Mi Esposo No Es Para Mí

"¡Tal vez te equivocaste de persona!" Arga también miró en la dirección que Fatma indicaba, pero no había nadie allí.

"¡No es posible, Mas, claramente la vi parada allí desde que llegamos!"

Fatma estaba segura de que había visto a Risa mirándose a ella y a Arga desde la distancia. Fatma sabía quién era Risa, también había visto a Risa con Arga antes, después de que la relación de Arga y Fatma terminara para casarse con Risa.

"Bueno, entremos. ¡No hay nadie allí!" Arga abrazó a Fatma por los hombros y entró en su oficina.

Pero Arga se giró brevemente para mirar hacia atrás, asegurándose de si Risa estaba allí o no.

"¿Es verdad que Risa está ahí, pero cómo es que está aquí?" Arga se preguntaba en su interior.

Desde entonces, los pensamientos de Arga vagaban por todas partes. Debido a que Fatma decía haber visto a Risa, sus pensamientos se centraron en su ex esposa.

"¿Cómo estás, Ris? ¿Estás bien?"

"¡Perdóname, Risa!"

Arga recordó a Risa, que estaba sola en el mundo. Pero esperaba que lo que le había dejado a Risa se utilizara bien.

En cuanto al amor, Arga todavía amaba a Risa. Era la mujer que había estado en su vida durante los últimos dos años. La mujer que Arga se había esforzado por amar sinceramente. Pero todos los esfuerzos de Arga no tuvieron recompensa.

Risa nunca se preocupó por él, nunca lo reconoció y nunca apreció todos sus esfuerzos por hacerla feliz.

Cada vez que salía de la oficina, Arga siempre trataba de llegar a tiempo para acompañar a Risa. Pero Risa nunca estaba en casa. Siempre andaba por ahí haciendo lo que quería.

Por una o dos veces, Arga todavía podía perdonarla. Arga tampoco se quedó quieto, a menudo recogía a la fuerza a Risa que estaba ocupada pasando el rato en un café o en un club nocturno, mezclándose con sus amigos varones. ¿Qué marido no se enfadaría si su mujer fuera así?

No era raro que Arga viera a hombres que se acercaban a Risa como si fuera comida y estuvieran listos para devorarla.

No fue una o dos veces que Arga le dio a Risa la oportunidad de cambiar, pero Risa siempre desperdició la oportunidad.

¿Estaba mal que eligiera dejarla ir en lugar de permanecer con una mujer que había logrado amar pero que no podía amarlo?

Tal vez su matrimonio fue debido a un matrimonio arreglado, pero Arga aceptó el matrimonio sinceramente. Cumplió bien el encargo de cuidar de Risa. Pero lo que Arga recibió fue sólo dolor.

¿Por qué cuando a una mujer que es tratada así por su marido se le pide que se vaya, o que deje ir a su marido. Mientras que si el marido es el que sufre se le pide que aguante y sea paciente. ¿Cuál es la diferencia entre una mujer y un hombre que sufren por su pareja? ¿No tienen derecho a ser felices?

Fatma miró a su marido con extrañeza porque había estado en silencio desde hacía un rato. Incluso varias veces Fatma vio la mirada vacía de Arga.

"Mas, ¿qué te pasa?!" Fatma se acercó a la mesa de Arga.

"¿Hmm? ¿Por qué?" Arga miró a Fatma que estaba a su lado.

"Has estado soñando despierto desde hace un rato. ¿En qué estás pensando, Mas? ¿Estás pensando en Risa?"

"¿De qué estás hablando? ¡Sólo estoy pensando en el trabajo!"

Arga inmediatamente apartó los sentimientos persistentes sobre Risa. Ahora a su lado estaba Fatma, la mujer que una vez amó y a la que prometió casarse antes de casarse con Risa.

"Sé que todavía no puedes olvidar a Risa por completo, Mas. Entiendo eso porque ustedes estuvieron casados durante dos años. Tampoco es posible que no sientas nada por ella. Aunque yo estuve primero en tu vida, parece que Risa ya tiene un lugar especial en tu corazón, Mas", Fatma forzó una sonrisa en su rostro triste.

