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Es una historia intensa que explora las profundidades del dolor, la superación y el amor incondicional. Sabrina, una joven marcada por el abuso sexual a los veintiún años, se enfrenta al embarazo no deseado como resultado de este trauma. El nacimiento de su hija, Mavie, revela una dura realidad: la pequeña está luchando por su vida debido a graves problemas respiratorios. Desesperada, Sabrina viaja a Sicilia en busca de tratamiento y esperanza. Es allí donde se encuentra con Don Mauricio, un poderoso líder de la mafia siciliana y empresario multimillonario. A pesar de sus peligrosos orígenes, Don Mauricio se revela como un hombre sorprendentemente empático, dispuesto a utilizar su influencia para ayudar a Mavie. A medida que Sabrina y Don Mauricio unen fuerzas en una carrera contra el tiempo, también enfrentan sus propios demonios internos. En este mundo donde el peligro y la redención se entrelazan, Sabrina y Don Mauricio encuentran el coraje para enfrentar sus miedos más profundos y descubren que, incluso en la oscuridad, la esperanza puede florecer.
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Capítulo 12
- Confirmé su historia y mentí\, porque sé que el coche de Agatha es rojo. Y el único coche negro es de Don Mauricio\, entonces\, ¿me puedes explicar qué está pasando entre ustedes dos? - Camila dijo estacionando su coche en un punto alto que ofrecía una hermosa vista de la playa incluso de noche\, el cielo estaba estrellado y la luna brillaba.
- No está pasando nada Camila\, él simplemente me dio un aventón porque estaba en la parada del autobús esperando el transporte\, no sé cómo\, pero ella vio y piensa que estoy tirándome encima de él - comentó Sabrina.
- Ay Sabrina\, te dije que te mantuvieras alejada de él - dijo Camila preocupada\, apagó su coche y encendió un porro\, aspiró y sostuvo el humo un poco.
- Pero no pasó nada\, estoy lejos de él\, solo acepté porque fue tan atento y era muy tarde Camila\, no estoy buscando una relación\, de hecho\, tengo trauma de pensar en cualquier hombre tocándome - afirmó Sabrina.
- Sabrina\, cuando te digo que te mantengas distante\, es por tu bien\, él es un hombre poderoso\, tiene muchas mujeres\, es guapo y muy sexy\, lo sé\, pero no se relaciona con nadie\, te lo digo por tu bien - Camila dijo pasándole el porro a Sabrina para que fumara.
- ¿Ustedes ya estuvieron? - preguntó Sabrina mientras fumaba y retenía un poco el humo antes de exhalar.
- Claro que no\, trabajo para la familia Menecucci desde hace tiempo\, siempre supe cuál era mi lugar\, fui abandonada por mi madre en un albergue\, soy fruto de una infidelidad de mi padre que ni siquiera sé quién es\, me criaron en el orfanato de la familia Menecucci\, empecé a trabajar con ellos a los diecisiete años en el resort\, hasta conseguir llegar al puesto que tengo hoy - contó Camila su historia\, haciendo que Sabrina reflexionara sobre todas las situaciones por las que su amiga había pasado y se mostrara como esa mujer fuerte y valiente\, terminó de fumar y pasó el porro a Camila de nuevo.
- Lo siento mucho Camila - dijo Sabrina exhalando el humo.
- Está bien\, eso me hizo más fuerte Sabrina\, me hizo quien soy hoy\, todo lo que hayas pasado tiene que hacerte más fuerte\, no puedes arrodillarte cuando alguien te lo ordene\, a menos que sea un hombre muy bueno - bromeó Camila para aligerar el ambiente mientras fumaba.
- Ah Camila\, ni siquiera sé qué es eso\, de hecho después del trauma que tuve nunca más me relacioné con nadie\, así que ni idea de cómo hacer eso - comentó Sabrina pensativa.
- ¿No has tenido a ningún otro hombre? - preguntó Camila curiosa.
- No Ca\, aún siento muchos gatillos cuando un hombre intenta tocarme - explicó Sabrina.
