Después de caer inconsciente Valeria, una exitosa cirujana de 34 años, despierta en el cuerpo de una joven noble llamada Mu Wanru, en una distancia ficticia inspirada en la antigua China. Mu Wanru ha sido envenenada por sus hermanastras.
Ahora atrapada en un cuerpo frágil y en una corte plagada de intrigas. Valeria deberá usar su mente moderna y sus conocimientos médicos, su carácter fuerte para sobrevivir. Sin intención de convertirse en la concubina de nadie y menos de un emperador cruel.
Pero un general frío y distante con oscuros secretos, se interpondra en su camino y en su corazón.
¿Qué hará Valeria para poder sobrevivir?
¿ Quién será ese General?
Te invito a leer esta increíble historia, llena de intriga, romance y pasión.
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Borrador
El sol apenas asomaba sobre los tejados cuando wanru terminó de asegurarse de que la madre y el bebé dormían tranquilos. Se levantó despacio, con movimientos cuidadosos para no despertarlos, y salió al patio de la humilde vivienda. Liangchen la esperaba sentado en una roca mirando el cielo que comenzaba a teñirse de tonos naranjas y rosados.
---- Gracias por quedarte,--- dijo Wanru con una leve sonrisa
---- Gracias a ti por dejarme quedarme, no podía irme sabiendo que estabas sola con ellos, --- Liangchen se puse de pie y le ofreció su capa, la madrugada estaba fría.
Wanru acepto la capa con una inclinación de cabeza y la colocó sobre sus hombros. Sus dedos rozaron los de él por un segundo fugaz.
Liangchen sintió un cosquilleo en el pecho, una sensación de calidez qué solo ella le provocaba.
---Le pagaré a una vecina para que cuide de ellos mientras la madre se recupera, no puedo quedarme más tiempo aquí, aunque me gustaría,---- dijo Wanru
---Tienes un corazón muy noble, Wanru, ---- respondió Liangchen
Ella no respondió, simplemente comenzó a caminar por la calle de tierra, con Liangchen a su lado. No necesitaban hablar para entenderse, al llegar a la casa contigua, Wanru toco la puerta, una mujer mayor, con la cara arrugada por los años y las manos curtidas por el trabajo, les abrió.
--- Señora, quisiera pagarle para que cuide de mi paciente, su hija y el bebé por unos días, yo proveeré de alimento y medicina. Solo necesito que alguien esté cerca mientras se recupera,--- dijo Wanru
La mujer acepto con gusto, conmovida por la generosidad de la joven. Liangchen, que se había mantenido en silencio, dejó una bolsa con monedas sobre una mesa sin que nadie se lo pidiera. Wanru lo miró con agradecimiento.
Una vez hecho el encargo, emprendiendo el camino hacia la residencia Mu. Durante el trayecto, Liangchen noto el silencio inusual de Wanru. Sus pensamientos parecían vagar más allá de lo visible.
----¿Estás bien?,--- pregunto Liangchen
--- Estoy bien, solo que a veces desearía poder hacer más. Ayer salvamos una vida, pero hay tantas otras que no podemos tocar. --- respondió Wanru
--- Has hecho más que muchos, incluso más que algunos de nosotros que nacimos con privilegios, ---- dijo Liangchen
Wanru sonrió, pero no dijo nada, al llegar a su residencia, los gritos se escucharon antes de cruzar la puerta.
----¡Por fin regresas! ¡Estuviste fuera toda la noche, sin pedir permiso!,--- grito Su Rong
La madrastra de Wanru, vestida con. sus joyas ostentosas y su peinado impecable, se acercó con una mueca de desprecio, A su lado, sus hermanastras observaban con los brazos cruzados, una de ellas con una sonrisa sarcástica.
--- Estuve atendiendo a una mujer en parto, no era algo que pudiera posponer.--- respondió Wanru
--- ¡Bah! ¡Siempre poniendo de excusa a tus pacientes para no cumplir con tus obligaciones como miembro de esta familia!,---- dijo Su Rong
---Obligaciones que nadie aquí comparte,--- respondió Wanru, alzando la voz por primera vez.