Arga se sentía muy mal si era así. Fue él quien abandonó a Fatma tan pronto porque tenía que casarse con Risa. Había lastimado a Fatma demasiado profundamente.

Por eso Arga no pudo responder nada en ese momento porque en el fondo Arga todavía sentía algo por Risa. Por supuesto, su honestidad sólo lastimaría más a Fatma.

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Risa también experimentó algo similar. Desde que vio a Arga por primera vez hace cuatro meses, Risa no ha dejado de pensar en Arga. Su anhelo que había estado reprimiendo pareció estallar así sin más.

"¡Cariño, ese era papá!" Risa se acarició el vientre.

"Lo siento por no poder llevarte a ver a papá más de cerca. ¡Pero desde lejos mamá ya está feliz!"

Risa se secó las lágrimas que volvieron a mojar sus mejillas. En estos cuatro meses, llorar se ha convertido en su compañero diario.

No sólo llora por el anhelo por el padre del bebé que está esperando. Pero Risa también se lamenta a sí misma, recordando sus acciones pasadas que la hicieron perder a un hombre como Arga.

"Te ves bien, Mas. ¡Parece que eres feliz con Mbak Fatma!" Risa miró su anillo de bodas que hasta ahora todavía usa.

Debido a que su boda fue repentina, Arga le dio el anillo una semana después de casarse.

"Pero, ¿sabes, Mas, que sólo estamos nosotros dos con nuestro hijo aquí? Tal vez si no fuera por él, ya no podría sobrevivir en este mundo"

Risa pensó que, después de su encuentro con Arga y de aliviar un poco su anhelo, volvería a ser como antes, viviendo sin Arga.

Pero en los últimos días, Risa no ha podido dormir porque la imagen del guapo rostro de su marido la persigue. Risa quiere ver a Arga una y otra vez, aunque sea sólo desde la distancia.

Hasta que finalmente, esta mañana Risa volvió a la oficina de Arga por enésima vez. Sólo quería ver a Arga, aunque fuera desde la distancia como en los días anteriores.

"¿Esperaremos a papá aquí, Dek?" Risa se escondió detrás de un gran árbol que crecía en la acera frente a la oficina de Arga. Esperando el coche de Arga que normalmente pasaría pronto.

"¡Ahí viene el coche de papá!" Risa parecía muy entusiasmada. Se acercó a la puerta para ver a Arga salir del coche.

Pero el brillo en los ojos de Risa se atenuó inmediatamente cuando el coche no se detuvo frente al vestíbulo como de costumbre, sino que siguió recto hacia el sótano.

"¡Parece que hoy no puedes ver a papá, Dek!" Murmuró Risa mientras se acariciaba el vientre. Se sintió realmente decepcionada.

Finalmente volvió a coger su cesta de venta para irse de allí.

"¡¡Risa!!"

Deg...

Risa estaba muy familiarizada con esa voz, aunque no se había visto en más de cuatro meses. Esa voz hizo que Risa no se atreviera a mirar hacia atrás.

"¿Por qué estás aquí?" Risa todavía estaba en silencio y de espaldas al dueño de la voz y a la vez la razón por la que Risa estaba allí.

"Nuestra relación ha terminado, Risa. Por favor, no vuelvas a hacer esto, ¡eso hace que mi esposa se sienta incómoda!"

Jedeerrr....

Tes...

Tes...

Las lágrimas de Risa caían incontrolablemente. Se sentía incluso miles de veces más doloroso que cuando Arga se divorció de ella en aquel entonces.

Risa trató de calmarse para que su llanto no estallara en ese momento. Respiró hondo para que Arga no oyera su voz temblorosa por contener el llanto. Mientras abrazaba su vientre porque no quería que Arga la viera, Risa fortaleció su corazón para responder a la petición de Arga.

"Lo siento, Mas, ¡prometo que esta es la última vez que hago esto!" Respondió Risa sin mirar atrás en absoluto.

Luego se alejó en dirección opuesta a Arga. Sin ver la cara de Arga en absoluto.

"Perdóname, cariño. A partir de ahora, ni siquiera oír la voz de papá, ¡ni siquiera verlo desde la distancia está permitido!"