En un mundo donde los Alphas están arriba de todo y los Omegas abajo, Aria Vance una trabajadora de un club exclusivo para Alphas dominantes, donde se ofrecen servicios para ayudarlos a liberar la carga de sus feromonas, siendo que todos los empleados de la servidumbre estrictamente son Betas, por lo cual ella tuvo que mentir en su sub genero para poder trabajar allí, escondida en la cocina como ayudante. Todo iba bien hasta que un día de trabajo una serie de eventos inesperados la pusieron frente a Liam Vidal, un Alpha dominante, que llevado por sus instintos se abalanza sobre ella. Después de allí comienzan a ocurrir sucesos que la obligan a correr lejos de la vida de aquel hombre, entre ellas es el hijo que ahora llevaba en su vientre.
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Capitulo 14. Después de una larga búsqueda
Después de que Liam saliera de la pastelería, el día continuo de forma normal, pero en su mente no podía olvidar aquel aroma, el cual hacía muchos años no sentía. Reviviendo el deseo ya perdido de querer encontrar aquella Omega, tenerla entre sus brazos y embriagarse de ella.
Al llegar a su departamento, no hizo más que pensar en aquella mujer, durante toda la noche hasta caer rendido de sueño, solo para verla nuevamente en sus sueños, allí podía verla con claridad, sentirla, tocarla, besarla e impregnarse de ella, visualizar cada detalle de su cuerpo y su rostro, como si no hubiera pasado ni un solo día desde la última vez que pudo verla. Pero como siempre, al despertar olvidaba todo, solo su aroma quedaba grabado en su memoria, todo lo demás se enterraba en lo más profundo de su memoria, ocultos bajo llave, encerrados hasta que volvieran liberarse al cerrar sus ojos, acompañándolo en la noche y dejándolo durante el día.
- Me volveré loco – dice suspirando luego de despertar
Al mirar el reloj, ya era casi la hora de levantarse para comenzar el día, nuevamente su mente lo torturaba con los pensamientos, tratando de analizar la situación, ahora sabía que se encontraba cerca, pero ¿Dónde?, ¿Cómo podía encontrar a una mujer de la cual solo recordaba su aroma?
Llegada la tarde su razonamiento le seguía diciendo que esa mujer debía encontrarse en aquella pastelería, de lo contrario, ¿de qué forma su aroma estaba tan impregnado por todo ese lugar?, pero al ir allí no pudo encontrarla, ¿tal vez fuera solo una clienta frecuente?
Inhala y exhala
- No puedo concentrarme – dice suspirando, deja a un lodo la carpeta – debo salir de dudas – toma el comunicador y llama a su asistente
- ¿Sí, señor? - le dice la mujer atendiendo al instante
- Quiero que vaya a la dirección que le indicare, compre algunos dulces allí, los que usted quiera y enseguida me los traiga – le dice
- Si, enseguida señor – le dice la mujer
Tal vez se haya equivocado en sus conjeturas, sea cual fuera la respuesta, debía salir de dudas, de lo contrario no podría continuar tranquilo.
Siguió trabajando mientras se mantenía a la espera de su pedido, sus sentidos se mantenían alertas, la ansiedad lo carcomía, queriendo salir de allí y volver a ese sitio para cerciorarse por sus propios medios, pero sabía que al hacerlo debía enfrentarse nuevamente a toda esa gente y tal vez, sin necesidad alguna.
En el instante en que su asistente se presentó frente a él con la caja en sus manos, Liam salió de su asiento de un brinco, directo a quitársela de las manos de la mujer, al hacerlo notó una hoja sobre la caja.
