Atracción Pasional

Laura:

Metía en unas cajas todo lo que Erick en su momento me había regalo, tampoco deseaba quedarme con nada de él y luego gritara a los cuatro vientos que le hubiera robado…

Abuela: toma hija, otra caja…

Mi abuelita había sido la que tuvo que poner final, pero abajo se podían escuchar los gritos de mi padres discutiendo por todo este asunto, no habían dejado de levantarse la voz, terminando arrojando cosas.

Aparté mis lagrimas tomando otra caja, ya tenía toda la ropa que él me había dado…

Madre: Tú se lo has permitido, salió igual a ti, ¿crees que no sé que me engañas con otra mujer? Mira hasta donde ha llegado a ser la mala entraña de ti… engañar al único hombre que la podía llevar al altar… ahora nadie la va a querer por infiel.

Padre: Te recuerdo que quería siempre poner mano dura y siempre tú o tu madre se tenían que meter en todo para defenderla, aquí están las consecuencias… NO LA QUIERO BAJO MI TECHO…

Madre: ¿Dónde irá? Aun no tiene trabajo…

Padre: Ese es su problema…

Negué con la cabeza, me levanté tomando una pequeña maleta. Mi abuela fue dentro conmigo en el armario, sosteniendo mi mano.

Abuela: Mi amor, no hagas caso…

Laura: tienen razón, hice las cosas sin medir las consecuencias.

Abuela: ellos deben entender que eres una adulta. Que tienes derecho de hacer tu vida como tú elijas… Mi vida… ¿en verdad estuviste con otro hombre?

Asentí con la cabeza, no quería ni podía engañar a mi abuelita que tanto me ha apoyado.

Abuela: ¿Por que lo hiciste hija? Si ya no querías a Erick debiste terminar primero.

Laura: Pasaron cosas, él piensa que no lo sé, pero todo este tiempo me ha visto la cara.

Abuela: ¿con otra mujer verdad?

Bajé la mirada, ni podía mirar a mi abuelita de la vergüenza que me daba.

Laura: Creí que… ayy, ya no importa, veré donde irme mejor.

Abuela: Tengo unos ahorros, un poco de dinero, puedo hacer un negocito de comida rápida y tú sigues tus estudios, buscas un trabajito en el hospital que sea por mientras.

Laura: No abuelita, no puedo dejar que tú te sigas haciendo cargo de mi.

Abuela: Mi amor… no es orgullo, tampoco es vergüenza, ¿Por qué no le dices a Elías lo de tu beca? Ya lo sabe Erick.

Laura: Va pensar lo peor de mi.

Abuela: Que lo piense, sabes que Nubia te va apoyar.

Cerré los ojos con fuerza, no podía pedirle ayuda a su padre, menos a ella, que siempre le ha dado lo que quiere, Nubia… solo una pantalla para nosotras, sintiéndose una de nosotras, cuando su vida siempre ha estado rodeada de lujos y su padre siendo permisivo a lo que quiere y lo tiene.

Laura: No creo.

Abuela: Elías es un buen hombre, sabe de la amistad que tienes con su hija, no se va a negar, es más le dices que cuando tengas un trabajo formal, se lo irás pagando poco a poco.

No quería tener que recurrir al padre de Nubia, aunque el señor Elías no era como ella, él era bueno, de buen corazón, generoso y apoyaba a muchas personas, sabía que en el fondo del corazón, Erick podía ir y contarle otra historia.

PAAAAM!!!

Solté a mi abuela al escuchar que se abrió la puerta de mi habitación con tanta fuerza. Mi abuela se interpuso al frente evitando que saliera del armario.

Padre: ¿Dónde ESTAS LAURA?

Negué con la cabeza del miedo que estaba sintiendo al escuchar a mi padre, estaba totalmente furioso, mi abuela evitaba que saliera, pero sino lo hacía las cosas se pondrían peor.

Se asomó en la puerta mirándome que aun tenía el cinturón en su mano.

Padre: Te voy a educar, ya vi que el ejemplo de tu madre de nada te ha servido.

Abuela: La tocas y te mando preso. YA ESTUVO BUENO…

Padre: quítese.

Abuela: SOBRE MI CADAVER… Te das aire de buen padre cuando solo han sido gritos y golpes en esta casa, tus infidelidades y el mal ejemplo lo has traído tú… pero no conoces la verdad así que no te permito levantarle la mano a mi nieta… La única que menos culpa ha tenido.

Padre: Te quiero fuera de mi casa en este momento. No necesito a una mujerzuela que pasa de hombre y hombre siendo la comidilla de todos en este lugar.

