Narra la historia de Victoria, una joven de 23 años que es forzada a contraer matrimonio por interés.
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Capitulo 21
Narra Victoria
Luego de unos minutos juntos a Asli sin pronunciar palabra, decido romper el silencio.
- Asli, la otra habitación que se encuentra en el tercer piso, junto a la de Emir. Era de ella verdad ? - pregunto con temor a la respuesta, sin entender por qué.
- Así es señora, en esa habitación están todas las pertenencias de la señora Defne. El señor Emir las conserva allí desde el día de su muerte - contesta Asli
- Gracias por contarme todo Asli - digo tomando su mano y sonriendo. Me dirijo camino hacia la casa con largos y decididos pasos, decido subir las escaleras y me encierro en mi habitación.
Los pensamientos viajan por mi cabeza, siento curiosidad, mucha curiosidad por saber como era Defne, como era su relación con Emir, cuanto se amaban, todo. Quiero saber como era ella físicamente.
Luego de pensarlo unos minutos decido subir al tercer piso, por primera vez.
Antes me encargo de verificar de que no haya nadie. En la casa solo están Susan y Asli, mas los guardias de la entrada y los jardineros. Emir y Emré han ido temprano a la empresa y Deníz me ha dicho que tenía una entrevista de trabajo.
Al ver que no haya nadie cerca y de fijarme en la hora, decido finalmente subir esas misteriosas escaleras. Tengo exactamente dos horas antes de que llegue Emir. Subo lentamente y me encuentro con un pequeño pasillo con un brillante piso marrón, las paredes pintadas de un tono gris claro; como en el resto de la casa, una mesa con un florero frente a las escaleras y dos puertas de madera blanca; de cada lado del pasillo. Me dirijo hacia la puerta a mi derecha y está llaveada. Pruebo la otra y esta sí se abre; debe ser la habitación de Emir. Entro y a mi derecha hay un pequeño cuarto con un gran espejo; el vestidor. Sigo y hay una amplia habitación, cierro mis ojos y aspiro el aroma de Emir; todo aquí huele a él. También encuentro allí una gran cama y mi cuerpo estremece de solo imaginármelo allí dormido.
...
Luego de contemplar por un instante la habitación de Emir, decido buscar las llaves de la otra habitación. Busco en los cajones de una de las mesitas de noche y no encuentro nada, luego la otra y tampoco. Entonces decido buscar en el vestidor, uno de los muebles tiene 3 cajones, busco en los 3 y no tengo éxito. Vuelvo a revisar y en el 2do cajón puedo ver una pequeña caja de madera, la abro y allí hay un 2 llaves iguales. Deben ser estas; pienso.
Salgo de la habitación de Emir e intento abrir la puerta de enfrente, y se abre. Tomo una gran bocanada de aire antes de entrar. Todo luce impecable, la cama es grande igual a la de Emir y está cubierta por grandes sábanas color violeta, en el tocador hay muchas joyas y pinturas, también hay un perfume de mujer, lo huelo y tiene una dulce fragancia, las paredes tienen un color crema y los ventanales tienen grandes y blancas cortinas . Algo llama mi atención; en una de las mesitas de noche hay 2 portarretratos. Me acerco para ver y en uno de ellos hay una hermosa mujer sonriendo. Ella tiene ojos verdes, su cabello es del mismo color que lo rayos del sol, tiene una fina nariz y piel pálida, sus finos labios rosados hacen resaltar sus blancos y perfectos dientes. Ella debe ser Defne.
Tomo el otro portarretratos, y al ver la foto en él, hace que todo mi interior se revuelva. Allí está Emir junto a la misma mujer, él luce mas joven, sin barba, su cabello es mas corto y su cuerpo es menos fornido que ahora. Él se encuentra detrás de ella tomándola por la cintura, mientras ambos se miran a los ojos y sonríen. Se ve que eran muy felices.
Decido salir de allí, cierro con llave y la devuelvo al lugar donde la encontré. Corriendo decido bajar las escaleras. Primer escalón, segundo y en el tercero pierdo el equilibrio y caigo rodando por las largas escaleras. Siento dolor en todo mi cuerpo hasta que un fuerte golpe en mi cabeza hace que pierda el conocimiento.
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Intento mover mi cuerpo y lo siento muy pesado, un fuerte dolor en mi cabeza me hace cerrar fuertemente los ojos, los abro y puedo ver una tenue luz que atraviesa unas blancas cortinas, todo mi cuerpo duele. Observo a mi alrededor y me siento perdida, esperen! Esta no es mi habitación. Recorro todo el espacio con la mirada y me doy cuenta que estoy en la habitación de Emir. Mierda.
Me siento en la amplia cama e intento quitarme las sábanas de encima.
- Te sientes bien?- una gruesa y suave voz varonil me hace girar. Y veo a Emir sentado en un sillón del otro lado de la habitación. Este luce muy calmado, con su cabello algo despeinado, está recargado hacia atrás con una de sus manos acariciando su barbilla y la otra apoyada sobre los brazos del sillón sosteniendo un vaso de whisky. Viste una camisa negra de seda con algunos botones desabrochados, unos pantalones de vestir grises y zapatos marrones.
Su penetrante mirada me observa.
- Que ha pasado? - digo tratando de disimular que lo acabo de comer con la mirada.
- Al parecer alguien ha querido explorar mi habitación y ha caído por las escaleras de regreso- bromea mientras sonríe de lado.
- Lo... lo siento - me disculpo.
- No te preocupes, esta es tu casa también. Lo que no entiendo es ¿por qué vienes a mi habitación cuando no estoy? me hubiera gustado recibirte como te mereces ... como una dama - dice, sé que está hablando con doble sentido. Sonrío en respuesta y me sonrojo.
- Creo que iré a mi cuarto- digo apenada.
- No, nada de eso. El doctor te revisó y dijo que no debes caminar mucho, podrías tener mareos por el golpe que te diste. Quédate a dormir aquí, yo dormiré en el sofá - dice señalando un sofá de 3 asientos que se encuentra junto al ventanal.
- En verdad no quiero causarte molestias Emir, debes estar cansado y necesitarás tu cama - digo apenada.
- Lo único que necesito ahora es que mi esposa se ponga bien - me sonríe mostrando sus blancos dientes mientras camina hacia el vestidor - tomaré una ducha luego pediré que nos suban algo de cenar - agrega y se pierde de mi vista.
Quedo ahí oyendo como en mi mente resuena su voz diciendo mi esposa y sonrío como una tonta.
Victoria creo que te estás enamorando, pienso en mis adentros.