Calina Belkin es una joven estudiante de ciencias veterinarias, quien sueña con graduarse e irse a vivir a Suiza, pero sus sueños se ven truncados cuando se ve obligada a contraer matrimonio con el mafioso mas peligroso de Rusia, Conocido como el demonio Ruso, Yerik, es un hombre frío, sanguinario, dejo de creer en el amor cuando su segunda esposa lo abandono con su pequeña hija recién nacida, desde entonces aborrece a las mujeres, pero se ve obligado a casarse para darle una madre a su princesa Alina.
Podrá Calina derretir el corazón de este hombre tan despiadado?
Podrá Yerik volver a confiar en una mujer y darse una nueva oportunidad en el amor? Acompáñame a descubrirlo...
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CAPÍTULO 11
( YERIK )
En mi viaje a Polonia no sólo le compré regalos a mi princesa Alina, sino también a Calina, no se porque, jamás fui un hombre detallista ni cuando estuve casado las veces anteriores, pero con ella todo es tan diferente, que no logro sacarla de mi mente está ahí firme en mis pensamientos todo el puto día y la noche, cuando entre a una joyería a comprarle una pulsera a mi hija, lo ví, era el collar más fino y hermoso que había visto, un diamante en forma de lágrimas color azul, el mismo azul que sus preciosos ojos, pensé en lo bien que se vería en su cuello, en esa piel tan blanca y suave que posee, no pude evitarlo y lo compre, sólo que tenía que pensar la forma en que se lo daría, que Míriam haya arruinado su vestido me ayudó, ya que no solo pude entregarle el collar sino también un vestido carísimo de diseñador y bueno la pifie con las flores, ya ha pasado casi un día y mi hermano aún se sigue riendo por haberle obsequiado flores plásticas, yo que mierda iba a saber que las plásticas no le gustaban, si Jamás en mis treintidos años fui un hombre detallista o romántico
Cuando la ví bajar las escaleras, sentí algo dentro de mí que no puedo explicar, nunca me había pasado algo así, se veía tan hermosa, debo de confesar que Calina es la mujer más hermosa que he visto en mi vida, todo de ella me gusta, sus ojos, su sonrisa, su cuerpo, su forma de ser, tan sencilla y alegre, amo verla bailar o cantar con mi hija, suelo esconderme en la biblioteca para observarla estudiar, se ve tan linda cuando se concentra en sus libros y esa costumbre de morder el lápiz mientras piensa, la hace ver tan jodidamente sensual y que decir cuando se enoja? Me excita mucho verla enojada, debo de confesar que es la primer y única persona a la cuál le permito que me grite o insulte, que decir de sus golpes? Jamás en la vida me habían golpeado tanto y vivido para contarlo, aún estoy esperando a esa chica sumisa, dulce e inocente con la cuál podría hacer lo que quisiera según me dijo mi padre aquella vez
La fiesta no estuvo mal, podría haber terminado en una tragedia si no hubiera Sido por Calina que me pidió o mejor dicho me ordenó que no arruinara la noche de sus padres... Y yo me preguntó desde cuándo acató órdenes de una Chihuahua como está? Y es ahí en dónde me doy cuenta de que Calina puede hacer conmigo lo que quiera, jure no volver a confiar en una mujer, pero no puedo por más que lo intente a más no poder, se me es imposible, Calina no sólo se robo el corazón de mi hija sino que también lo está haciendo con el mío y eso me asusta.
Volviendo a la noche de la fiesta tuve que contenerme demasiado en no agarrar a golpes a esos buitres asquerosos que miraban a mi mujer, les hubiera arrancado los ojos para que dejarán de observarla con tanto deseo, con ese mismo deseo con el que convivo desde que la conocí, sueño todas las noches con que la hago mía y la hago gritar mi nombre una y otra vez, suelo despertarme más duro que un hierro y desde que mi esposa está en la mansión manuela se ha hecho mi mejor amiga, me preguntó hasta cuándo voy a poder retener este gran deseo que tengo por ella, a veces hasta me sorprendo de mi autocontrol por no lastimarla.