Liangchen, que había observado en silencio, dio un paso adelante.
----¡Suficiente!,--- su vos, sonó con firmeza, haciendo que las tres mujeres se giraron hacia él, atónitas.
--- ¡Liangchen!, que sorpresa, no sabíamos que estabas aquí, --- dijo la madrastra, intentando recomponerse.
--- Estoy aquí porque acompañé a Wanru, y vi con mis propios ojos lo que hizo por esa familia. No permitiré que la insulten ni un segundo más.--- dijo Liangchen
Las hermanastras abrieron la boca para, pero él alzó una mano.
--- He decidido algo y no voy a esperar más, la fecha de nuestra boda será en una semana, ---- dijo Liangchen
Wanru lo miró sorprendida, el corazón le dio un vuelco, su madrastra palideció.
--- ¡¿Una semana?! Eso es impensable, --- dijo la madrastra
---No necesito su aprobación, la decisión está tomada y espero que para entonces, usted y sus hijas recuerden que Wanru será parte de la familia imperial. Le exijo respeto que merece, --- la voz de Liangchen firme.
Sin decir una palabra más, tomó la mano de Wanru y la guió al interior de la residencia, dejando a las mujeres atrás, petrificadas.
Una vez en el jardín interior, Wanru lo detuvo, --- Liangchen, ¿por qué ahora?,---
--- Porque ya no quiero esperar más, he visto tu corazón, tu valentía y sé que no encontraré otra como tú. Si te parece muy pronto, podemos hablarlo, pero,--- Liangchen es interrumpido
--- No, no me parece pronto, solo no esperaba que lo dijeras así, --- respondió Wanru
Liangchen sonrió y tomó sus manos entre las suyas. --- Quiero que seas mi esposa, que ya nadie te humille, que tengamos una vida juntos, construida por nuestras decisiones. ---
Ella asintió, con los ojos brillantes, el corazón por primera vez en mucho tiempo, se sentía ligero.
Mientras tanto, en el palacio, el príncipe heredero caminaba de un lado al otro de sus aposentos, enfurecido.
Mientras tanto, en el palacio, el príncipe heredero caminaba de un lado al otro de sus aposentos, enfurecido.
----¡No puedo creer que me haya desmayado! ¡Y que ese maldito Liangchen se quede a su lado!,--- decía el príncipe heredero
Su guardia intentó intervenir, pero Li Wen levantó la mano.
--- Ya basta de esconderme, si quiere una guerra, la tendrá, --- dijo Li Wen
Tomó su túnica real y salió de sus aposentos, sabía que tenía que actuar rápido si no quería perderla. Wanru no era una mujer fácil de olvidar y mucho menos de ceder.
Pero el destino ya había tomado partido.
Afuera en el jardín de la residencia Mu, Liangchen y Wanru se miraban como si el resto del mundo hubiera desaparecido. La noticia de su boda en una semana recorrería la ciudad como fuego, y no todos estarían contentos con la unión.
Pero en ese instante, solo existía la paz de un corazón compartido y una promesa por cumplir.
La voz de la doncella los interrumpió, --- señorita, el príncipe heredero está aquí y desea hablar con usted, ---
---¿ el príncipe heredero?,--- pregunto Wanru
--- ¿Lo conoces?,---- pregunto Liangchen
---No,--- respondió Wanru
----Me quedaré cerca por si necesitas algo, --- dijo Liangchen
Wanru asintió con su cabeza y fue junto a la doncella donde estaba el príncipe heredero.
---- ¿Erudito Li Wen?,---- pregunto Wanru
---- Soy el príncipe heredero Li Wen,--- respondió el príncipe heredero
La cara de sorpresa de Wanru no paso desapercibida para el joven príncipe al ver que Wanru no se movía de su sitio fue hasta ella.