La monarquía es la misión sagrada de Dios para darle dignidad a la tierra. Nuestra protagonista tenía un destino trazado que vivir dentro de su familia, pero debemos recordar que nunca se debe dar algo por sentado, todo puede cambiar repentinamente de la noche a la mañana. Después de encontrarse en el set de grabación, Beatriz y Trevor vuelven a coincidir, pero esta vez en la universidad, es ahí en donde interactua con nuestro sexy y guapo protagonista, que había llegado un día a su clase de arte. De la convivencia nace entre ellos un amor fuerte, apasionado como el de ensueño, cálido como el verano. Hasta que un día y sin dar una explicación Beatriz deja la universidad sin una despedida, o una explicación dejando a Trevor con sus ilusiones y el corazón roto. Será que el tiempo algún día pueda volver hacer que se reencuentren, así algún puedan volver a vivir el gran amor que tenían
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Los días sin ti
Capítulo 12
Pasaron días desde la partida de Beatriz, todos esos días Trevor iba afuera de la que alguna vez fue su casa o a la roca buddo a esperar que ella apareciera. Nadie podía imaginar la tormenta que estaba viviendo en su interior, preguntas tenía miles y respuestas ni una sola. Pero la principal, ¿Por qué si se amaban tanto ella decidió abandonarlo?.
—Sabía que te encontraría aquí.—dijo Natasha
—Si, ni siquiera yo entiendo porque sigo viniendo a esperarla. Es obvio que no va a volver, no ha llamado una sola vez o mensajes. Ahora entiendo porque jamás hablo sobre su familia, o de donde vivía es obvio que es una niña rica, y yo fui solo un capricho. Su juguete.—decía Trevor con sus ojos llenos de lágrimas, no solo de dolor también de resentimiento
—Hijo puedo contratar a un investigador para que la encuentre, así puedas hablar con ella. Presiento que hay algo más detrás de toda esta situación, el amor no se finge, Beatriz te ama.—dijo Natasha
—No mamá, ya no puedo con esta tortura. Se quiso ir, le deseo lo mejor donde quiera que esté. No quiero volver a verla en mi vida, es una mentirosa. Fui solo su diversión.—respondió Trevor
—Esta bien hijo tranquilo, tu padre y yo hablamos. Decidimos que lo mejor es que vuelvas conmigo a casa, poner distancia te ayudará con esta decepción.—sugería Natasha mientras abrazaba a su hijo, algo le decía que se ido era un mal entendido. Pero mientras ella no regresara, no se sabría la verdad. Por lo pronto debía apoyar a su hijo, para que enfrentara todo lo que estaba por venir.
—Si madre, yo también estoy de acuerdo. Entre más pronto mejor.—respondió Trevor
Pero esto solo era el principio de su larga agonía, la distancia solo serviría de escape, pero se acercaban los días más oscuros para Trevor. A veces es mejor buscar la verdad, que vivir en la incertidumbre de lo que realmente pasó.
Marti se despidió de Trevor, después de todo se habían hecho grandes amigos y lo había acompañado todos esos días en su melancolía.
—Espero que el olvido te ayude a sanar, si vuelve en estos días. ¿Quieres que te avise?.—preguntó Marti
—Aún tienes la esperanza, porque yo no. Marti ella no me amaba, así que olvidarme de todo es mejor. No volverá, pero te agradezco todo. Por favor trata de ser feliz con tu prometida.—respondió Trevor
—Créeme es una carga muy grande estar dentro de la familia real, pero haré lo posible, espero volver a verte búscame cuando vengas a Londres.—decía Marti mientras se despedía de su amigo
Al igual que con Marti, también se despidió de Kenia. Nadie sabía sobre el paradero de Beatriz, solo el decano Winston pero estaba obligado a guardar silencio, después de marcharse Trevor de Escocia. Kenia le solicitó al decano enviarle una carta a Beatriz, aunque con Trevor se había negado, esta vez accedió a hacerle el favor ya que sabía que ese muchacho ya no estaba en el país, días después la carta llegó hasta el ducado en Luxemburgo. Tommy de inmediato se la mostró a la reina.
—Bien hecho Tommy la abriré para leerla, si es de ese muchacho. La destruiremos, pero podremos utilizar el sobre.—dijo Teresa
“Querida Beatriz
Te escribo esta carta deseando que te encuentres bien, tu ausencia a dejado un vacío en todos nosotros. En un mes terminaré la carrera y volveré a mi hogar, esperábamos tu regreso pero al no tener noticias de ti. Decidí escribirte estas líneas.
Principalmente para decirte que Trevor se ha marchado devuelta a su país, que estas últimas semanas han sido un verdadero calvario para el, pero cuando se despidió de mí, fue claro en decirme que lo mejor era que se olvidaran uno del otro. Con su corazón roto podría comenzar de nuevo y encontrar tranquilidad, que no quería saber ya nada sobre ti. Que si volvías, te lo hiciera saber. Pensé mucho en escribirte para darte su mensaje, porque no quería hacerte sufrir. Al igual que él no entendemos porque tu decisión de irte, sin despedirte y también quién eras realmente, ya que todo tu mundo era un secreto. Solo me resta quedarme con la Beatriz que conocí, deseo que tengas la felicidad y tranquilidad. Nunca había conocido dos personas que se amaban tanto, hasta que te conocí a Trevor y a ti, es por eso que sigo sin comprender porque rompiste su corazón.
