salud de alguien, y menos si esa salud era de alguno de sus empleados
en pocas palabras, al vicepresidente le daba igual si alguien externo a él enfermaba
él era un hombre arrogante, egocéntrico, narcisista, no tenía empatía, era egoísta y también era un desconsiderado
¿por qué mostrar interés tan de repente?
me llevé la mano derecha a mi vientre y lo acaricie lentamente
--Te odio -le susurré al bebé que no me podía escuchar
--¡Secretaria Moore! -escuché por parte del vicepresidente
puse los ojos en blanco mientras suspiraba llena de molestia
escuchar la voz del vicepresidente me ponía de tan mal humor
nunca antes había pasado algo así
siempre que escuchaba hablar al vicepresidente me parecía que su voz era algo atractiva y, en cierta parte algo relajante
pero ahora siento que su voz me taladra la cabeza
no se si eso se deba a las hormonas que produzco por el embarazo o si hay otra razón
--Dígame vicepresidente -dije mientras caminaba hacia su escritorio
--Quiero que traslades estos documentos a un archivo de computadora y los envíes a la empresa IST lo más pronto posible -ordeno
--Porsupuesto vicepresidente
me incliné ligeramente para tomar los documentos que estaban sobre el escritorio
cuando lo hice el vicepresidente levantó la mirada y sus ojos se cruzaron con los míos
sus labios se abrieron ligeramente y yo solo me quedé paralizada
--Enseguida traslado los documentos -informe rompiendo el contacto visual
--Secretaria Moore -me llamó
--Dígame vicepresidente
--¿Tienes planes para el almuerzo?
--No realmente
--Entonces vayamos a almorzar juntos -soltó
--¿Ju... juntos? -dije tartamudeando
--Así es -sonrió- Has una reserva en el mejor restaurante del país
--Haré la reserva, pero no podré acompañarlo -aseguré
--¿Por qué?, dijiste que estabas libre
--Si, pero usted es mi jefe, y salir a almorzar juntos será extraño y mal visto por algunas personas
--Pero ya hemos hecho eso antes
--Así es, pero, lo hemos hecho por cuestiones de trabajo -conteste- Así que, si me disculpa, rechazaré su invitación
--Entonces hagamos eso
--¿Ah?
--Vayamos a almorzar juntos por trabajo, llevemos la computadora portátil y los documentos que falten de revisar y firmar -comento- Así, sabiendo que estamos ahí por trabajo no te sentirás incómoda
me quedé callada intentando buscar alguna otra excusa para no ir a almorzar junto al vicepresidente
pero, para mi mala suerte, mi cerebro se quedó en blanco
--Porsupuesto - acepté- Haré la reserva en su restaurante favorito
el vicepresidente asintió
como ya lo dije, siempre he asistido junto al vicepresidente a comidas, reuniones, cenas y demás
antes, eso no era incómodo
al contrario, era placentero para mi poder ser el apoyo de mi jefe
pero ahora, con lo que pasó y lo que está pasando, siento que esa confianza y ese placer de trabajar al lado del vicepresidente desapareció y ahora sólo hay un aura de incomodidad