Colágeno

Al llegar al club, a pesar de que era casi la media noche, la entrada estaba abarrotada de gente esperando por qué los dejen entrar, obvio los tipos de la entrada al ver a su jefe de una vez quitaron el cordón de seguridad y nos dejaron entrar a todos.

Ya dentro, la música como siempre era muy alta y dentro también estaba muy lleno, íbamos entrando y un tipo borracho venía en mi dirección, parecía que iba a chocar de frente conmigo Pero antes que esto sucediera unos brazos fuertes apartaron al tipo de una forma brusca.

Levantó la mirada, y lo veo parado a la defensiva con la mandíbula tensa.

Después que el tipo salió sin dar problemas, Rodrigo me toma por la cintura para guiarme dentro, de repente siento su aliento caliente en mi cuello.

—¿Qué quieres tomar?—Dice en la pata de mi oreja, Dios sentí una especie de corriente recorrer mi espina dorsal. 

Lo miré y en sus ojos vi un brillo diferente—Tranquilo, allá arriba pedimos Algo.

Él mira arriba frunciendo el ceño

Subimos las escaleras, y llegamos a nuestro palco privado, de reojo veo a Rodrigo Mirar a todos lados.

Allí ya estaba Lucía junto con Gustavo quienes reían muy a gusto, Lucía al ver a Rodrigo cambio su expresión.

Gustavo se despidió alegando que debía ir a checar cómo estaba todo, después de un rato Mila llegó bailando moviendo las caderas de un lado para otro.

No pude evitar mirar a Rodrigo para ver si le gusta la rubia, diablos, no sé qué carajos me estaba pasando está noche, siento que él tiene Algo que me atrae, pero no puedo pensar en eso.

El chico de siempre llego con una botella de champán como de costumbre. Rodrigo pidió Algo más fuerte.

Mila desapareció a la pista de baile como lo hacía siempre.

Rodrigo y Lucía están abrazados en el sofá y yo del otro lado.

doy un suspiro de tristeza. 

Veo como Lucía ríe de Algo que su hijo le dice, y lo veo levantarse de su lugar. 

—¿Bailamos?—Me dice mientras me tiende la mano. 

Yo me quedo mirando su mano, Lucía, me grita que deje lo aburrida y baile con su hijo.

Le recibo la mano y me ayuda a levantar, bajando las escaleras hasta la pista.

****************

La invité a bailar, ella me aceptó Pero cuando bajamos a la pista de baile me dijo que no sabía bailar muy bien, que ellas siempre vienen, toman y se divierten Pero no bailan con otras personas, la verdad mi madre ya me lo había dicho, cuándo le dije que la invitaría.

—Tranquila bailaremos a tu ritmo, —Le dije para que tuviera confianza,

Llegamos a la pista de baile como pudimos y comenzamos a bailar, ella estaba muy tímida, se nota que no había hecho esto antes, Me alegra ser el primero.

Bailamos un rato, ella evita mirarme, Yo aproveché para agarrar su cintura.

La rubia llegó hasta donde estábamos.

—Nene Baila conmigo y te enseñaré como es que se mueve el bote.

Kat, se queda parada, sentí Burla en sus palabras, lo único que eso causo es que me molestará muchísimo, no le preste atención, agarre a Katrina de la mano y la saqué del lugar, ignorando totalmente a la mujer. 

—Hubieras bailado con ella, yo subo sola. 

—Claro que no, no bailaré con esa mujer. 

Aun con mi mano sobre la de ella, la Dirijo a la barra donde pido dos tragos, ella toma el suyo de una vez,

Está un poco sudada por el calor que hace dentro del lugar y su cabello pegado por toda su cara, me apresuró a quitar los cabellos de su cara. 

Ella me mira directo a los ojos, yo no puedo evitar hacer lo mismo, demonios, esos labios carnosos me invitan a besarlos, cuando veo que los tiene entre abiertos, sentí como mis labios iban por los de ella. 

Tuve que hacer un esfuerzo sobre humano para no besarla, no quiero que diga que soy un aprovechado.

Tomo el líquido de mi copa de un solo trago, la tomo de la mano y la llevo de vuelta para donde estábamos.

****************

Ya en mi casa no podía dormir solo pensando en el momento que Rodrigo me traspaso con la mirada, pude jurar que en ese momento me besaría.

Pero no sé qué estoy pensando, como ese niño que conozco desde hace tantos años iba a querer besarme.

Con ese pensamiento por fin logro quedarme dormida.

Despierto por qué mi teléfono no para de sonar, que dolor de cabeza, siento que me mata, veo la pantalla, es Lucía. 

—Amiga, ¿no me digas que aún duermes?—Dice apenas contesto. 

— Dormía si no fuera por tu insistencia.

—Lo siento levántate y arréglate que tenemos día de piscina hoy.

—Amiga, quiero seguir durmiendo—Me quejó. 

—Anda ven, arréglate, si no vienes le diré a Rodrigo que vaya por ti y te traiga a la fuerza.

—Está bien en un rato, estoy allá, chantajista. 

La escucho reír del otro lado del teléfono. 

Cuelgo la llamada y me lanzo a la cama otra vez, acepte ir por qué no quería que Rodrigo viniera hasta aquí.

Me levanto, me doy un baño, me coloco un traje de baño de dos piezas muy discreto. Un short y una blusa de tiras, con unas Sandalias al piso.

Subo al auto y me dirijo a la casa de mi amiga Lucía.

Llegó tocó el timbre, la señora de servicio me invita a pasar al área de la piscina.

Entro y están ellos nada más, lucía, Rodrigo y Rodolfo, todos me saludan con la mano al verme.

Los hombres están en la piscina jugando con una pelota, Lucía se levanta de la tumbona y llega hasta mí, se ve también dentro de ese traje de baño de dos piezas.

—Vamos amiga cámbiate para que entres en la piscina—me toma de la mano hasta el baño. 

—Amiga me da pena con tus hijos, no me veo tan bien como tú en un traje de baño. 

—¿Qué dices Katrina? Si tienes un cuerpo espectacular.

—¿Tú dices?

—Claro, eres mi amiga, no voy a mentirte—Me dice con sinceridad. 

Me quito la ropa y quedo en el traje de baño.

Cuando salgo del baño siento como Rodrigo y Rodolfo me miran de los pies a la cabeza, cosa que me hace sentir más nerviosa, Lucía me mira y me da una sonrisa.