Lo que más me hizo hervir la sangre fue el descaro de mi hermano, que no disimuló ni un poco en la manera de mirar a mi esposa, por otro lado Larissa la hermana de mi mujer intento por todo los medios seducirme y aunque debo de confesar que soy o bueno era hasta que Calina llegó a mi vida, un hombre demasiado mujeriego, en otro momento ya la habría dejado caminando como Bambi recién nacida a la tal Larissa esa, pero en estos momentos lo único que lograba provocarme era asco y como ya dije no está en mis planes serle infiel a Cali por más que no seamos una pareja, no le voy a fallar porque yo si se lo que se siente que te engañen de esa manera
Me encontraba en mi despacho chequeando unos papeles cuando entro mi ama de llaves preocupada
- Yerik no crees que el castigo de Míriam ya estuvo bien?
- Claro que no se merece cosas peores - respondí sin dejar de mirar los papeles
- Yerik sé lo demoníaco que puedes ser cuando te enojas, pero solo ten un poco de piedad - suplico mi ama de llaves
- Piedad? Sabes que odio que me desobedezcan y ella no sólo que me desobedeció sino que se metió con mi mujer y nadie se mete con mi mujer - dije firme
- Por favor solo por esta vez yo hablaré con Míriam y verás que no volverá a molestar a la señora Calina
- Bien pero solo por esta vez - dije con molestia
- Gracias Yerik
Lo que hizo Mirian estuvo muy mal, no sólo arruinó el vestido de Calina, sino que también se atrevió a faltarle el respeto y como si eso fuera poco, la escuché en la cocina hablando peste de mi mujer y eso no lo permito
Por lo cuál le di su merecido, le ordene colocar ambas manos en la mesa y luego deje caer la plancha hirviendo en cada una de sus manos, sus gritos de dolor eran mi mayor satisfacción, repetí el procedimiento unas cuatro veces más, eso fue por haber arruinado el vestido de mi mujer, luego le ordene que sacará un la lengua y comencé a jugar con un encendedor, provocando que se ahogará en con su propio llanto, eso fue por hablar mierda de mi mujer y por último la deje atada bajo el sol durante cuatro horas, para que aprenda a no meterse con quién no debe y que agradezca que no la mato.
- Papi papi, di que si - entro mi princesa al despacho saltando de alegría
- Que diga si a qué princesa? - pregunte mientras la sentaba en mi regazo
- Permiso.. Tienes un segundo? - Pregunto Calina entrando al lugar
- Para tí, todo el tiempo del mundo - respondí y ella por primera vez se sonrojó
- Quería preguntarte si mañana puedo llevar a Alina al zoológico? - pregunto mientras mi pequeña suplicaba con sus manitas
- Por favor papi quiero ir a ver los animalitos con Mami.. - la mire por un segundo, tenía tanta ilusión por ir y eran contadas las veces que la sacaba de la mansión por miedo,. pero tampoco podía mantenerla toda una vida encerrada
- Está bien pequeña pueden ir..
- Quieres venir con nosotras? - pregunto la rubia que me trae loco
- Es una cita? - pregunte arqueando una ceja mientras ella me miró con su peor cara
- Ni en tus sueños Sokolov, sólo te estoy invitando una salida con tu hija y conmigo... Tienes algo que hacer mañana?.
- Claro que no, justamente mañana tengo el día libre - dije mintiendo
- Perfecto, vamos hermosa sigamos con lo nuestro - Calina llamo a mi hija que fue feliz con ella
- Mami me está enseñando a leer - me dijo mi princesa feliz, al fin puedo decir que mi hija es feliz
Cuando ellas salieron de mi despacho llame a mi mano derecha
- Me llamastes Yerik?
- Si cancela todo lo que tenía para mañana... - ni loco me iba a perder una salida con mis chicas, sólo espero que Calina no me vaya a arrojar a la jaula de los leones.