- Lo siento mucho Sabrina\, pero nosotras\, las mujeres\, podemos aliviarnos de otras maneras solas\, deberías intentarlo o acabarás dejando la cosita con telarañas allí abajo - dijo Camila tratando de distraer y pasó el porro a Sabrina para que fumara.
- Yo no sé hacer esas cosas Cah\, de hecho\, como la única experiencia que tuve fue mala\, no tengo ganas de volver a tenerla\, así que ni pienso en eso\, mi única preocupación es la salud de Mavie - dijo Sabrina fumando.
- Nuestra\, ni puedo imaginar cómo debe ser todo eso para ti - dijo Camila mirándola.
- Ya me acostumbré\, ahora\, qué lugar tan hermoso este aquí - comentó Sabrina pasando el porro a Camila de nuevo.
- Siempre vengo aquí a fumar un... sola y pensar en mi vida\, me gusta el paisaje del mar desde aquí arriba - dijo Camila fumando un poco.
Las dos permanecieron en silencio con sus propios pensamientos hasta terminar de fumar y luego Camila condujo hacia la casa de Ieda, para que pudieran descansar.
Mientras tanto, Don Mauricio estaba en su sala terminando de ver los vídeos de la recepción que mostraban exactamente la actitud de Agatha, se sintió furioso al darse cuenta de que Sabrina obedeció y pasó la tarde prácticamente de cuclillas en esa recepción con varios hombres pasando y mirándola. Sintió un celo correr por sus venas al ver las miradas que le lanzaban a Sabrina y recordó la visión que tuvo en su habitación con el corto uniforme que ella llevaba.
"¿Cómo puedo tener celos de algo que no es mío? ¡Una mujer que aún está casada con otro hombre!" Pensó furioso.
Felipe entró en su sala después de un rato con Agatha a su lado, ella estaba con una sonrisa en el rostro pensando que él le diría algo bueno.
- ¿Me llamaste querido? - dijo Agatha.
- Felipe\, sal - dijo Don Mauricio y él obedeció.
Agatha se acercó a él y cuando fue a tocar el hombro de Don Mauricio, él tomó su mano con fuerza y la puso contra la pared.
- Uy\, estás más agresivo hoy\, pero me gusta así - dijo con una cara traviesa.
- Me enteré de tu actitud de hoy Agatha\, ¿quién te dio permiso para hacer que la camarera frota el suelo de esa manera? - Don Mauricio dijo apretándole el cuello.
- Don\, soy yo quien cuida a los empleados\, me estás lastimando - dijo ella.
- Llámame señor\, perra\, todos los empleados son míos y soy yo quien manda castigar o no a alguien en esta mierda\, ¿me estás escuchando zorra? - Gritó apretando un poco más y ella asintió con la cabeza.
- Quiero escucharte decirlo - ordenó.
- Sí señor\, casi no tengo aire - dijo ella poniéndose roja y entonces él la soltó con fuerza haciéndola caer al suelo.
- Toma\, ponte esto - dijo él arrojándole un uniforme de camarera para que se vistiera.
- Señor\, pero... - dijo ella tomando el uniforme.
- Sin más\, vístete rápido esa mierda que ya estoy sin paciencia contigo - ordenó y ella entró rápidamente al baño y se vistió.
- Perfecto\, ahora aprenderás a nunca más maltratar a un empleado aquí - dijo él seriamente.
- Don\, ¿me estás cambiando por ella? ¿Es por eso que estás haciendo esto conmigo? Me he dedicado tanto a ti\, pensé que había algún significado entre nosotros\, pero estás peleando conmigo por esa limpiadora inmunda\, ¿quieres follar a esa zorra? ¿Es por eso que me estás castigando??? - gritó Agatha nerviosa.
Don Mauricio, que era un hombre cruel, pero sensato, no le gustaba agredir a las mujeres, sin embargo, la forma en que Agatha habló de Sabrina lo incomodó enormemente, le dio una bofetada con el dorso de su mano en su cara, como tenía algunos anillos en sus dedos, los cortes inmediatamente aparecieron en la cara de Agatha.