Abuela: Mujerzuela las que metes a tu cama y lo peor es mi tonta hija lo sabe y aun así te perdona.

Padre: NO SE META.

Abuela: TAMPOCO LE FALTES AL RESTO A TU UNICA HIJA.

Padre: Ni estoy seguro que sea mi hijo.

Abuela: Miraaa…

Laura: (susurrando) No abuelita.

Abuela: Se va ir, pero me voy con ella, no soy como ustedes que la dejará a la deriva… EN ESTE MISMO INSTANTE NOS LARGAMOS… ESO SI, ESPERO QUE NO LA SIGAN FASTIDIANDO POR NADA DEL MUNDO, USTEDES CREEN QUE POR SER SUS PADRES TIENEN DERECHO DE EXPRIRLA.. SE ACABÓ.. Vamos.

Mi padre miraba a mi abuela sin poder creer lo que ha dicho, pero ella por si sola ha tomado la decisión de acompañarme… tanto que necesitaba el apoyo de ellos en este momento y solo mi abuelita decide brindármelo.

Abuela: Quítate de mi camino…

Levanté el aza de la maleta caminando con ella. Miré a mi padre que no apartaba la mirada de odio que me tenía en este momento. Pasé a su lado, él sostuvo el aza de la maleta levantando su mano con el cinturón…. Mi abuela con todas sus fuerzas que tenía le dio un tremendo empujón haciendo que se vaya hacia atrás.

Padre: NO SE LLEVARÁ NADA DE ESTA CASA.

Abuela: Vamos hija, no hace falta que te lleves nada.

Sujetó mi mano haciendo que pasara rápido frente a ella, mi padre se iba levantando hasta que salimos de la habitación, escuchaba fuerte golpes por todas partes dentro de mi habitación, seguro estaba tirando todo lo que había, mis lagrimas no dejaban de caer, bajábamos los escalones, mi madre sentada en el sillón negando con la cabeza. Se puso de pie caminando hacia nosotras, mi abuelita agarraba sus cosas sin soltar mi mano.

Mamá: Ya estarás contenta con lo que has hecho.

Abuela: ¿Cómo puedes aceptar que ese hombre te trate de esa manera permitiendo que lo haga igual con su hija?

Mamá: ella ha deshonrado la familia.

Laura: No hice nada malo.

Mamá: ¿No? Te acostaste con otro hombre, perdiste el amor seguro que tenías con Erick, tiraste todo a la basura por tener comezón… aquí no regreses, no quiero que las vecinas me digas que saliste con premio, por que no serás bienvenida, no acompañaré tu vergüenza.

Abuela: No me hagas hablar, por que también me tuve que aguantar cuando saliste embarazada antes de casarte con Luis, pero yo… actué como toda madre ayudándolos, nunca te di la espalda, no sabes que vergüenza me da a mi darme cuenta que cree un monstruo por hija.

Me jaló de mi mano haciendo que salgamos de la casa, ella misma fue la que cerró la puerta, pasó su mano en mi cintura apretando con fuerza.

Abuela: Mi amor no es el fin del mundo, hay personas que pasan por cosas peores.

Laura: Pero no tenemos a donde ir.

Abuela: Es lo de menos, ahora encontramos un taxi y le pedimos que nos lleve a un hotelito al menos por hoy.

Laura: No abuelita, quédate, yo puedo quedarme donde sea.

Abuela: ¿Dónde mi amor? ¿Dónde?

Laura: donde sea, pero no puedo hacer que pases incomodidades, yo no importo, pero tú si, necesitas estar cómoda, segura en casa.

Abuela: No me importa, no te pienso dejar sola, menos en estos momentos… tus padres no saben valorar la hija que tienen, no importan los errores que cometan, los pueden enmendar, hacen mal tus papás, sin conocer la razón…

Negué con la cabeza, lo que menos quería era tocar el tema de Erick, todo por su culpa, todo lo que ha pasado ha sido por culpa de él… aunque también ha sido mi culpa pero al menos no me limpio las manos de falsedades, hablé con la verdad…

Habíamos caminado un buen trato, mi mami se veía cansada, no había pasado ni un solo taxi… la tomé del brazo haciendo que se sentara en una de las aceras. Me puse de cuclillas, ella tenía los ojos llorosos.

PIIII, PIIII.

Me levanté al ver un auto acercarse… apagó las luces bajando del auto, negó con la cabeza caminando hacia mi.

Ceci: Laura, doña Nilse… ¿Qué pasó?

Laura: Me salí de mi casa y mi abuelita no quiso dejarme sola.

