A Esposa Muerta, Esposa Puesta(Editando)

La discusión que había comenzado en la habitación se había extendido hasta el pasillo, pero en ningún momento solté a zamantha, mi voz ronca, pero amable que había comenzado a usar se había convertido en gritos estruendosos que se escuchaban por toda la mansión.

— ¡Es mi vida déjame en paz! Y suélteme que me estás lastimando— seguía retorciéndose, pero yo no la iba a soltar hasta terminar de decir todo lo que quería.

— ¡Tu vida!, pobre Demetrio perdió todo su tiempo en ti.

— ¡Cállate no nombres a mi abuelo!— interrumpió zamantha, parece que le duele escuchar sobre su abuelo.

— Tan orgulloso que hablaba de ti, pero eres solo un fraude, lo engañaste muy bien Zamantha, pobre viejo debe estar revolcándose en su tumba por saber la clase de nieta que me dejó como esposa, claro tremenda joya, con razón no te habías casado.

— Que te calles, infeliz— ella con el brazo que tenía libre comenzó a pegarme por el pecho sentí como si fueran picaduras de un insecto, entonces aproveché de agarrar su otro brazo para evitar que siguiera golpeándome — y tú no estás casado porque matas a tus esposas y te tienen miedo asesino.

— Cállate, yo no soy ningún asesino— yo refutaba entre dientes— Nadie te soporta, ah, pero vieron que conmigo se sacaron la lotería verdad, vamos a casar a la arrogante, vanidosa, orgullosa, grosera, manipuladora, niña caprichosa con Dyron Morrinson— mi rabia estaba creciendo y con él, el tamaño de las ofensas hacia zamantha.

— Me estás lastimando suéltame, eres un imbécil, abusador—Zamantha se seguía retorciendo para zafarse de mi agarre, pero yo cada vez la apretaba más y la atraía más a mi estaba tan molesto por la actitud de zamantha que no dudé en decir las siguientes palabras.

— ¡¿sabes qué!? Tu hermana y abuelo están mejor muertos, porque vivir contigo debió ser una tortura, donde estén de seguro están mucho mejor, ya están descansando de ti. Solté una risa irónica, la rabia me ganó y escupí estas palabras con tanto énfasis que hizo que zamantha se detuviera de sus movimientos al instante y mirándola directo a los ojos las lágrimas comenzaron a fluir y a rodar por sus mejillas, ella solo se quedó callada, tragando grueso y sus lágrimas salieron sin control.

El retumbar que se sentía por toda la casa por los gritos ya no se oía, silencio total invadió la mansión.

— ¿De verdad tú crees que ellos estén mejor sin mí!? Hablo muy bajito zamantha con una voz entrecortada, pero sin dejar de mirarme a los ojos.

—Estoy seguro, porque eres demasiado insoportable, malcriada, caprichosa, niña insolente. Continue soltando más flechas que herían a Zamantha, estaba muy molesto.

Sabía que estás palabras eran para zamantha como pequeñas dagas que se incrustaban en su corazón, pude sentir que le dolían, se había quedado callada tratando de asimilar lo que le había dicho, yo la mantenía sujetando con más fuerza, hasta que ella gritó de dolor.

Sentí algo viscoso recorrer por mi mano y cuando mire era sangre de ella, el yelco donde habían colocado la hidratación horas atrás, había sido removido por mi agarre y la fuerza que ejercía sobre ella, que la sangre había comenzado a fluir, Al ver esto me asusté, la suelta y ella intentó apretar su mano para evitar que siguiera saliendo más sangre.

— Lo siento, déjame ayudarte — me acerqué para sostenerle el brazo nuevamente.

— ¡No me toques!—grito zamantha—, jamás en tu vida vuelvas a tocarme, infeliz, apretando su muñeca para que no saliera más sangre.

— solo déjame revisar, ¡lo siento!, volvi a acercarme estaba avergonzado.

— Escúchame bien Dyron, jamás vuelvas a mirarme, a tocarme o a dirigirme la palabra, todo tú me das asco, eres horrible— mirándome fijamente en el lado del rostro donde tengo mi cicatriz por las quemaduras— el ser más horrible que conozco, y que jamás hubiera querido conocer, me das asco aléjate de mí— volvió a golpearme en el pecho—y te lo aseguro Dyron no me va a pesar la mano para meterte en la cárcel por asesino, si mataste a mi hermana lo vas a pagar muy caro así sea lo último que yo haga.

Al decir esto zamantha entró a la habitación yo me quedé frío por lo último que me dijo, he sufrido mucho por recibir palabras como estás, creí haber superado esto pero estás palabras de Zamantha me hicieron tambalear mi supuesta seguridad.

El enfrentamiento se había terminado y yo quedé peor, de cuando había empezado todo.

Narrador.

Zamantha entró, a la habitación y va al baño y se lava y coloca una cinta en la herida, Dyron quedó inmóvil frente a la puerta, tragaba grueso esas palabras le dolieron y mucho, el personal que se había reunido en la sala por escuchar tal discusión, al escuchar silencio se dispersaron cada quien a su área, sabían que había sido una pelea entre dos pitbulls.

Zamantha sale del baño y las palabras de Dyron retumbaban en su cabeza; "Tu hermana y abuelo están mejor muertos, porque vivir contigo debió ser una tortura, donde estén de seguro están mucho mejor, ya están descansando de ti".

Se sentó en el borde de la cama y comenzó a llorar, a llorar como nunca lo había hecho, llorar con llanto que sale del pecho, que sale de la garganta, se agarraba la mano adolorida y seguía llorando, la nana que había entrado detrás de ella se acercó y se sentó a su lado, zamantha inmediatamente la abrazo muy fuerte y decía entre sollozos.

— ¡Perdón abuelo! No logré ser lo que tú querías, perdón!, te defraude, soy un fraude en todos los sentidos, y mi hermanita nana, perdí a mi hermanita, era mi bebé— Ella miraba a Nana mientras decía estas palabras—, mi chiquita nana, no tengo nada, me quedé sin nada, sin nada, no la supe cuidar y murió en manos de un hombre inescrupuloso, era una niña, solamente una niña.

zamantha gritaba y gritaba mientras soltaba estas palabras esto era lo que había retenido en su corazón por tanto tiempo, estos sentimientos era los que no quería demostrar a nadie, pero justamente hoy, Dyron le dijo estas cosas que la hicieron flaquear y rendirse a su dolor, expresarlo sacarlo al exterior, llorar por primera vez desde que murieron sus familiares.

— Llora hija, llorar es bueno, llorar es bueno— le sobaba la espalda mientras hacía de soporte para contener a zamantha en su llanto— debes desahogarte, pero no culparte por nada de lo que haya pasado,