Te extraña, Kenia”
—Tommy vuelve a sellarla y entregasela a la princesa, ya no tendremos que hacer nada para obligarla a renunciar a ese oportunista. El que hayas roto su carta abrió una brecha entre ellos, te felicito.—dijo Teresa
—Es un placer, en seguida le entregaré la carta su majestad.—respondió Tommy
Le entregaron la carta, Beatriz se emocionó bastante al ver que era de Kenia, estaba segura que la carta en realidad era de Trevor. Comenzó a leerla, de pronto una lágrima cayó sobre el papel. En su desesperación intentó salir del palacio para llamar a Trevor, pero no lo logró, estaba desesperada. Cómo podía decidir eso, si su carta había sido clara, ella volvería a él. No podía contener su llanto. En eso entró su mamá a la habitación
—Me puedes explicar ¿que es todo ese alboroto?.—preguntó Teresa
—Necesito salir, extrañamente no salen llamadas de los teléfonos en el palacio, debo ir a buscar uno.—respondió Beatriz alterada
—De ninguna manera, la hija del rey no va a ir a exhibirse. ¿Entendiste?.—dijo Teresa
—No me importa nada de eso, madre necesito hacer esa llamada y si no lo puedo hacer aquí saldré, no puedo creer que se acabe lo nuestro.—dijo a gritos Beatriz
Su madre la abofeteó para hacerla entrar en razón, sobre todo evitar que todos se enteraran de lo que ocurría. Beatriz no dejaba de llorar
—Esta bien, dejaré que llames para que el mismo te diga de frente que se acabó. En la línea del despacho de tu padre puedes hacer la llamada.—dijo Teresa
—Gracias mamá.—dijo Beatriz y caminó directo al despacho
Entró y se acercó al teléfono para llamarlo, pero la grabación le decía que el número celular no existía. Y así se había terminado todo entre ellos, no había duda que él ya no quería nada con ella. Beatriz lloraba sin poder contenerse, no podía enfrentar que jamás volvería a verlo, sentía como su corazón estaba agonizando. ¿Cómo seguir sin él? Esa era la verdadera pregunta, todo el panorama se veía desolador
—¿Ya pudiste hablar con el?.—preguntó Teresa
—No, pero ya entendí el mensaje.—respondió Beatriz
—Se que piensas que tu padre y yo no merecemos la más mínima consideración y afecto de tu parte.—decía Teresa
—Eso no es verdad, yo los quiero y los respeto.—respondió Beatriz
—Si fuera así, no te hubieras atrevido a tener un romance con él libertino ese. Te das cuenta que estuviste a punto de hundirnos en la deshonra. Imagínate que tu sangre se mezclara con la de ese infeliz. Afortunadamente no pasó a mayores, que crees que diría tu padre si se enterara.—decía Teresa recriminándole
—Ya basta madre, hablé claro ¿que es lo que quiere?.—preguntó Beatriz sin poder detener sus lágrimas
—que te olvides de tu abdicación, y que aceptes el matrimonio con el príncipe Nicolás de Dinamarca.—respondió Teresa
—Esta bien lo voy hacer, pero por favor ya no me atormente más. Tenga piedad de mi enorme sufrimiento, ya es suficiente saber que jamás volveré a ver al hombre que amo.—decía Beatriz
Teresa había logrado separarlos, los próximos días Beatriz se la pasaba al lado de su padre. Que poco a poco volvía a su cargo como líder del gobierno y Rey del país.
En Nueva York Trevor trataba de recuperar su vida, la que tenía antes de Beatriz. Debia olvidarse de todo lo vivido a su lado para poder avanzar, pero eran difíciles los días sin ella. Por más fuerte que se quería volver, había días que perdía la lucha. Estaba en su habitación recordando todo lo vivido, cuando esa necesidad de verla le ganó. Sacó su lápiz y una hoja, comenzó a dibujar con todo y su desesperación hasta lograr replicar el rostro de la mujer que aún amaba, y que amaría el resto de sus días. Era como si el retrato tuviera vida, como si Beatriz estuviera presente. Después dibujó otro y otro más hasta que volvió a llenar su habitación de sus dibujos. Era como tenerla cerca una vez más.
Te descubrí en "GOLONDRINA."
Me gustó tanto que decidí seguirte. Y de esa lista, elegí ésta por el título.
ESPERABA un relato de fantasía, pero nunca imaginé el resultado.
Es bellísima, perfecta de punta a punta y esta MUY BIEN ESCRITA!!!
DIOS bendiga tu talento. Felicitaciones. Y muchas graaaaaaacias por estos regalos.