Ceci: ¿Erick vino verdad?

La miré con lagrimas en los ojos asintiendo con la cabeza, no podía más, abracé a Ceci con todas mis fuerzas.

Ceci: Calma amiga, para eso estoy aquí, sabía que algo así podía pasar…

Tener a Ceci en este momento me hacía sentir mucho mejor, se apartó de mi pasando sus dedos por mi mejilla, me soltó acercándose a mi abuelita que la ayudaba a levantarse.

Ceci: ¿Dónde irán?

Abuela: Vamos a un hotelito.

Ceci: De ninguna manera, tengo mi casa y saben que son bienvenidas, además mis papás no volverán pronto.

Laura: No ¿Cómo crees?

Ceci: ¿Qué tiene? Además es mejor que estes en casa de alguien a que estes buscando donde estar con tu abuelita.

Se acercó a mi, mi abuelita iba sacudiendo su ropa del polvito que tenía. Sostuvo mi rostro dejando ver húmedos sus ojos.

Ceci: (susurrando) No lo hagas por ti, hazlo por tu abuelita que está cansada.

La miré sonriendo, estaba en espera de saber que haría. Me acerque pasando mi brazo por su hombro dejando un beso en su frente.

Laura: Vamos a casa de Ceci, allí pasaremos la noche, al menos hoy.

Abuela: ¿no es mucha molestia?

Ceci: No, claro que no, la casa es grande y estoy sola, además allí puede platicar el tiempo que quiera con mari… vamos.

Mi abuelita me miró no muy convencida, ella nunca ha sido de las personas que le agrade molestar a otras, sin embargo esta ocasión lo ameritaba… Nos subimos a su auto…

Ceci sin preguntar absolutamente por respeto a mi abuelita conducía rumbo a su casa, bajé la mirada hacia el piso del auto viendo mi bolso. Lo levanté metiendo mi mano dentro, saqué mi celular que estaba apagado.

Ceci: tuve que apagarlo, era lo mejor.

Laura: Esta bien… ¿Cómo sabías que Eri?

Ceci me miró luego pasó su mirada hacia la parte de atrás donde estaba mi abuelita, negó con la cabeza ligeramente.

Ceci: Ahora que llegas toman las dos una buena ducha, cenamos algo rico y ya mañana tendremos oportunidad de platicar todo lo que deseemos, es domingo y pues podemos salir a comer en algún lugar o si prefieren en la casa.

Laura: Gracias Ceci.

Ceci: Nubia se comunicó conmigo, estaba preparándose para irse a su fiesta.

Laura: ¿Te dijo por que no llegó?

Ceci: Evento de su padre, siempre tiene que estar al lado de don Elías. Aunque creo que la Nubis, no sabe aun lo que quiere.

Laura: Si, se la pasa sin saber lo que quiere, tener que depender de las decisiones de su padre todo el tiempo.

Ceci: Por favor, Nubia no mueve un solo dedo por nadie, tanto que si tiene su titulación no fue por sus propios méritos, el pobre de don Elías invierte tanto que no lo valora.

Miré hacia la ventana, era cierto, Nubia que es de una familia super adinerada y no aprovecha las oportunidades de la vida, ha sido buena aprovechas las oportunidades que no le convienen, pero ha sido por su propia voluntad ahora que sepa que Erick terminó conmigo, hará hasta lo imposible por mover de puesto a Erick, más sabiendo que fui quien abogó ante su padre que le dieran el trabajo.

Ceci entraba en su garage, apagó el auto abriendo las puertas, me dolía hasta el alma solo en moverme. Teníamos mucho por hablar, respiré profundamente mirando hacia la entrada de la casa de Ceci… ayudé a mi abuelita a bajar, sonrió mirando su casa.

Abuela: sigue igual tu hermosa casa.

Ceci: Es de ustedes el tiempo que necesiten, así no me sentiré tan sola.

Caminos hacia la puerta, ella abrió mirando a Mari. Su nana.

Nana: Nilse…

Abuela: Maria, que bien te ves.

Nana: Lo mismo digo.

Ceci: Por fa nana, puedes darle una habitación a doña Nilse y preparar algo para cenar.

Nana: Ya está la cena….

Ceci: Se quieren dar la ducha y luego cenar.

Laura: Prefiero cenar primero y luego darnos la ducha, mi abuelita debe estar con hambre.

Ceci: Entonces cenemos.

Si, era la mejor, en todo el día no he probado bocado y me duele demasiado el estómago, con todo esto que ha pasado, prefiero tener la boca llena antes de decir una palabra más.

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