Desde Que Te Bese (Saga 2)

Maya

Ya han pasado cuatro días y no he tenido señales de Darío desde la última vez en el restaurante. Es como si la tierra se lo hubiese tragado, pero lo más seguro es que haya regresado a California.

Esa noche luego de que me fuera con Lucas, estando en su auto llego un mensaje de Marcos. El cual estaba en mi departamento, así que sin más ambos nos fuimos hacia haya y le pase un mensaje a Luana que siempre si, no iba a ir esta noche.

Cuando llegamos a mi depa, mi primo estaba viendo una película y había comprado helado, chocolates y galletas. Por lo que entre los tres hicimos una pequeña pijamada improvisada donde la pasamos genial.

A la mañana siguiente después de que ellos ya se habían ido, yo bajaba tranquilamente para dirigirme a la agencia, cunado el señor Iban me dijo que anoche justo cuando yo llegue. El coche de aquel chico buen mozo, como describió a Darío, estuvo frente al edificio por horas hasta que decidas irse.

Así que desde ese día ya no lo he visto más. Seguro está pensando que me acosté con Lucas como si yo fuera una cualquiera. Y es que aunque me cueste reconocerlo sé que me pase un poquito, pero poquito nada más. Tampoco es como que le iba a demostrar que ese beso en el baño me removió hasta el alma. Si él no quiere aceptar que siente algo por mí, pues bueno eso ya es asunto suyo. Yo no me voy a derrumbar ni voy a ceder ante sus increíbles beses, ni más faltaba. Conmigo o es todo o es nada.

_Maya ...Maya _Me grita Luana sacándome de mis pensamientos.

_¿Qué pasa?

_Te estaba diciendo que mañana vamos a ir a la mansión Vólkov ¿Que si vas a ir?

_Si claro, ayer Inca me llamo y le dije que iría.

_Pues bien, yo me voy a estudiar ¿Te quedas con Ángel?

_Claro hermosa yo me quedo con mi loquito.

Cuando Luana se, fue Ángel y yo hicimos palomitas y después nos pusimos a ver Kong fu Panda por Netflix.

Mientras mi loquito veía la película yo no dejaba de pensar, en que tal vez mañana vuelva a ver a Darío ¿Qué pasará cuando eso pase? La verdad es que esa idea me genera ansiedad.

...

El día siguiente llego, estábamos todos reunidos en la mansión Vólkov, exceptuando a los padres de Laurent. Pero si les digo algo nada es como me lo espere.

Al llegar a la casa todos nos saludaron excepto Darío, quien ni siquiera se ha inmutado al verme; comprobando así mis dudas.

Luego está el hecho de que ni tan siquiera una mirada me ha regalado el muy cretino. Pero que ni crea que me voy a poner a llorar por esto. Si me quiere aplicar la ley del hielo como si fuera un niño, su problema .

La mañana transcurre con normalidad y yo en estos momentos me encuentro con Inca charlando, ya que Laurent estaba cansada y se fue a descansar.

_¿Maya te pasa algo? Estas como ida.

_No me pasa nada, es solo que he tenido una semana pesada y estoy muerta.

_Te entiendo, yo que trabajo con Bruno y sé lo que es estar cansada. Ser su secretaria no es nada fácil.

_ Aún no puedo creer su historia, es que es sumamente bonita.

_Lo sé y tal vez por eso es que cada vez me enamoro más de él.

_Te creo _Ambas reímos _Oye voy a ir a la cocina un momento, ahora regreso.

_Toma por el sendero de piedras aquel _Me señala _ Llegaras más rápido a la parte de atrás.

_Ok.

Voy rumbo al sendero y paso justo detrás de Bruno y Darío, los cuales hablan animadamente y no me prestan atención. Camino a paso lento para apreciar el bello jardín de esta casa, cuando siento que me jalan del brazo y meten en lo que parece un cuarto de limpieza.

_Se puedes saber que haces _Me dirijo a Darío quien a sido el causante de esto.

_No hago nada, solo quiero conversar contigo. Quiero que me cuentes como te fue al final con tu "amiguito" la otra noche ¿Te cogió rico? _Dice con molestia en sus palabras.

_¿Es en serio? ¿Tú me estás preguntando eso?

_Pero por supuesto ¿Por qué no? Si en definitiva, tú llenas la boca de decir que no eres igual a las zorras con las que me acuesto. Y sabes tienes razón, no eres igual, eres peor. Por lo menos ellas saben que son zorras, en cambio tú lo disfrazas dándotelas de decente ...

No dejo que termine de hablar porque volteo su cara por completo de una sola bofetada. Es segundos sentí que el aire me faltaba y que las ganas de llorar me inundaban. Pero no, no lloraré por las palabras de este estúpido, yo soy más fuerte que eso. Respiro hondo y lo miro con mi frente en alto y directamente a sus ojos inyectados en furia.

_¿Quieres saber si me lo cogí? Pues la respuesta es simple. Me lo cogí una y otra y otra vez. Me lo cogí en la sala, en la cocina, en el piso, en el baño, en el pasillo y hasta en mi cama. Me lo cogí tantas veces que al día siguiente amanecí con ganas de más y lo volvimos hacer. Y lo mejor de todo es que me cogió mejor de lo que tú lo hiciste, tanto que borro por completo el fiasco de noche que tuve contigo ¿Ahora estás feliz?

No dejo que termine de hablar y lo aparto del camino. Salgo de ahí lo más rápido que puedo, para entrar en la cocina y dirigirme al baño donde derrame sola las lágrimas retenidas.

Me duele, duele que el me haya dicho todo eso. Porque por muy molesto y celoso que este, eso es algo que duele en el fondo de corazón. Limpio mi cara y respiro para salir de aquí.

Sin que nadie note mi tristeza, pongo mi mejor cara de felicidad y me dirijo a la mesa donde ya están casi todos reunidos, solo faltaba Laurent y Santiago. ¿Será que están juntos? Le quito importancia porque ahora no tengo cabeza para eso.

La cena había transcurrido con tranquilidad, para como andaban los ánimos. Pero distinto a eso otra que andaba en las nubes como yo era mi amiga .

_¿Te pasa algo? _Le pregunto a Laurent en un todo bajo, ya que esta a mi lado.

_En el departamento te cuento _ Yo asiento.

Ya van siendo las 11:00 de la noche y veo como las chicas recoge sus cosas para irse, pero antes de eso la Señora Mayara nos invita a que pasemos una semana en una isla que ellos tienen. Nunca había estado en una isla en medio de la nada y la idea me agradaba, porque claro que aceptaré la invitación y a Darío que le den.

Pero mi mayor sorpresa fue cuando la señora Mayara me dijo que podía llevar a un novio si quisiera. E indiscutiblemente mi lado malvado ya se había creado una manera de hacer rabiar más a Darío. El cual me miro con una expresión de molestia cuando dijeron eso.

Hay Darío a ti te hace falta una lección y yo te la voy a dar.