- ¿Qué es esto? - le dice viendo las letras chuecas y mal hechas
- Ah, disculpé – le dice su asistente – eso lo repartía un pequeño afuera del lugar donde hice la compra – le dice apenada por haber cometido el error de quitar la hoja antes de entregarle la caja a su jefe
- ¿Por qué lo agarró? – le dice viendo serio a la mujer
- Pu, pues, me dio un poco de pena decirle al niño que, no – le dice nerviosa – así que…
- Lo que sea, que esto no se vuelva a repetir – le dice en tono severo, al final logro descifrar el mensaje que contenían aquellas letras hechas con una horrible caligrafía- “Busco papá, quiero que me amé y sea bueno conmigo” –lee y después ve se mofa – que estupidez, ¿dices que esto te lo dio un niño? – le dice viendo a su secretaria
- S… Sí, señor – le dice la mujer
- Que niño tan tonto, ¿Cómo puede llegar a este extremo? – dice arrugando la hoja y tirándola al suelo – peor la madre por dejarlo hacer estas ridiculeces que solo la pondrán en escarnio público – dice en tono despectivo
- E… El niño era muy dulce y…
- Como sea, me da igual – le dice silenciando a la mujer, mientras la mira recogiendo la hoja arrugada
Por fin podría cerciorarse de una vez por todas.
No fue necesario el tener que olfatearla caja por más de un instante para sentir aquel aroma tan atrayente, era ese, jamás podría equivocarse, estaba impregnado del aroma de aquella mujer, entonces, sus sospechas eran las indicadas, ¿Por qué la negaron cuando la fue a buscar?
- Se, se, Señor, ¿A dónde va? – le dice su asistente en el momento en que ve a Liam tomar su saco, dejando la caja a un lado de su escritorio - ¿Qué hago con la caja? – le dice apresurada, viendo que él hombre salía de la oficina
- Tirela o cómase el contenido, no sé, haga lo que le dé la gana – le dice saliendo rápido de allí sin dar explicación alguna de su cambio tan drástico
Camino rápido saliendo del lugar hasta llegar a su auto, sabía que cabía la posibilidad de que volvieran a negarla, así que esta vez no entraría a ese lugar, después de todo con tan solo estar cerca de ella podría atraparla, es por ello que tenía planeado esperarla a un costado de la entrada el tiempo que hiciera falta.
Al llegar le costó estacionar el auto, ya que un camión acaparaba todo el espacio, por eso no tuvo más opción que, buscar otro lugar, lo consiguió hacer unos metros apartado, algo que intervenía en su planificación y lo obligaba a bajar del auto para quedarse cerca de ese lugar.
- ¡Vaya!, usted es muy grande – le dice una pequeña voz en el instante en que Liam se acercó al lugar
- ¿Qué? – dice viendo hacia abajo para poder notar al pequeño niño al lado de él - ¿Qué quieres niño? – le dice amargado
- Usted es muy alto y se ve fuerte – le dice el niño viéndolo fijamente hacia arriba – yo busco un papá, ¿quiere ser mi papá? – le dice de forma inocente
- Ah, así que tú eres el de los panfletos ridículos – le dice Liam en tono de tedio - ¿Qué edad tienes? – le dice serio
- Tengo cinco y medio – le dice mostrándole los dedos de su mano
- Bien, entonces creo que podrás entender mis palabras – le dice en tono frio – primero, deja de hablar con extraños, segundo, eso de buscar papá por tu cuenta es una estupidez, tu solo tienes un papá y si no está a tu lado es porque no te quiere, vive con eso y aprende de ello, tercero, tu madre es una tonta sin remedio por dejar que su hijo de cinco años haga estas estupideces, en lugar de ser ella quien se encargue de buscarte un padre sustituto – le dice sin contemplación, la mirada del niño se llenó de lágrimas y luego se tornó con furia
- ¡Mi mamá, no es una tonta! - le grita dándole una patada en la pantorrilla antes de salir corriendo y entras a la pastelería
- ¡Ah! – Grita Liam sobándose la pantorrilla – mal nacido niño – dice furioso
- ¡Killian! – escucha el grito de una mujer tras él, quien corrió en busca del niño, al pasar a su lado pudo sentir aquel aroma, lo que él fue a buscar, ya lo había encontrado.