Un Mundo Diferente. [JEON.JK.] #SRMDJ

La pelirroja soltó un suspiro mientras caminaba por los pasillos rumbo al estudio del Rey, algunos empleados que pasaban por el camino le hacían reverencia. En un momento del trayecto tres chicas del servicio estaban acercándose mientras hablaban y luego de hacerle reverencia a la pelirroja continuaron hablando.

—Esta noche el Rey debe buscar una Reina. —dijo la más baja de las tres.

—Escuché decir al mayordomo que el Rey no podía estar más tiempo solo. —habló esta vez la chica de piel morena.

—Cierto, ya casi cumple 30 años y aún no tiene un heredero. —dijo la peli-rubia.

—Ash, quisiera ser princesa. —dijo la morena.

Sin darse cuenta, había disminuido el paso, por alguna razón se encontraba desanimada pero su estado de ánimo cambió cuando, al doblar una esquina, un enorme cuerpo impactó contra ella provocando que el agua que llevaba se derramase sobre su pecho, gimió al sentir el agua en su cuerpo a la vez que una mano abrazaba su cintura con perfección para evitar que se cayese, levantó la mirada y se encontró con los ojos marrones que le quitaban el sueño en las noches, estaban brillantes del asombro.

Algunas sirvientas, ayudantes de la cocinera que pasaban por allí sonreían ante la escena, pues le habían comentado a la pelirroja que hacía bonita pareja con el Rey. Fue aquella vez que preparó el jajangmyeon, cuando él se fue ella entró a la cocina nuevamente luego de revisar que el Rey ya no estaba allí, porque el frío que había afuera era horrible, y para todas las presentes no había pasado desapercibido la forma en la que ella trataba al Rey, como si se estuviese haciendo la del carácter.

Sintió sus mejillas arder al recordar esas palabras de la cocinera, se enderezó raspando su garganta mientras alisaba su vestido, el rey le extendió un pañuelo y ella tras mirarlo a los ojos lo tomó lentamente. Él miró al suelo notando su planta para el dolor, cuando la chica termino de limpiar su pecho miró lo mismo que el Rey y luego lo miró a el notando mientras subía la mirada, que había sangre en su manga.

—Yo... buscaré algo para curar su herida. —se iba a retirar cuando la voz de él la detuvo.

—No me duele —lo miró, él la observaba—, está herida no me duele. —su voz era apagada al igual que su mirada a diferencia de cuando la vio en el pasillo. Miró a unas empleadas—. Limpien eso. —señaló, ellas hicieron reverencia y se escuchó un “Sí, majestad” miró a la pelirroja—. Acompáñeme a mi estudio, señorita Min.

La muchacha, un poco avergonzada con las empleada, se disculpó con estas que le dijeron que estaba bien, que era su trabajo. Luego de eso siguió al Rey hasta su estudio, al entrar cerró la puerta y se quedó en el umbral observando la espalda del Rey.

—Quiero pedirle algo señorita Min, —rompió el silencio y se volteó. Su tono volvía a ser duro, no espero a que ella hablase solo continuó—, cuando vengan los londinenses, trátame como tu Rey ¿Me has escuchado?

—...el... el libro...

—¿El libro?

—Oh Dios mío. —se cubrió la boca claramente feliz, corrió hacia un estante pero el Rey se interpuso en su camino.

—Dime que me has escuchado. —dijo él.

—¿Lo tuviste aquí todo el tiempo y no me dijiste? —lo miró frunciendo el ceño.

—No sé de qué habla señorita Min.

—¿No sabe? —frunció más el ceño y se alejó de él para luego señalar un libro en el estante, luego de observar detalladamente, el Rey divisó un libro que jamás había estado, se acercó para tomarlo y lo hojeó. Miró a la muchacha.

—Está en blanc- —dijo un poco sorprendido pero sus palabras se vieron interrumpidas porque de repente, una luz apareció y ella corrió hacia el Rey y cerró el libro con sus dos manos a cada lado.

El corazón de la chica se había agitado del susto, miró al Rey quién la observaba desde, sus delicadas manos estaban sobre las de él sin darse cuenta, y cuando él iba a decirle algo, llegó el mayordomo que abrió la luego de llamar a esta varias veces.

—Rey Jeon, su medicina. —señaló la bandeja. La pelirroja separó sus manos de las del Rey y se puso a un lado con la cabeza abajo—. Se la envié con —miró a la muchacha con indiferencia— la señorita Min, pero al parecer no puede hacer algo bien.

El Rey apartó la mirada de ella que había cerrado sus ojos al escuchar aquello y la puso en el hombre frente a él.

—Fue mi culpa. —le dijo sorprendiendo a los presentes quienes lo miraron—. Yo choqué con la señorita Min, fue mi culpa que todo se derramase.

El mayordomo abrió su boca para decir algo pero no pudo cuando el rey lo agitó para que le diera el agua diciéndole que la planta era amarga pareciendo un niño pequeño ante los ojos de la muchacha. Ella se acercó al mayordomo y le susurró:

—El agua no alivia el mal sabor, a la próxima traiga leche de banana, al tu Rey le gusta.

El mayordomo le iba a reprender por decir “tu Rey” y no tratarlo con más respeto, pero no pudo porque ella se fue corriendo mientras reía, y cuando regresó la mirada a su Rey, lo vio sonriendo también.

EL LIBRO:

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...Gracias por leer....

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...U.M.Diferente by SenioritaRMDeJeon...

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