- Nunca hubo un nosotros\, tuvimos sexo muchas veces y te pagué muy bien por eso\, puedo follar a quien yo quiera y cuando yo quiera Agatha\, pensé que eras más inteligente\, pero voy a mostrarte lo que pasa cuando tocan mi peor lado\, te gusta dar lecciones a la gente\, pues vas a recibir una buena lección\, ven - dijo tomando sus brazos con fuerza.
Don Mauricio subió con ella hasta la última planta del resort, al llegar al pasillo había un carrito con algunos productos de limpieza.
- Toma\, quiero que uses este cepillo para limpiar todo este suelo\, empezarás aquí arriba y pasarás la noche limpiando hasta la recepción\, estos dos guardias de seguridad se asegurarán de que no duermas o de que no incumplas mis reglas\, espero que aprendas tu lección o tendré que acabar con ese hermoso rostro\, lo que será una pena - dijo apretando su cara.
Agatha sintió una lágrima de humillación correr por su rostro, sabía que Don Mauricio era el verdadero diablo, ya había visto algunas cosas, pero creía que con ella sería diferente.
- Háganla terminar y llámenme si intenta algo\, estaré monitoreando por las cámaras\, que tengas una excelente noche con la limpieza que tanto te gusta Agatha - dijo y se metió en el ascensor para volver a la planta de su oficina.
Entró en su sala y encontró a Felipe sentado tomando un whisky y le pasó un vaso a Don.
- Esa camarera realmente se metió contigo - dijo Felipe observando a su amigo.
- ¿Hiciste lo que te dije? ¿Investigaste todo sobre Sabrina? - Don Mauricio dijo tomando su vaso de whisky y bebiendo un poco.
- Sí Don\, Joseph está manejando eso para nosotros - explicó Felipe.
- Excelente\, quiero saber quién es el marido de Sabrina\, averigua todo sobre ella - dijo Don Mauricio.
- Me encargaré de eso Don\, ¿irás al club esta noche? - preguntó Felipe.
- Hoy no\, voy a terminar algunos trabajos\, quiero ir a mi casa esta semana - dijo Don Mauricio llenándose el vaso con una doble medida de whisky.
- Solo tendremos unas cuantas reuniones más en el Resort esta semana\, con algunos distribuidores de España - explicó Felipe.
- Excelente - Don Mauricio asintió.
- Don\, ¿realmente harás que Agatha pase la madrugada limpiando? ¿No crees que has sido un poco duro? - cuestionó Felipe.
- Creo que si ella hizo eso con Sabrina\, debe recibir lo mismo\, no puedo dejar que piense que puede comportarse como si fuera mi mujer - dijo Don bebiendo su whisky y encendiendo un puro.
- Esa camarera realmente se está metiendo contigo\, nunca te vi tratar a Agatha de esa manera\, pero si la chica está casada\, podríamos tener dolores de cabeza Don\, mejor tener cuidado - advirtió Felipe.
- Por eso quiero descubrir quién es su marido\, y después ver si tendremos problemas o no cuando me deshaga de él - Don dijo y se sentó en su escritorio bebiendo su trago.
- Resolveré esto con Joseph\, con permiso Don - dijo Felipe terminando su bebida y salió dándose cuenta de que no serviría de nada hablar más con su jefe.
Don Mauricio continuó pensativo y bebiendo su trago, mientras fumaba su puro, volvió a poner el vídeo de Sabrina limpiando la recepción, no sabía explicar exactamente por qué, pero esa mujer había llamado su atención como ninguna otra.
"Ella fue tan orgullosa conmigo, pero ¿por qué aceptó lo que Agatha le ordenó sin cuestionar?" Se preguntaba.
primero no han actualizado y segundo por que está en inglés si siempre ha sido en español habemos lectoras latinas y no entendemos otro idioma que no sea el español un poco más de empatía con sus lectoras
claro ignoramos que a sucedido pero deseamos continúes con la historia....
abrazos 🫂 de Luz y mis mejores deseos
estaba muy buena, el único problema es que no pude entender lo último pues no está en español, porfis no nos deje sin el final